La disrupción tecnológica crea oportunidades, pero también volatilidad. Hay formas de aprovechar la innovación de la IA mientras se gestiona el riesgo.
Las empresas situadas en el centro de la revolución de la IA suelen percibirse como negocios expansivos de rápido crecimiento que normalmente no se incluirían en una cartera defensiva. Sin embargo, creemos que determinadas empresas del ecosistema de la IA pueden encajar en una asignación a renta variable consciente del riesgo que busque fuentes sólidas de crecimiento a largo plazo y siga una estrategia bien estudiada de construcción de carteras.
Los inversores que tratan de reducir el riesgo en las asignaciones a renta variable suelen inclinarse por los sectores defensivos, como los suministros públicos o el consumo básico. Sin embargo, creemos que se puede ampliar el radio para construir una cartera de renta variable capaz de ofrecer patrones de rentabilidad más uniformes tanto en los mercados alcistas como en los bajistas. Las acciones tecnológicas pueden tener un papel importante en esa composición, siempre y cuando el gestor de carteras se centre en empresas con modelos de negocio rentables y sostenibles.
La dinámica de mercado de la tecnología transformadora
La IA quizás marque el ciclo tecnológico más transformador desde el nacimiento de internet. Sin embargo, apenas hemos empezado a probar y experimentar con aplicaciones comerciales. Además, no es fácil ver toda la amplitud del sector tecnológico cuando el foco está puesto en un grupo reducido de acciones de megacapitalización.
El potencial de la IA para generar eficiencias en todos los sectores ha generado enormes ganancias para las empresas que impulsan esa disrupción. Desde finales de 2022, cuando se lanzó ChatGPT, los «siete magníficos» han dominado las rentabilidades del mercado por su papel preponderante en el desarrollo del hardware y la infraestructura necesarios para la IA generativa. En consecuencia, algunas de estas acciones ahora presentan valoraciones elevadas y están expuestas a la volatilidad. Las oportunidades de crecimiento son reales, pero también lo son los riesgos, sobre todo cuando los elevados precios de la renta variable provocan recelo.
¿Hay alguna forma de incorporar valores impulsados por la IA en una asignación a renta variable centrada en la reducción del riesgo? Sí, la hay. La clave está en buscar empresas con modelos de negocio de alta calidad, un grado de estabilidad y valoraciones relativamente atractivas para el sector, incluso aunque puedan resultar algo más caras que la media del mercado en general. Al igual que otras compañías incluidas en una asignación defensiva, las empresas de IA por las que apostamos son sumamente rentables si nos fijamos en la rentabilidad sobre los activos (ROA) y la rentabilidad sobre el capital invertido, que predicen de forma fiable el poder de generación de beneficios futuro. Otro elemento que puede contribuir a incrementar los márgenes, sobre todo en un contexto de tipos de interés elevados, es la disciplina del capital.
Orientaciones para obtener un crecimiento de calidad impulsado por la IA
Creemos que las orientaciones que ofrecemos a continuación ayudarán a los inversores a identificar acciones del sector de la IA que presentan las características adecuadas para una asignación consciente del riesgo.
Aprender las lecciones de ciclos tecnológicos pasados. En el boom de las puntocom, la innovación estaba liderada principalmente por empresas no rentables, con modelos de negocio cuya validez no estaba demostrada y enfocados a lograr un crecimiento agresivo. Sin embargo, esta vez es muy distinto. Muchas empresas que construyen infraestructura para la IA son rentables, y algunas de las compañías innovadoras más importantes cuentan con negocios de calidad con un grado de estabilidad, dos características de la asignación defensiva a renta variable que nos parecen fundamentales. No obstante, conforme avanza la IA, es necesario examinar detenidamente las futuras innovaciones que generen expectación. La burbuja de las puntocom nos enseñó que los inversores no deben dejarse cegar por promesas de nuevos mercados cuya viabilidad no esté demostrada y que es necesario asegurarse de que todo producto pionero está respaldado por un modelo de negocio creíble.
Distinguir entre los sectores tecnológicos. Hasta la fecha, los fabricantes de semiconductores y los proveedores de infraestructura para la nube han liderado buena parte del repunte impulsado por la IA. Las empresas de software no han estado a la vanguardia de la oleada de la IA, pero creemos que están preparadas para recuperar terreno (Gráfico). A medida que prolifere la infraestructura para la IA, estas empresas tendrán un papel más preponderante en la obtención de eficiencias para consumidores y empresas. Las fuertes inversiones que vemos actualmente en semiconductores e infraestructura para la nube solo generarán una rentabilidad de la inversión razonable si las empresas de software son capaces de rentabilizar la IA generativa en los próximos años. Creemos que así se aceleraría el crecimiento de los ingresos en el sector del software, lo que podría convertirse en un catalizador para que las acciones de este sector alcancen a las de semiconductores. Algunas empresas de software ofrecen una combinación interesante de características defensivas y crecimiento para los inversores, y se negocian con valoraciones relativamente atractivas en comparación con los gigantes del hardware y la infraestructura para IA.