Por otra parte, el sólido potencial de rentabilidad absoluta y relativa debería seguir impulsando la demanda de crédito privado entre los inversores institucionales. Asimismo, la mayor variedad de opciones de inversión permite que los inversores particulares tengan ahora más facilidades para acceder al crédito privado, muchas veces sin tener que bloquear capital durante años.
El potencial de rentabilidad de los préstamos corporativos es atractivo
Los préstamos directos a las empresas seguirán siendo el elemento fundamental de muchas asignaciones a crédito privado. Unos tipos de interés más bajos en 2025 podrían ayudar a aliviar la presión sobre muchas empresas con préstamos de capital privado. La bajada de tipos también podría contribuir a un incremento del volumen de operaciones, sobre todo si un entorno regulatorio más laxo con la nueva administración estadounidense engrasa las ruedas de la actividad de fusiones y adquisiciones.
El descenso del tipo de interés de referencia utilizado para valorar los préstamos corporativos directos indica que el potencial de rentabilidad global podría no alcanzar las rentabilidades que ofrecieron algunas estrategias de préstamos directos en 2023 y 2024. No obstante, el potencial de rentabilidad ajustada al riesgo sigue siendo sólido, ya que cuenta con el respaldo de unos rendimientos todavía elevados y unos sólidos fundamentales de los prestatarios.
Ampliación del conjunto de oportunidades en 2025
Creemos que entre los avances más prometedores está la ampliación del crédito privado para incluir préstamos a consumidores, propietarios de viviendas y pequeñas empresas a través de un mercado financiero basado en activos de 6 billones de USD que no deja de crecer.
Los bancos adoptan cada vez más un modelo «capital light», o poco intensivo en capital, que les permite mantener el suministro de préstamos y las relaciones con los clientes, a la vez que colaboran con gestores de activos para suscribir e invertir capital en nombre de las aseguradoras, los fondos de pensiones y otros inversores.
Esto crea oportunidades para que los inversores adquieran carteras de préstamos antiguos de bancos y prestatarios no bancarios, o suscriban acuerdos forward flow para adquirir otros nuevos que cumplan criterios crediticios predeterminados. Se trata de un universo de inversión muy extenso, que abarca desde préstamos estadounidenses para la compra de automóviles hasta préstamos «reperforming» alemanes, pasando por préstamos por plazos para barcos, motos de nieve y vehículos todoterreno, entre muchos otros.
Para operar con éxito en este mercado se necesita un gestor experimentado que cuente con sólidas capacidades de obtención y suscripción de préstamos, y la capacidad de incorporar elementos de protección en los acuerdos para adquirir préstamos a prestamistas no bancarios. Por ejemplo, en Estados Unidos se ha incrementado la morosidad de los préstamos para la compra de automóviles y de las tarjetas de crédito. Sin embargo, los fundamentales subyacentes, como los ingresos y el patrimonio neto, han mejorado. Para los inversores experimentados, el panorama mixto ofrece oportunidades interesantes para encontrar valor.. (Gráfico)