Un enfoque de análisis dinámico permite a los analistas afrontar situaciones complejas y cambiantes.
Los aranceles siguen bajo el foco de los inversores y no es para menos. Probablemente revolucionarán las cadenas de suministro, modificarán las estructuras de costes e introducirán una complejidad añadida a los fundamentales de las empresas. Sin embargo, no solo importan los aranceles en sí, sino también el ritmo del cambio: la imposición, la pausa, el ajuste y la renegociación de nuevas rondas. El panorama sigue cambiando y con él las exposiciones de las empresas.
Para los inversores en crédito, esto plantea una pregunta urgente: ¿cómo mantienes tus análisis de un universo corporativo global coherentes y actualizados cuando los principales datos están en constante cambio?
Supone un gran desafío. El camino de la política de la empresa a su balance rara vez es una línea recta. Los aranceles de las materias primas pueden afectar a los fabricantes secuencia abajo. Las variaciones de costes pueden hacerse sentir en el comportamiento de los consumidores de formas que no siempre son intuitivas o coherentes en todas las regiones. Y empresas jamás mencionadas en un anuncio comercial pueden verse profundamente afectadas por repercusiones indirectas.
A continuación se recoge nuestro plan para realizar análisis de crédito en un entorno volátil de este tipo —en el que las exposiciones cambian rápidamente y pocas empresas se encuentran a salvo del efecto dominó—. Este marco ha funcionado en el pasado en entornos desafiantes, como la pandemia de la COVID-19 y el posterior ascenso de la inflación.
Un marco de análisis diseñado para la incertidumbre
Un marco de análisis crediticio sólido no se basa en previsiones perfectas y únicas. Por el contrario, permite a los analistas desarrollar una serie de resultados ponderados por probabilidades basados en escenarios micro y macro, y revisar los supuestos a medida que evolucionan las condiciones. Esa flexibilidad permite reaccionar rápidamente, sin reconstruir la visión de conjunto cada vez que cambia algo —lo que supone una ventaja crítica en un mercado conformado por expectativas cambiantes—.
Cuando el presidente Trump anunció por primera vez medidas arancelarias radicales el 2 de abril, identificamos rápidamente qué sectores estaban más expuestos. Utilizando una perspectiva macroeconómica compartida basada en probabilidades —incluyendo escenarios para distintas tasas de crecimiento, inflación y aranceles—, trabajamos con nuestro equipo global para identificar los sectores que más probablemente soportarán presiones y el motivo.
En el caso de los fabricantes de automóviles, los elevados aranceles provocaron un replanteamiento generalizado. En consumo y venta minorista, la concentración geográfica de las plantas de producción hizo saltar las alarmas. Los analistas utilizaron este filtro top-down como una señal para profundizar en su análisis.
Este tipo de marco flexible basado en escenarios evoluciona en tiempo real, en paralelo con la política arancelaria y el entorno macroeconómico. Los analistas fundamentales colaboran entre las diferentes clases de activos y con los economistas para explorar estas cuestiones, revisar los supuestos, ajustar los niveles de convicción y comunicar posibles cambios en las calificaciones a medida que van surgiendo nuevas informaciones. El resultado es una visión en vivo que evoluciona en paralelo con los datos.
El poder de un marco flexible
Dado que el marco incorpora una serie de resultados potenciales desde el comienzo, también ayuda a distinguir entre diferentes tipos de cambios en las perspectivas. En algunos sectores, la distribución de posibles resultados crediticios se ha ampliado —introduciendo un mayor riesgo de pérdidas extremas (o left-tail)—. En otros, las expectativas de calificación han cambiado de forma más generalizada hacia el estrés. Esa capacidad de decir si el perfil de riesgo se está volviendo más incierto o simplemente más negativo es básica cuando la volatilidad es sistémica pero heterogénea.
También es esencial tener en cuenta los matices geográficos. El impacto de los aranceles puede ser inflacionario en una región, deflacionario en otra y neutral para el exportador.
Por ejemplo, si unos aranceles elevados frenan las exportaciones de China a EE. UU., esas mismas mercancías se pueden redirigir sencillamente a otros mercados —creando una presión de precios a la baja en estos—. A pesar de que no son los objetivos originales de la política, es posible que las empresas de estas regiones afronten nuevas presiones sobre los márgenes y los productores chinos se podrían mantener más estables de lo esperado.
Los analistas deben tener en cuenta todo esto —y un marco flexible lo hace posible—.
Los aranceles podrían revolucionar algunos sectores
Desde el 2 de abril hemos observado cambios significativos en los posibles escenarios arancelarios y hemos visto a las empresas explicar su exposición a los aranceles y su capacidad para mitigar sus efectos. Hemos incorporado esta información a nuestro universo de cobertura global. Algunos sectores han experimentado una revisión de las calificaciones entre moderadas y significativas, mientras que otras se han beneficiado y otras están acusando las repercusiones macroeconómicas más que los aranceles propiamente dichos.
- La fabricación de automóviles se ha situado en el epicentro desde el 2 de abril, momento en el que la Administración Trump impuso unos aranceles del 25% a prácticamente todos los vehículos y recambios importados de fuera de Norteamérica. Creemos que estos aranceles incidirán de inmediato en la rentabilidad y reducirán los volúmenes de producción, ya que los elevados precios de los vehículos moderarán la demanda de los consumidores. Por otra parte, el sector se enfrenta a un aumento de costes de los insumos debido a los aranceles impuestos sobre el acero y el aluminio. Nosotros hemos revisado de forma significativa nuestras calificaciones en todo el sector, como respuesta a estas dificultades. El abanico de resultados posibles se ha ampliado, con mayores ajustes a la baja de las calificaciones para dar cuenta de la gravedad de las medidas.
- El sector del consumo y la venta minorista también se han visto golpeados, con diversos impactos sobre las diferentes empresas en función del origen de sus productos, de la estructura de sus cadenas de suministro, y de la solidez y capacidad de fijación de precios de sus marcas. Las empresas que dependen en gran medida de la fabricación en China y Vietnam son más vulnerables, según nuestro análisis, y han sufrido más revisiones a la baja en nuestras expectativas de calificaciones. Las empresas con una presencia diversificada en ventas y producción y una sólida marca han corrido mejor suerte.
- Algunas empresas de metales y mineras se han beneficiado del aumento de los aranceles. Los productores estadounidenses de acero y aluminio se benefician de los aranceles de las importaciones en un contexto de fuerte oferta global, con un aumento de los precios de las bobinas de acero laminado en caliente en Estados Unidos de 689 dólares por tonelada en enero a más de 900 dólares en abril de 2025. Los productores de oro están prosperando gracias a la subida de precios del oro resultante de la preocupación por el crecimiento económico, los déficits fiscales y los riesgos geopolíticos. Por el contrario, metales como el cobre y el mineral de hierro, más vinculados al crecimiento económico global y chino, afrontan dificultades en un entorno de aranceles elevados, aunque es posible que los esfuerzos de los estímulos chinos suavicen el golpe.
- La energía —un sector sin exposición directa a las medidas arancelarias— se ha visto afectada por efectos de segundo orden. Es posible que los aranceles supongan un lastre para el crecimiento global y una ralentización del crecimiento limita la demanda de energía. La Administración Trump también ha sido clara acerca de su deseo de reducir los precios de la energía y la OPEP+ ha decidido anular sus recortes de producción más rápidamente de lo que el mercado esperaba. Entre el 1 de abril y el 5 de mayo, el precio del crudo West Texas Intermediate cayó de 72 a 57 dólares por barril —un mínimo no visto en años—. (Posteriormente ese descenso se neutralizó debido al actual conflicto en Oriente Medio.)
Estas tendencias revelan una conclusión más amplia: los efectos de los aranceles pueden ser heterogéneos y los resultados pueden variar ampliamente de una empresa o región a otra. Un marco flexible basado en probabilidades permite a los analistas suprimir esa complejidad —evaluando rápidamente a cada emisor por sus propios fundamentales y manteniendo la flexibilidad necesaria para responder a un panorama en constante cambio—.
Cuando las condiciones son complejas y cambiantes, como sucede actualmente, los gestores deben ser capaces de mantenerse al día. ¿Nuestro plan? Un marco de análisis bien estructurado y reactivo que conecte rápidamente los puntos —y proporcione la información necesaria para tomar medidas—.