Cuando los mercados de renta variable alcanzan máximos, es natural que los inversores sientan cierto nerviosismo a la hora de invertir más dinero en acciones, ya que suele haber mucho temor a una corrección inminente. Sin embargo, nuestro análisis sugiere que invertir en mercados de renta variable estadounidenses y globales a esos niveles tan elevados puede resultar en rentabilidades increíblemente altas.
Evaluar las rentabilidades después de que el mercado toque máximos
Es una creencia muy extendida que cuando los mercados alcanzan nuevos máximos lo que viene inmediatamente después es una corrección. Esta idea puede hacer que los inversores duden a la hora de aumentar su exposición a renta variable.
Sin embargo, nuestro análisis de más de 11.000 días de negociación desde 1980 señala algo muy distinto (Gráfico). Examinamos las rentabilidades a uno y tres años de los índices S&P 500 y MSCI World y descubrimos que la rentabilidad media cuando se invierte en máximos es igual de buena —o incluso mejor— que cuando se invierte cualquier otro día. Por ejemplo, las rentabilidades a tres años del S&P 500 y el MSCI World cuando el mercado estaba en máximos superaron, de media, el 36%. La probabilidad de lograr una rentabilidad positiva también es considerablemente alta.
El comportamiento de los beneficios empresariales impulsan la renta variable
¿Por qué los mercados suelen seguir subiendo tras alcanzar nuevos máximos? La respuesta está en los beneficios empresariales.
Los mercados de renta variable pueden sufrir volatilidad por distintos motivos: desde tensiones macroeconómicas hasta problemas geopolíticos. Sin embargo, a largo plazo, los precios de las acciones dependen en última instancia del comportamiento de los beneficios, y cuando estos suben, generalmente no se detienen en seco, sino que siguen creciendo hasta que van desacelerándose gradualmente. Esto ayuda a explicar por qué los nuevos máximos van seguidos frecuentemente de otros máximos, sobre todo en el mercado estadounidense.
Aunque el contexto macroeconómico mundial afronta retos innegables, las perspectivas de beneficios siguen siendo sólidas. Los inversores pueden acceder a los mercados de renta variable a través de distintas estrategias que se ajusten a su tolerancia al riesgo y sus objetivos financieros.
Creemos que quedarse al margen solo porque los mercados se acercan a nuevos máximos podría ser una oportunidad perdida. Aunque es normal ser prudentes cuando los mercados alcanzan niveles récord, la historia nos enseña que sigue siendo posible obtener potencial de rentabilidad. Las carteras basadas en una estrategia disciplinada que eligen cuidadosamente empresas con fuentes sólidas de crecimiento de los beneficios pueden ayudar a los inversores a desenvolverse con confianza cuando los mercados tocan máximos.