Durante la última década, las 10 principales acciones del Russell 1000 Growth Index alcanzaron máximos de vértigo y dominaron el mercado (Gráfico). Cuando las principales acciones obtienen sistemáticamente una rentabilidad superior, las carteras de renta variable activa encuentran dificultades para batir al índice de referencia, en particular en el caso de aquellos que siguen principios de diversificación de eficacia probada. Sin embargo, creemos que una potencial corrección de esta concentración podría cambiar radicalmente el panorama para los gestores especializados en renta variable activa.
De todos es sabido que actualmente el mercado presenta una concentración extrema. A finales de 2024, las 10 principales acciones representaban aproximadamente el 60% del Russell 1000 Growth. Esa cifra supera claramente el último máximo de concentración importante, en el que las 10 principales acciones representaban el 42% del índice de referencia, en mayo de 2001.
Un entorno favorable para las carteras pasivas
La concentración del mercado recompensó a los inversores pasivos que mantuvieron ponderaciones de mercado en las florecientes megacaps. Desde finales de 2014, las rentabilidades de los índices pasivos se clasificaron en el percentil 10 de todas las carteras en el universo eVestment US Large Cap Growth Equity. Dicho de otro modo, solo el 10% de los gestores activos obtuvieron una rentabilidad superior.
El motivo es muy sencillo: las posiciones infraponderadas en megacaps agravaron las dificultades en términos de rentabilidad para los gestores activos, creando grandes desviaciones respecto de un índice de referencia al alza.
La gestión activa obtuvo buenos resultados cuando se corrigió la concentración
La rentabilidad pasiva durante los mercados concentrados del pasado fue heterogénea. Sin embargo, cuando la concentración se corrigió, la mayoría de las carteras activas obtuvieron una rentabilidad superior. Desde 1992 hasta 1994 y desde 2001 hasta 2007, las rentabilidades del índice cayeron a los percentiles 86 y 78, respectivamente, tal y como se muestra en los segmentos de color amarillo del gráfico anterior.
A pesar de que las rentabilidades históricas nunca garantizan los resultados futuros, creemos que una corrección de la concentración actual daría impulso a los gestores activos. Pudimos vislumbrarlo en el primer trimestre de 2025: los mercados fueron más exigentes, las rentabilidades de las principales acciones siguieron trayectorias divergentes, la concentración se desplomó y el 68% de las carteras de renta variable activa del universo US Large Cap Growth obtuvieron una rentabilidad superior.
Por supuesto, gran parte de los gigantes estadounidenses son grandes empresas. Sin embargo, en nuestra opinión, se deberían seleccionar de forma selectiva y en las ponderaciones adecuadas, siguiendo la filosofía de inversión de una cartera de renta variable.
¿Se ampliarán los mercados?
Predecir el futuro no es fácil, sobre todo si hablamos de tendencias que se han desarrollado a lo largo de los años. Pero creemos poco probable que el dominio de un pequeño grupo de empresas vaya a persistir de forma indefinida, ya que las valoraciones elevadas, la geopolítica y la presión antimonopolio aumentan la importancia de la selectividad entre las megacaps de cara al futuro.
Tal vez lo más destacable sea la llegada de la IA como cambio de plataforma de computación. Todos los cambios de plataforma anteriores plantearon un desafío a los líderes establecidos, ya sea en la transición de los mainframes a la era de los PC o en la aparición de Internet y la computación móvil. No creemos que la IA vaya a ser diferente y ya observamos signos de que la disrupción dará paso a nuevos líderes y derrocará a otros. Aunque las tendencias disruptivas son difíciles de predecir, el análisis es el mejor antídoto contra la extrapolación del éxito pasado.
La elevada concentración actual sugiere que incluso una corrección parcial podría tener un profundo efecto en los patrones de rentabilidad. Sin embargo, el proceso no será lineal en periodos limitados; en el segundo trimestre, hasta mediados de junio, el grupo de las megacaps demostró un buen comportamiento de nuevo y la concentración del mercado se recuperó.
Dicho esto, este año hemos constatado que los mercados se pueden ampliar tanto en entornos alcistas como bajistas. Por consiguiente, cuando golpea la volatilidad, debemos resistir la tentación de reducir las posiciones en renta variable. En lugar de esto, podemos considerar la posibilidad de reasignar a carteras de gestión activa, que ofrecen ventajas de gestión de riesgos para la incertidumbre actual y el potencial de sacar partido de una ampliación a largo plazo de las rentabilidades del mercado en favor de acciones que merecen una mayor apreciación por sus negocios de alta calidad.