¿Qué ocurre con los consumidores estadounidenses?

07 septiembre 2023
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El consumo ha sido un pilar de la economía de EE. UU. Aunque la actividad podría desacelerarse, creemos que los consumidores amortiguarán ese descenso.

El gasto de los hogares representa más de dos tercios del producto nacional bruto estadounidense, lo que convierte a los consumidores en el eje central de la economía del país. Por tanto, no es de extrañar que haya sido el sector doméstico el que haya mantenido la economía a flote en 2023, incluso en un contexto económico turbulento. Ni siquiera la guerra en Ucrania, la elevada inflación, las subidas de tipos de interés o la crisis bancaria han conseguido que naufrague la economía, principalmente porque los hogares han seguido gastando. 

¿Cómo lo han conseguido? ¿Cabe esperar que mantengan esa tendencia? 

Hasta ahora, los consumidores se han mantenido al margen de lo peor de la desaceleración

De momento, las sólidas finanzas de los hogares resultantes de la pandemia, junto con un mercado de trabajo sólido en el período expansivo inmediatamente posterior, han mantenido a los hogares al margen de lo peor de la desaceleración económica 

En el peor momento de la pandemia de COVID-19, una combinación de estímulos públicos y ahorros forzosos contribuyeron al aumento del valor de los activos líquidos de los hogares (principalmente cuentas corrientes y depósitos a la vista) muy por encima de su nivel a largo plazo (Gráfico). El sólido comportamiento de los mercados de capitales y el incremento del precio de la vivienda también reforzaron las finanzas de los consumidores. Resultado: un considerable colchón financiero al que recurrir cuando EE. UU. comenzó a salir de la pandemia.

Los hogares contaban con un colchón financiero considerable tras la pandemia
Total activos líquidos de los hogares y tendencia a largo plazo (billones de USD)
Los hogares contaban con un colchón financiero considerable tras la pandemia

El análisis histórico no garantiza los resultados futuros.
Hasta el 31 de marzo de 2023
Fuente: LSEG Datastream

La solidez del mercado de trabajo estadounidense también ha tenido un papel fundamental, echando por tierra todas las expectativas (incluidas las nuestras) de debilitamiento a medida que las subidas de tipos de interés comenzaran a hacer mella. De hecho, las empresas estadounidenses siguieron ampliando sus plantillas, con un incremento medio neto superior a los 200.000 empleos cada mes. Los salarios continuaron repuntando hasta superar fácilmente la tendencia histórica. En consecuencia, el aumento global del poder adquisitivo de los ingresos de los hogares se ha mantenido en niveles relativamente normales en los últimos años, incluso teniendo en cuenta las elevadas tasas de inflación (Gráfico).

El poder adquisitivo real de los consumidores ha aumentado a pesar de la elevada inflación
Variación porcentual interanual de los sueldos agregados de los hogares
El poder adquisitivo real de los consumidores ha aumentado a pesar de la elevada inflación

El análisis histórico no garantiza los resultados futuros.
Hasta el 31 de julio de 2023
Fuente: LSEG Datastream y AB

Es probable que los hogares den marcha atrás, pero no mucho

Teniendo en cuenta los buenos datos de ahorro e ingresos que observamos, no es de extrañar que los hogares hayan conseguido mantener su consumo en los últimos trimestres. Sin embargo, prevemos que esta situación cambie por varias razones. 

En primer lugar, vemos señales de que el mercado laboral comienza finalmente a debilitarse. El crecimiento de los salarios ha empezado a ralentizarse y el ritmo de contratación registra una leve desaceleración, unas tendencias que prevemos continúen. También creemos que los hogares ya se han gastado la mayor parte del exceso de ahorro que acumularon durante la pandemia: los saldos de los activos líquidos se han reducido hasta situarse en torno a su tendencia a largo plazo. 

Más allá de las cuestiones básicas, es probable que otros factores hagan mella en el consumo de ahora en adelante. Está previsto que a principios de octubre se reanude la amortización de los préstamos estudiantiles, suspendida desde hace unos tres años, lo que afectará a casi todos los prestatarios. Además, el 16 de octubre, los hogares y las empresas californianos deberán pagar los impuestos que fueron aplazados por los eventos climatológicos del invierno y la primavera, lo que también afectará a las finanzas de los hogares.

Ninguno de estos factores nos hacen pensar en un inminente hundimiento del consumo. Sin embargo, sí que prevemos que los hogares reduzcan algo su gasto de ahora en adelante, a medida que disminuya la fortaleza de sus finanzas colectivas. 

Un patrón de espera para el gasto global y apuesta por opciones más baratas

Ya vemos señales iniciales de esta transición, aunque los niveles de gasto globales apenas han cambiado en los últimos tiempos. Detrás de este patrón de espera para el gasto se observa una combinación cambiante en los hábitos de compra: la adquisición de bienes retrocede hacia los niveles previos a la pandemia, mientras que el gasto en servicios sigue siendo sólido. Mientras que los aparatos domésticos y las barbacoas marcaron el período de «quedarse en casa» por la pandemia, ahora las preferencias se inclinan cada vez más hacia los billetes de avión y las estancias en los hoteles los 

Los consumidores también comienzan a apostar por opciones más baratas a la hora de comprar. Esta tendencia podría suponer una renuncia a los restaurantes de mayor nivel y una mayor preferencia por las cadenas de comida rápida. También podría traducirse en una apuesta cada vez mayor por las marcas blancas en lugar de los productos de marca. Todas estas señales apuntan a un sector del consumo cada vez más consciente de los precios y del gasto.

Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, es probable que se cree un entorno de ligero aumento de las señales de tensión, como cancelaciones de tarjetas de crédito y morosidad. No obstante, creemos que los consumidores siguen teniendo reservas suficientes como para que la incipiente desaceleración no sea muy acusada.  

La principal variable que hay que vigilar es el mercado laboral. La historia demuestra que mientras los ingresos sigan llegando, los hogares norteamericanos probablemente los gastarán.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.