Con los bancos copando la atención, la Reserva Federal apunta a un optimismo (cauto)

23 marzo 2023
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La Reserva Federal elevó ayer su tipo de interés de referencia en 25 puntos básicos (pb) hasta una banda de entre el 4,75% y el 5,0% e indicó que es probable que lleve a cabo una subida más en este ciclo. Algunos inversores pueden considerar desacertada esta postura: en vista de las turbulencias bancarias, ¿por qué seguir endureciendo la política monetaria con tipos más altos que ya están causando problemas? ¿Podría esta decisión reflejar pesimismo, con una Reserva Federal tan preocupada por la inflación que debe seguir elevando el precio del dinero a pesar de las dificultades del sector bancario?

Nosotros creemos que es al contrario: pensamos que las decisiones de la Reserva Federal reflejan un optimismo cauto de dos formas significativas.

La Reserva Federal no está escuchando el eco de crisis pasadas

En primer lugar, la decisión de la Reserva Federal de subir los tipos oficiales sugiere confianza en que las turbulencias del sector bancario no se traducirán en una espiral que lleve a una crisis sistémica. La declaración del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) describe el sector como «sólido y resiliente» y, Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, reiteró esta expresión en su rueda de prensa.

Powell también indicó que la Reserva Federal considera que las salidas de depósitos se están ralentizando y que la respuesta de política desplegada hasta la fecha ha brindado suficiente liquidez para mantener estable el sistema en su conjunto. Al elevar los tipos, la Reserva Federal está expresando, en esencia, confianza en que el sector bancario es suficientemente robusto para capear este episodio a pesar de las dificultades de los últimos días.

Los inversores no deberían confundir esta actitud con un optimismo ciego: positivo, sí, pero cauto. Powell dejó muy claro en sus observaciones que el banco central seguirá de cerca la liquidez de los bancos en los próximos días, con el fin de asegurar que el conjunto del sistema no sufra tensiones.

Los responsables de la política monetaria prevén que las turbulencias bancarias hagan parte de su trabajo

La segunda razón para deducir optimismo de la Reserva Federal dimana de sus nuevas previsiones para los tipos. El banco central estadounidense no elevaba el precio del dinero desde diciembre, ni siquiera con los recientes indicadores que apuntaban una inflación más persistente, un crecimiento económico más rápido y un mercado de trabajo más sólido de lo previsto. Antes de los problemas bancarios, numerosos inversores esperaban una senda de tipos más altos, puede que hasta del 6%, procediendo ese ímpetu aparentemente de los datos recientes. La Reserva Federal, sin embargo, apuntó la posibilidad de que solo quede por delante una subida de los tipos. 

¿El motivo? En lugar de considerar las turbulencias bancarias un riesgo puramente a la baja, la Reserva Federal está adoptando la optimista perspectiva de que unas condiciones de crédito más restrictivas derivadas de una conducta más conservadora de los bancos servirán de complemento para la consecución de los objetivos de política: visto de esta forma, una ralentización en la concesión de financiación no hará descarrilar la economía, sino que contribuirá a volver a equilibrarla ralentizando el crecimiento de un modo tan solo moderado. Esta evolución haría parte del trabajo de la Reserva Federal, haciendo posible subidas de tipos de menor magnitud.

Optimismo cauto... acompañado de vigilancia

Los inversores deberían tener de nuevo en cuenta que el optimismo del FOMC es cauto, no desenfrenado. De la misma forma en que la Reserva Federal supervisará la liquidez de los bancos a corto plazo, también vigilará la financiación bancaria a medio plazo para comprobar si se materializa esta visión optimista de ralentización, que no detención.

A fin de cuentas, el enfoque de la reunión del FOMC de esta semana parece sensato. La Reserva Federal y Powell reconocieron la incertidumbre y la necesidad de flexibilidad de cara al futuro. Puede que el banco central se muestre ahora relativamente optimista, pero no creemos que solo el optimismo vaya a definir las elecciones que tome en el futuro en clave de política. Todavía estamos en el principio de este episodio: es demasiado pronto para saber exactamente dónde y cómo acabará o para medir el impacto económico. Así pues, el optimismo es positivo, pero la cautela sigue estando justificada.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.