El universo de la muestra abarcaba una amplia variedad de empresas: 46 ubicadas en Estados Unidos, 32 en Europa y 49 en Asia. La capitalización de mercado también era variada, así como su sesgo a valor y crecimiento, sus industrias y sectores, entre los que figuraban tecnología, energía, industria manufacturera, comercio minorista y medios de comunicación.
Comenzamos revisando los informes de inversión sostenible, tanto específicos sobre cuestiones ESG como incluidos en informes anuales más generales. Se señalaron las palabras y expresiones pertinentes, como «árboles», «bosques» y «cartón». Los apartados en los que se encontraron dichos términos se examinaron detenidamente para comprobar su contexto y materialidad.
Para ayudar a cuantificar los niveles de exposición a la deforestación y de riesgo, medimos el porcentaje de la cifra de negocios de una empresa que dependía de materias primas principales con riesgo forestal, conforme a los informes del año anterior. Entre las empresas con políticas activas de forestación, analizamos más a fondo el origen y la trazabilidad de las materias primas, algo que, a nuestro juicio, indica el grado de compromiso y los progresos de una empresa. Es decir, ¿la empresa es capaz de realizar la trazabilidad de las materias primas hasta su lugar de producción, o al menos hasta tal punto que pueda garantizar el cumplimiento de sus políticas? Asimismo, preguntamos en qué medida los proveedores se adherían a la política.
Conclusión: se sigue subestimando el impacto de la deforestación
Nuestro análisis revelaba que la concienciación y los planes de acción en torno a los riesgos de deforestación eran considerables, con un aparente aumento de los mismos en prácticamente todas las industrias y sectores representados.
Por ejemplo, como es evidente, los productores de alimentos, que dependen principalmente de ingredientes cultivados, mostraban elevados niveles de riesgo de deforestación. Ahora bien, aunque podría parecer que una empresa minorista está menos expuesta, el panorama cambia cuando observamos las enormes extensiones de cubierta forestal que desaparecen para fabricar materias primas que van destinadas a sus productos y sus embalajes.
Curiosamente, las empresas financieras no están tan alejadas del riesgo de deforestación como podría parecer. Nuestro análisis indicaba que ocho empresas financieras estaban expuestas por asociación, aunque tres —todas ellas estadounidenses— contaban con políticas muy poco ambiciosas, entre ellas Charles Schwab.
Entre las empresas encuestadas, solo la mitad contaba con una política de forestación, que puede abarcar una variedad de iniciativas para ayudar a revertir el cambio. Por ejemplo, la reforestación consiste en plantar árboles o repoblar con ellos bosques que habían existido hasta hace muy poco; la aforestación consiste en plantar bosques donde históricamente no los ha habido; y la restauración forestal ayuda a que los bosques degradados recuperen su estructura, sus procesos ecológicos y su biodiversidad.
El universo no incluía empresas directamente ligadas a la agroindustria, pero el 34% guardaba relación con ella de manera tangencial. A pesar de su exposición, alrededor del 22% carecía de planes orientados a la forestación. Entre ellas figuraba la empresa tecnológica danesa Genmab y la multinacional tecnológica china Tencent. No obstante, Tencent está comprometida con realizar operaciones respetuosas con el medio ambiente, aprovechando la tecnología para impulsar el uso sostenible y la protección de los recursos naturales. Por ejemplo, la empresa aplica tecnologías de inteligencia artificial y computación en la nube en soluciones basadas en la naturaleza para abordar cuestiones de digitalización y eficiencia surgidas en el proceso de conservación ecológica. Genmab, por su parte, ha obtenido la calificación A de Ethos ESG en las categorías de acceso a una sanidad asequible y salud infantil y materna.
American Tower, un fondo de inversión inmobiliaria, y TJX Companies, un grupo de comercio minorista, ambos estadounidenses, obtuvieron puntuaciones elevadas en riesgos de deforestación, a pesar de que cuentan con programas sólidos para contrarrestarlos. American Tower, que limpia terrenos para construir y arrendar infraestructuras de comunicación inalámbrica, se ha comprometido a sustituir cada árbol que elimine con 50 en las altas llanuras estadounidenses y en el Estado de California. Nuestro análisis nos ha permitido desarrollar un marco que ofrece un buen punto de partida para que los inversores evalúen la exposición de una empresa al riesgo de deforestación y sus políticas de forestación (Figura), información que puede ayudar a orientar los esfuerzos de implicación.