Para aquellos inversores orientados a cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), estos ODS pueden servirles de orientación para encontrar empresas financieras cuyos productos y servicios promuevan el desarrollo sostenible. A continuación, investigando sus negocios y comportamiento empresarial, podemos encontrar empresas que se ajustan a los ODS y que gozan de ventajas competitivas que sustentan un potencial de rentabilidad interesante. Creemos que los inversores en renta variable pueden tener acceso a empresas atractivas que promueven los ODS en las partes del sector financiero que se indican a continuación.
Mercados financieros: establecer unas condiciones de igualdad
Desde las entrañas de toda economía y sociedad, los mercados financieros garantizan que el capital fluya libremente hacia y desde las empresas y las personas. Las investigaciones académicas llevan mucho tiempo señalando la importancia de unos mercados bursátiles debidamente desarrollados para promover el crecimiento económico optimizando la asignación de recursos, la competencia y la innovación. Los mercados de valores también ayudan a mitigar los riesgos reduciendo la volatilidad de los movimientos que sufren los precios de los activos y que podrían lastrar la estabilidad monetaria y el empleo.
El precio de unos mercados desestabilizados lo pagamos todos. Los bancos reducen el crédito, primero a los particulares menos solventes y también a las pequeñas y medianas empresas. Los precios de los activos se hunden y los pagos se demoran. La inestabilidad de los mercados bursátiles mina la confianza en el sistema financiero y económico, lo que tiene consecuencias devastadoras para el ahorro y las pensiones de las personas. Y es que los que más suelen sufrir en una crisis financiera son aquellos que no disponen de una holgura financiera suficiente.
La transparencia y la liquidez son los cimientos necesarios para la estabilidad de los mercados, pues facilitan unas condiciones de igualdad para todos los participantes, incluidas aquellas personas que generalmente no tienen un acceso suficiente a los servicios financieros o que están excluidas del sistema financiero. Para promover la transparencia y la liquidez, los mercados de valores recopilan una amplia variedad de datos de empresas y participantes del mercado. En algunos casos, esta información se facilita a los reguladores para ayudarles en su labor de supervisión. Como ejecutores de normativas y reglamentos, los mercados de valores tratan de garantizar que los participantes del mercado tengan un comportamiento justo y ético para proteger a todos los inversores.
Puede que los críticos sostengan que los mercados de valores solo son útiles para los inversores acaudalados, pero no estamos de acuerdo con esa idea. Todo el mundo se beneficia de un mercado financiero que funcione y de la estabilidad económica: desde particulares que necesitan un préstamo para comprar una vivienda o un vehículo, hasta empresas que requieren capital para poder crecer.
Proveedores de datos financieros: la información favorece la inclusión
Si la transparencia y la liquidez constituyen el eje de unos mercados financieros saludables y operativos para toda la sociedad, los datos son la sabia de la que estos se alimentan. Para fomentar la inclusión financiera es fundamental disponer de datos de mejor calidad.
Según la empresa irlandesa de información sobre crédito al consumo Experian, alrededor de 1.400 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios financieros básicos, y casi 850 millones no disponen de documentos de identidad oficiales. En Brasil, 63 millones de personas tienen deudas excesivas que afectan a sus calificaciones crediticias. Asimismo, alrededor de 28 millones de personas en Estados Unidos y entre 4 y 5 millones en el Reino Unido son invisibles para el crédito, ya que sus perfiles financieros no son suficientemente amplios como para permitir una evaluación por parte de las entidades financieras, tal y como señala Experian. Sin acceso a financiación asequible, las personas no pueden comprar viviendas, conseguir atención sanitaria, estudiar o crear una empresa.
Las agencias de crédito proporcionan información sobre la solvencia de los prestatarios que permite a los bancos conceder préstamos y fijar unos tipos de interés adecuados. Los clientes con rentas bajas y las pequeñas empresas suelen tener dificultades para crearse un perfil crediticio porque no disponen de historial de crédito y son invisibles para el sistema. Sin embargo, las agencias de crédito disponen actualmente de nuevas vías para ayudar a las personas a reforzar sus perfiles crediticios mediante los datos relativos al pago de las facturas de suministros y de telefonía móvil. Estas agencias han empezado a ofrecer la posibilidad de que los particulares consientan compartir información sobre los pagos que realizan a tiempo para crear o mejorar su calificación de solvencia. De esta forma, establecen un vínculo con el sistema financiero, acceden a fuentes de financiación más baratas y se benefician de otros servicios.
Tecnología de pagos: ampliar el acceso a los servicios financieros
Utilizar datos para mejorar los perfiles crediticios constituye un paso en la dirección adecuada para ampliar la inclusión financiera. Sin embargo, todavía hay demasiadas personas completamente excluidas del sistema financiero tradicional.
Según el Banco Mundial, en los últimos 10 años, el porcentaje de titulares de cuentas bancarias en todo el mundo ha pasado del 51% de los adultos mayores de 15 años en 2011 al 76% en 2021. Sin embargo, en las regiones y países con ingresos bajos, a muchas personas se les sigue cerrando la puerta al sistema (Gráfico).