La innovación farmacéutica puede salvar los escollos que plantean los topes a los precios de la nueva ley estadounidense

Perspectivas de inversión en acciones del sector sanitario

01 noviembre 2022
5 min read

El coste de los medicamentos con receta supone una carga eterna para muchos norteamericanos. Aunque la nueva legislación federal pueda aliviar pronto esta situación, algunos inversores temen que sea a costa de la rentabilidad.

La nueva Ley de Reducción de la Inflación va unida a un mandato amplio por el que las empresas farmacéuticas deben limitar o reducir los precios de los medicamentos, especialmente de la insulina y los anticoagulantes, que se encuentran entre los más recetados del país. Tal y como se esperaba, los controles a los precios han aumentado el temor de los inversores a que las empresas tengan menos incentivos para el desarrollo de nuevos medicamentos vitales, un proceso largo y costoso.

No obstante, nuestro análisis señala que el desarrollo de medicamentos con receta podría acelerarse en vez de frenarse, gracias a las nuevas tecnologías y a las mayores eficiencias de costes en las carteras de proyectos de las farmacéuticas.

La bajada del precio de los medicamentos puede suponer un cambio radical

Aumentar la asequibilidad de medicamentos esenciales que pueden ser prohibitivos para muchos norteamericanos reduce realmente la carga financiera de las personas. De hecho, alrededor de dos tercios de las insolvencias de particulares en Estados Unidos están relacionadas con los altísimos gastos médicos. Además, las millones de personas que no pueden permitirse comprar los medicamentos recetados arriesgan sus vidas racionando por su cuenta dichos fármacos o renunciando a ellos.

Por otro lado, los medicamentos siguen siendo más rentables que los servicios médicos u hospitalarios, si nos basamos en sus precios como porcentaje del gasto sanitario total de Estados Unidos. La industria farmacéutica sigue ofreciendo valor relativo, pero siempre es posible hacerlo mejor, y creemos que la nueva ley ayudará a que así sea.

Por ejemplo, el principal beneficiario de la ley será Medicare, el mayor comprador de medicamentos con receta del país. La ley otorga a Medicare la facultad de negociar los precios y garantizar reembolsos para tratamientos costosos, lo que podría suponer un ahorro de miles de millones de dólares. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), solo en la Parte D de la cobertura de medicamentos de Medicare se gastan alrededor de 111.000 millones de dólares.

Además de las facultades de negociación, la nueva ley limitará el gasto para los pacientes de los medicamentos con receta de Medicare a 2.000 dólares al año y el coste de la insulina será de 35 dólares mensuales como máximo (Gráfico). También extenderá los subsidios a los medicamentos a las personas cubiertas por la Ley de Cuidado de Salud Asequible, cuyo número se ha disparado desde la crisis económica provocada por la COVID-19.

Principales disposiciones sobre los medicamentos con receta de la Ley de Reducción de la Inflación
Principales disposiciones sobre los medicamentos con receta de la Ley de Reducción de la Inflación

Datos a 18 de agosto de 2022
Fuente: Kaiser Family Foundation y AllianceBernstein (AB)

El perjuicio para los beneficios y la actividad de I+D podría ser mínimo

Mientras el regulador ultima los detalles, hay preocupación de que los controles sobre los precios puedan afectar a la actividad de investigación y desarrollo (I+D), considerada la esencia del sector farmacéutico, lo que en última instancia reduciría los incentivos a la innovación y mermaría la capacidad de encontrar nuevos remedios y tratamientos.

No obstante, cabe señalar que las reducciones de los precios negociados solo se aplican a los tratamientos más costosos que llevan un tiempo en el mercado: al menos nueve años en el caso de las pastillas y 13 años en el caso de los inyectables. Esto significa que el mandato de negociación, cuando entre en vigor en 2026, afectará únicamente a 10 medicamentos (de los 20.000 que actualmente están autorizados por la FDA). La influencia de la ley en el número de nuevos medicamentos que salen al mercado probablemente también será moderada. De los 50 nuevos medicamentos que se lanzan anualmente, la CBO estima que solo uno se verá directamente afectado.

A su vez, el sector farmacéutico seguirá transformándose, especialmente, por la evolución de las herramientas, los plazos y la tecnología de la que se sirve, todo ello en beneficio de las empresas que se suban a la ola. Algo que no cambiará es, a nuestro juicio, la dinámica del I+D. La innovación está en un momento álgido en todo el sector sanitario en áreas como la secuenciación del ADN, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que tienen importantes aplicaciones en el descubrimiento y el desarrollo de medicamentos.

La secuenciación del ADN ha dado un impulso formidable a la investigación farmacéutica, y el coste asociado a su utilización se ha reducido de manera constante. De hecho, en los últimos 20 años, la lectura del genoma humano ha pasado de costar millones de dólares a tener un precio de unos cientos de dólares. Quizás los avances más destacados han sido las recientes vacunas de la COVID-19, algunas de ellas basadas en la nueva tecnología ARNm que se utiliza actualmente para tratar el cáncer, la artritis y otras enfermedades.

Los modelos de negocio inteligentes siguen conduciendo al éxito

Los nuevos productos farmacéuticos pueden tardar hasta 12 años desde su concepción hasta su comercialización, y las empresas de pequeño tamaño representan una proporción cada vez mayor de la cartera de proyectos del sector (Gráfico). Si bien el desarrollo de medicamentos seguirá en manos tanto de las grandes empresas como de las pequeñas, los avances científicos alientan la creación de nuevas compañías y atraen financiación para el desarrollo de fármacos, como ponen de manifiesto las carteras de proyectos cada vez mayores de las pequeñas empresas biotecnológicas.

Proporción de la cartera de proyectos del conjunto del sector farmacéutico por tamaño de empresa
Proporción de la cartera de proyectos del conjunto del sector farmacéutico por tamaño de empresa

La rentabilidad histórica y los análisis actuales no garantizan los resultados futuros.
Datos a 26 de octubre de 2022
Fuente: Pharmaprojects y AB

Es por ello que pensamos que el sector se encuentra en las primeras etapas de un proceso en el que los últimos descubrimientos prometedores se convierten en tratamientos prácticos. Por consiguiente, en vez de debilitarse, la investigación y la innovación crecerán, y las empresas que proporcionen los picos y las palas para apoyar estas actividades seguirán siendo oportunidades de inversión interesantes.

Estas empresas son, por ejemplo, aquellas que facilitan la investigación biomédica, como centros especializados, servicios para ensayos clínicos y equipos y productos químicos para pruebas. También deberían beneficiarse las empresas que introduzcan innovaciones en la forma de administración de los tratamientos, como los fabricantes de parches transdérmicos. Además, cuando la autoadministración de medicamentos resulta más sencilla, las tasas de adherencia aumentan significativamente, lo que puede favorecer a todo el sector. También nos fijamos en segmentos del sector farmacéutico menos expuestos a los vientos políticos, especialmente en investigación de ciencias de la vida en los ámbitos académico e industrial, áreas que probablemente no se verán afectadas por los topes a los precios de los medicamentos.

Lo más importante es que la nueva ley no cambia el hecho de que el crecimiento de la inversión a largo plazo esté ligado en gran medida al modelo de negocio de las empresas, y no a la situación de la ciencia o al clima político de cada momento. Las nuevas barreras a los precios hacen que sea necesario analizar más detenidamente los datos de beneficios empresariales; también requieren enfoques innovadores para gestionar los costes mientras se promueve una actividad valiosa de I+D. Ambas cosas deberían ser posibles a la vez que se traspasan a los consumidores esas ventajas de precios. Por ejemplo, el sector tecnológico ha aumentado exponencialmente su innovación durante años, mientras que los costes para los consumidores han caído considerablemente.

Como ocurre en cualquier otro sector, la inversión en el sector sanitario, y especialmente en el farmacéutico, se basa en la investigación y el análisis. Esto significa poner énfasis en empresas de calidad y precios razonables, con una rentabilidad del capital elevada o ascendente y sólidas capacidades de reinversión.

Los efectos totales de la Ley de Reducción de la Inflación no se sentirán hasta dentro de años, pero en su marco actual, millones de norteamericanos se beneficiarán de un acceso más asequible a medicamentos esenciales mientas los presupuestos federales reciben cierto alivio. Tal y como lo vemos, no todo es malo para el sector farmacéutico con la nueva ley. Las empresas que se centran en la eficiencia de los beneficios con enfoques innovadores hacia el I+D deberían prosperar con su aplicación, y los inversores que puedan encontrar dichas empresas también se beneficiarán de factores duraderos que impulsan el crecimiento a largo plazo.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.