El perjuicio para los beneficios y la actividad de I+D podría ser mínimo
Mientras el regulador ultima los detalles, hay preocupación de que los controles sobre los precios puedan afectar a la actividad de investigación y desarrollo (I+D), considerada la esencia del sector farmacéutico, lo que en última instancia reduciría los incentivos a la innovación y mermaría la capacidad de encontrar nuevos remedios y tratamientos.
No obstante, cabe señalar que las reducciones de los precios negociados solo se aplican a los tratamientos más costosos que llevan un tiempo en el mercado: al menos nueve años en el caso de las pastillas y 13 años en el caso de los inyectables. Esto significa que el mandato de negociación, cuando entre en vigor en 2026, afectará únicamente a 10 medicamentos (de los 20.000 que actualmente están autorizados por la FDA). La influencia de la ley en el número de nuevos medicamentos que salen al mercado probablemente también será moderada. De los 50 nuevos medicamentos que se lanzan anualmente, la CBO estima que solo uno se verá directamente afectado.
A su vez, el sector farmacéutico seguirá transformándose, especialmente, por la evolución de las herramientas, los plazos y la tecnología de la que se sirve, todo ello en beneficio de las empresas que se suban a la ola. Algo que no cambiará es, a nuestro juicio, la dinámica del I+D. La innovación está en un momento álgido en todo el sector sanitario en áreas como la secuenciación del ADN, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que tienen importantes aplicaciones en el descubrimiento y el desarrollo de medicamentos.
La secuenciación del ADN ha dado un impulso formidable a la investigación farmacéutica, y el coste asociado a su utilización se ha reducido de manera constante. De hecho, en los últimos 20 años, la lectura del genoma humano ha pasado de costar millones de dólares a tener un precio de unos cientos de dólares. Quizás los avances más destacados han sido las recientes vacunas de la COVID-19, algunas de ellas basadas en la nueva tecnología ARNm que se utiliza actualmente para tratar el cáncer, la artritis y otras enfermedades.
Los modelos de negocio inteligentes siguen conduciendo al éxito
Los nuevos productos farmacéuticos pueden tardar hasta 12 años desde su concepción hasta su comercialización, y las empresas de pequeño tamaño representan una proporción cada vez mayor de la cartera de proyectos del sector (Gráfico). Si bien el desarrollo de medicamentos seguirá en manos tanto de las grandes empresas como de las pequeñas, los avances científicos alientan la creación de nuevas compañías y atraen financiación para el desarrollo de fármacos, como ponen de manifiesto las carteras de proyectos cada vez mayores de las pequeñas empresas biotecnológicas.