Perspectivas para la renta variable:

Trazar un plan más allá de la incertidumbre

25 octubre 2022
5 min read

La volatilidad del mercado de renta variable se mantuvo en el tercer trimestre, ya que los inversores asumieron la nueva realidad marcada por una elevada inflación y unos tipos de interés en ascenso. Dado que la preocupación por la situación macroeconómica sigue marcando la pauta, adoptar un enfoque fundamental con las empresas puede ayudar a los inversores a trazar un plan en medio de la incertidumbre actual.

A pesar de los modestos avances durante el trimestre, las acciones de la mayoría de mercados han perdido terreno ganado y este año han sufrido fuertes caídas. El MSCI World Index perdió un 4,4% en el tercer trimestre en moneda local (Gráfico), y en lo que va de año el descenso es del 21,9%. Las acciones de Australia y Japón se comportaron relativamente bien. Los mercados emergentes se situaron a la zaga al verse afectados por los fuertes descensos de China.

Los mercados siguieron cayendo en un tercer trimestre volátil
Los mercados siguieron cayendo en un tercer trimestre volátil

La rentabilidad histórica y los análisis actuales no garantizan los resultados futuros.
*Australia está representada por el S&P/ASX 300; Japón por el TOPIX; pequeña capitalización EE. UU. por el Russell 2000 Index; Reino Unido por el FTSE All-Share Index; Europa excl. Reino Unido por el MSCI Europe ex UK Index; gran capitalización EE. UU. por el S&P 500; mercados emergentes por el MSCI Emerging Markets Index y China por el MSCI China A Index.
A 30 de septiembre de 2022.
Fuente: Bloomberg, FactSet, FTSE Russell, MSCI, Nasdaq, S&P, Tokyo Stock Exchange y AllianceBernstein (AB)

La mayoría de sectores sufrieron caídas durante el trimestre. Las acciones de consumo discrecional —que anteriormente habían sido las grandes víctimas de la preocupación por el crecimiento— registraron subidas. Las empresas energéticas siguieron repuntando, impulsadas por el aumento del precio del petróleo y el gas. Los sectores de atención sanitaria, tecnología y telecomunicaciones mostraron un peor comportamiento relativo. Las acciones de crecimiento (growth) superaron en rentabilidad a las de valor (value) en el trimestre, aunque en lo que va de año se sitúan muy a la zaga (Gráfico).

La mayoría de sectores sufrieron fuertes caídas; las acciones de crecimiento continúan a la zaga en lo que va de año
La mayoría de sectores sufrieron fuertes caídas; las acciones de crecimiento continúan a la zaga en lo que va de año

La rentabilidad histórica y los análisis actuales no garantizan los resultados futuros.
*Basado en el MSCI World Value Index, el MSCI World Minimum Volatility Index y el MSCI World Growth Index
A 30 de septiembre de 2022.
Fuente: FactSet, MSCI y AB

La inflación y los tipos de interés marcan el tono de los mercados

El cuarto trimestre comienza marcado por el pesimismo. La Reserva Federal estadounidense ha acometido fuertes subidas de tipos y su compromiso con una política monetaria agresiva es claro. No existe una «fórmula indolora» para controlar la elevada inflación, afirmó Jerome Powell, presidente de la Fed, el 21 de septiembre, después de que la autoridad monetaria subiera el tipo de interés de referencia 0,75 puntos porcentuales y situara el objetivo para los tipos de los fondos federales entre el 3% y el 3,25%. La declaración de Powell se interpretó como un reconocimiento de que la economía estadounidense se prepara para un aterrizaje brusco y, posiblemente, para una recesión.

En Europa, el Banco de Inglaterra y el BCE también se enfrentan a un difícil equilibrio que se ha visto agravado por una inminente crisis energética. Los altísimos precios del gas natural de cara al invierno amenazan con posibles racionamientos del combustible debido a la pérdida del suministro ruso al prolongarse la guerra en Ucrania. En el Reino Unido, Kwasi Kwarteng, el nuevo Ministro de Finanzas, presentó un «minipresupuesto» que incluía fuertes rebajas de impuestos y medidas de expansión fiscal en un momento en el que la inflación supera el 10%. El anuncio socavó la confianza de los inversores, lo que provocó caídas de la libra y elevó los riesgos de desestabilización de la economía. Aumenta el temor a que la zona euro también esté al borde de una recesión.

Las dinámicas son distintas en Asia. Japón podría ser el único país desarrollado del mundo que agradezca una inflación más elevada, y su banco central mantiene los tipos a unos niveles muy bajos. China también sigue una trayectoria diferente. Allí, los responsables de política monetaria están relajando las condiciones para impulsar una economía lastrada por las duras medidas contra la COVID-19 a comienzos de año y por un mercado inmobiliario tambaleante. Los datos de crecimiento económico siguen siendo débiles.

¿Entrará Estados Unidos o la economía global en recesión? ¿Cuándo se moderará la recesión y en qué nivel se estabilizará? ¿Hasta dónde subirán tipos de interés y durante cuánto tiempo? ¿Qué ocurrirá con los crecientes riesgos geopolíticos, desde los efectos de la guerra en Ucrania hasta las tensiones entre China y Taiwán?

Nadie conoce las respuestas. Sin embargo, los mercados de renta variable han dado fuertes bandazos durante la mayor parte del año en un contexto marcado por el aumento de la inflación, las subidas de tipos y el temor al crecimiento. Evidentemente, la inflación y el crecimiento afectan a los flujos de efectivo y los beneficios de las empresas, y los tipos de interés tienen un papel fundamental a la hora de determinar las valoraciones de la renta variable. No obstante, cuando las tendencias macroeconómicas influyen de manera tan decisiva en los movimientos del mercado, los inversores tienden a no fijarse en las circunstancias específicas de las empresas que, en última instancia, determinan las rentabilidades futuras de la renta variable.

¿Cómo pueden los inversores posicionarse de manera diferencial?

Dado el alto grado de incertidumbre, resulta prácticamente imposible tener una elevada convicción en un único escenario económico. No obstante, si estudiamos los fundamentales de las empresas —un área que nuestros analistas dominan gracias a sus capacidades, conocimientos y experiencia—, podemos entender mejor cómo se comportarán las empresas ante una variedad de posibles desenlaces. Puede que esto no blinde las inversiones frente a la volatilidad, pero puede ayudar a posicionar las carteras para obtener buenos resultados a largo plazo al identificar aquellas empresas que están bien situadas para afrontar las cambiantes condiciones del contexto empresarial, o también a ajustarse estratégicamente a dichos cambios.

A vista de pájaro, a comienzos del tercer trimestre el panorama de beneficios parecía extrañamente positivo. Las estimaciones de beneficios en el lado de la venta no se habían reducido en general, lo que sugiere que los participantes del mercado todavía no preveían completamente el impacto de la tormenta económica. Sin embargo, creemos que esta situación no se mantendrá.

Sin duda, habrá más advertencias de beneficios cuando comience la temporada de resultados del tercer trimestre en octubre. Los inversores deben mirar con lupa los informes de las empresas y redoblar sus iniciativas de diálogo activo con los equipos directivos para identificar posibles víctimas, pero también oportunidades inesperadas.

Formular las preguntas adecuadas: desde el poder de fijación de precios hasta la presión sobre los márgenes

El poder de fijación de precios seguirá siendo un elemento diferenciador crucial en un mundo inflacionista. No obstante, identificar empresas de calidad con dicho poder exige unos conocimientos empresariales profundos. Por ejemplo, uno de nuestros equipos de inversión entabló un diálogo activo con productores de alimentos que comercializan sus marcas en Estados Unidos y Reino Unido. Para evaluar su capacidad de incrementar los precios, estudiamos el poder de sus marcas en cada mercado y nos preguntamos si los productos «premium» serían vulnerables en un contexto de contracción económica. Aun en el caso de que puedan elevar algunos precios, ¿será suficiente para cubrir la inflación de los costes y/o provocaría una reducción de la demanda? Es fundamental responder a este tipo de preguntas cientos de veces —en relación con los distintos sectores, empresas y países— para determinar si una acción sucumbirá a las presiones actuales o si, por el contrario, resulta ser una inversión sólida a largo plazo.

También es importante señalar el origen de las presiones sobre las empresas, una tarea difícil cuando estas están expuestas a numerosas fuerzas económicas. Pensemos, por ejemplo, en los cuellos de botella de las cadenas de suministro. En el sector del automóvil, no está claro si la debilidad de las ventas es un reflejo de los problemas de la cadena de suministro o del deterioro de la demanda. Es más probable que los problemas de la cadena de suministro se resuelvan antes. Los inversores deben investigar cómo evolucionan las dinámicas del sector y sus efectos en cada empresa en concreto.

Cuestiones como estas determinarán si las empresas pueden mantener sus márgenes para impulsar el crecimiento de las ganancias. Para ello, será necesario analizar más detenidamente un sinfín de datos: desde los costes de las materias primas hasta las fluctuaciones cambiarias, ya que la fuerte apreciación del dólar en lo que va de año tiene consecuencias diversas para las empresas (Gráfico). Realizar proyecciones de los beneficios y los flujos de efectivo resulta sumamente complejo en un entorno tan incierto. No obstante, ante el brusco descenso de las valoraciones en distintas partes del mercado, podemos comenzar a crear convicción preguntándonos si las acciones descuentan o no diversos resultados en lo que a beneficios se refiere. 

La apreciación del dólar afecta a los resultados de las empresas
La apreciación del dólar afecta a los resultados de las empresas

La rentabilidad histórica y los análisis actuales no garantizan los resultados futuros.
*Indexado a 100, a 31 de diciembre de 2021. El DXY Index es una medida del valor del dólar frente a una cesta de divisas.
†Rentabilidades con igual ponderación de los componentes del S&P 500 agrupados por porcentaje de ingresos obtenidos de actividades fuera de EE. UU. 
A 30 de septiembre de 2022.
Fuente: Bloomberg, FactSet, ICE Data Indices, S&P y AB

Redescubrir oportunidades: de la tecnología a la descarbonización

Las acciones de crecimiento son un buen ejemplo. El Goldman Sachs Non-Profitable Technology Index ha caído casi un 70% desde los máximos registrados el año pasado. Algunas empresas tecnológicas que han sufrido pérdidas tenían modelos de negocio cuestionables incluso en épocas más prósperas. No obstante, las valoraciones de las acciones tecnológicas se han contraído en todo el sector (Gráfico). De hecho, no solo en el sector tecnológico, sino en el conjunto del mercado de crecimiento, las acciones de empresas destacadas con modelos de negocio sólidos se negocian a unas valoraciones que no habíamos visto en años. Esto permite a los gestores de carteras growth identificar puntos de entrada atractivos en empresas con una rentabilidad y unas perspectivas de beneficios relativamente sólidas que podrían no haber sido accesibles en épocas anteriores. En otras palabras, podemos mejorar la calidad de los beneficios de una cartera a precios muy atractivos.

Las valoraciones de las acciones tecnológicas estadounidenses han caído con fuerza
Las valoraciones de las acciones tecnológicas estadounidenses han caído con fuerza

La rentabilidad histórica no garantiza los resultados futuros.
Basado en 497 acciones del S&P 500 y 76 acciones del sector de tecnológicas de la información del S&P 500.
A 29 de septiembre de 2022.
Fuente: FactSet, S&P y AB

En el sector tecnológico, el mal comportamiento relativo registrado desvía la atención de oportunidades que probablemente no se verían afectadas por la incertidumbre actual. Aunque el crecimiento de la tecnología de consumo comienza a desacelerarse conforme algunos gigantes tecnológicos alcanzan la madurez, creemos que empieza una nueva etapa de innovación: la transformación de la infraestructura basada en la tecnología que ofrece soluciones a problemas globales, desde la escasez de mano de obra y recursos, hasta la inflación y la crisis medioambiental. Independientemente de lo que ocurra con la economía, creemos que esta revolución impulsará la demanda de servicios basados en la nube, la robótica y la generación de energía alternativa.

De hecho, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono constituye un enorme esfuerzo global que durará años, y los problemas de sostenibilidad no van a desaparecer. La nueva Ley de reducción de la inflación de Estados Unidos incluye un compromiso sin precedentes de 369.000 millones de USD para mitigar el cambio climático. Por otra parte, en Europa, el esfuerzo para reducir la dependencia del gas ruso está acelerando las iniciativas de descarbonización en toda la región. Esto se traducirá en una inversión mayor de lo previsto inicialmente en soluciones climáticas, lo que crea oportunidades de inversión en ámbitos que van desde la energía alternativa hasta los biocomusltibles y los vehículos eléctricos, incluso aunque el crecimiento económico se desacelere.

Mantener la diversificación en mercados difíciles

Es improbable que la volatilidad se disipe pronto. Sin embargo, creemos que el mercado ya ha descontado en cierta medida los retos macroeconómicos. Por ejemplo, los flujos globales hacia la renta variable se han reducido hasta niveles sumamente bajos, un reflejo de la preocupación que sienten los inversores por el futuro. Creemos que esto crea buenas condiciones para que los gestores activos encuentren oportunidades en empresas capaces de capear el temporal.

Encontrar empresas de calidad con características resilientes será la clave para construir carteras sólidas en este período de inestabilidad. Dado que el rango de resultados es muy amplio —tanto para las economías como para las empresas—, creemos que los inversores deberían mantener asignaciones diversificadas que abarquen acciones growth, value y core, así como diversas regiones. En el caso de los inversores preocupados por la futura volatilidad, las estrategias de renta variable de baja volatilidad les pueden ayudar a protegerse de la caídas en un contexto vez más turbulento.

Resulta imposible predecir cuándo se darán la vuelta los mercados de renta variable. No obstante, la historia demuestra que las recuperaciones pueden producirse con gran rapidez, y los inversores que se pierdan los mejores días de un rebote estarán renunciando a fuertes ganancias. Asimismo, los mercados suelen alcanzar mínimos antes de que la economía toque fondo.

Lo más probable es que nos dirijamos hacia un nuevo orden económico mundial caracterizado por una inflación y unos tipos de interés en niveles que no hemos visto en muchos años. No obstante, a medida que el mundo se transforma con rapidez, creemos que los inversores seguirán teniendo la necesidad de acceder al potencial de rentabilidad que ofrece la renta variable para cumplir sus objetivos. Si examinan minuciosamente los fundamentales de las empresas, los inversores podrán trazar un plan para abrirse paso en el actual contexto de incertidumbre, un entorno que crea oportunidades muy diversas capaces de ofrecer un potencial de rentabilidad superior a largo plazo. 

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.

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