La política laxa favorecería a la deuda soberana de zona euro y UK; y los fundamentales, factores técnicos y valoraciones a sus mercados de crédito.
El año 2023 nos ha traído desde una inflación persistentemente elevada hasta turbulencias económicas y geopolíticas, y ha sido un periodo complicado para los inversores en bonos europeos. Sin embargo, observamos oportunidades atractivas de cara a 2024.
El descenso de la inflación abre la puerta a recortes de tipos
La inflación de la zona euro ya se aproxima a su objetivo y, ante la probabilidad de una mayor convergencia, los tipos bajarán a mediados de 2024 y en 2025. Teniendo en cuenta el historial de bajo crecimiento económico de la zona euro, prevemos que los tipos podrían cerrar 2025 en el 2,75%, es decir unos 45 puntos básicos (pb) por debajo de lo que los mercados descuentan en estos momentos. El Reino Unido seguirá una trayectoria de recortes de tipos similar, aunque una desinflación ralentizada impondrá un ritmo más pausado. Cabe esperar que el descenso de los tipos sea positivo para la deuda pública de las dos regiones, así como para algunos segmentos del mercado de crédito.
Ahora que hemos dejado atrás la era de tipos negativos, los bonos de deuda pública a 10 años con calificación AAA de la zona euro ofrecen yields positivos próximos al 3%, lo que deja margen para un descenso de los yields y un aumento significativo de los precios. En caso de que el crecimiento económico decepcionase o una perturbación provocase un descenso de los mercados de renta variable y de crédito, los bonos soberanos de la zona euro y de RU parecen en condiciones de mostrar un buen comportamiento.
La posible pronunciación de las curvas de rendimientos europeas
Lo que más preocupa a los mercados de deuda pública de la zona euro y RU es el aumento de los déficits fiscales, que provocan un exceso de oferta de deuda pública y un aumento de las primas de riesgo de inflación. Estas presiones globales apuntan a una probable pronunciación en el tramo de vencimientos a largo plazo de las curvas de ambas regiones, en el que estos factores suelen tener el mayor impacto y donde creemos que los inversores deben mantener una infraponderación.
Actualmente las curvas de rendimientos de RU y la zona euro se muestran excepcionalmente planas y cabe esperar que sus tramos de vencimientos a largo plazo se pronuncien de forma significativa cuando regresen a unos niveles más normales. El diferencial entre los yields de los bonos a corto y a muy largo plazo alcanza actualmente los 20 pb en Alemania y los 43 pb en RU, frente a unas medias en el tramo a 12 años próximas a los 105 pb (Gráfico).