La solución: mantener exposiciones más resilientes a la inflación
Creemos que los mejores resultados de una estrategia equilibrada en estilos se deben a una mayor equilibro entre la exposición al growth y al value, así como a una menor concentración de valores —un problema de la estrategia pasiva ponderada por capitalización bursátil—.
La puntuación en valor del -0,66% de la cartera ponderada por capitalización (Gráfico del centro) indica su fuerte exposición al growth, lo que hace que tenga muchas más posibilidades de registrar el peor comportamiento típico de un entorno de inflación elevada. Por el contrario, la puntuación en valor de la cartera de recursos del futuro equilibrada en estilos es próxima a cero, lo que indica la ausencia de cualquier sesgo significativo hacia el growth o el value —un atributo que impulsó su éxito comparativo—, sobre todo en entornos de subida de tipos.
Por otra parte, la cartera pasiva ponderada por capitalización tenía el 50% de sus posiciones concentradas en tan solo cinco acciones, lo que la hacía extremadamente vulnerable a la evolución de un grupo de empresas muy reducido (Gráfico de la derecha). Por el contrario, la cartera equilibrada en estilos estaba mucho más diversificada por lo que respecta a las ponderaciones de los valores, con menos de un 5% de sus activos en las cinco posiciones principales.
Cabe señalar que una construcción equilibrada en estilos requeriría unos mayores niveles de negociación y reajuste que un enfoque ponderado por capitalización. Esa es la clave para mantener un equilibrio entre growth y value, reduciendo la exposición a acciones que se han encarecido y aumentándola a aquellas que se han abaratado. No obstante, nuestra simulación indica que la actividad de negociación necesaria estaría en consonancia con los patrones de negociación normales de una cartera media de renta variable de gestión activa.
El panorama general
La cartera de recursos del futuro equilibrada en estilos no triunfa de forma constante. Es posible que se sitúe a la zaga del enfoque de ponderación por capitalización en caso de que las rentabilidades se desplomen. Sin embargo, en nuestra opinión, la inversión en recursos del futuro es una maratón y no un sprint. Esa es la razón por la que creemos que la aplicación de factores por estilos para construir una cartera puede dar lugar a una asignación diversificada con protección frente a la inflación que es posible que amortigüe las pérdidas cuando aumenten las rentabilidades y la inflación, ofreciendo al mismo tiempo exposición a un tema secular importante.
Creemos que las empresas de recursos del futuro desempeñarán un papel fundamental en el camino hacia la descarbonización. Sin embargo, dadas las presiones inflacionarias actuales, es importante incluir en cartera estas empresas orientadas al growth de forma consciente, y no mediante un enfoque de gestión pasiva que comporte importantes riesgos. Si consiguen el cálculo correcto, los inversores pueden disponer de otra herramienta más para combatir la inflación en una estrategia de rentabilidad real.