Con respecto a los que forman parte del grupo del sector privado, a continuación identificamos los productos y servicios específicos que contribuyen al logro de estas metas. Para esto fue necesario un análisis exhaustivo y riguroso, que a su vez resulta fundamental para el desarrollo de una estrategia de inversión.
La meta 7.2 de los , por ejemplo, promueve un mayor uso de las energías renovables en todo el mundo. Nosotros definimos 12 grupos de productos muy distintos, tales como baterías, materiales de construcción y equipos de generación de energía, que juntos contribuyen a la consecución de este objetivo ( como se muestra más arriba, a la derecha ).
Este paso también facilita otro punto importante de un plan de inversión sostenible: las exclusiones. Permite a los inversores identificar los productos que no están orientados a los ODS, en industrias como el tabaco, las armas, la pornografía o el juego. Por lo general, estos productos se excluirán automáticamente de una cartera sostenible.
De los productos a los temas de inversión
Una vez que hemos establecido qué productos son relevantes para la consecución de los ODS, podemos agrupar lógicamente estos productos en temas más fáciles de entender. Los temas pueden formar una estructura organizativa para realizar un análisis constante, pueden ser utilizados en la construcción de la cartera y también pueden facilitar la comunicación con el cliente.
Para simplificar la agenda de inversión, hemos desarrollado tres temas primarios: sanidad, empoderamiento y clima ( en el gráfico ). También hemos identificado 15 subtemas en cada una de estas categorías para aclarar algo más las oportunidades de inversión que representan los ODS. Dentro del clima, los subtemas incluyen, por ejemplo, generación de energía baja en carbono, eficiencia energética y transporte limpio.