Las tensiones geopolíticas de los últimos años han obligado a las empresas a reconfigurar sus cadenas de suministro y las estadounidenses están trasladando progresivamente su producción fuera de China. A pesar de que países como México y Vietnam han adquirido mayor protagonismo en las manufacturas globales, las empresas chinas continúan fuertemente implicadas.
La desglobalización está cambiando la forma en la que las empresas de los distintos sectores fabrican sus productos. Muchas de ellas están acercando sus manufacturas a su domicilio o trasladándolas a regiones menos proclives a verse envueltas en conflictos geopolíticos disruptivos.
El comercio fluye hacia México y Vietnam...
Como resultado, las importaciones de EE. UU. procedentes de China han descendido desde 2018 casi un 15% (Gráfico). Sin embargo, en ese mismo periodo, las exportaciones de China al resto del mundo han aumentado.
México y Vietnam han sido los grandes beneficiarios de los cambios en las cadenas de suministro. Sin embargo, eso no significa que China se haya borrado del mapa. De hecho, las exportaciones de China a Vietnam han aumentado un 72% desde 2018 y las importaciones de EE. UU. procedentes de Vietnam lo han hecho prácticamente en la misma proporción. Las exportaciones de China a México han aumentado un 155% en el mismo quinquenio. A pesar de que el PIB de México y Vietnam se beneficia de nuevas fuentes de comercio, las empresas chinas siguen integradas en las nuevas cadenas de suministro.
...pero las empresas chinas siguen formando parte del juego
Los datos de comercio sugieren que los fabricantes chinos se han adaptado rápidamente a una nueva realidad, abriendo establecimientos en destinos favorables para las manufacturas. Muchas están modificando la ruta de gran parte de sus envíos y/o trasladando sus centros de producción a otros países. En efecto, nuestros estudios indican que las empresas chinas representan casi el 50% de los proveedores de Apple en Vietnam.
Estos complejos patrones comerciales son importantes para las empresas chinas y para los inversores. Aunque puede que la desglobalización y los riesgos comerciales hayan apartado a algunos inversores de China, el impacto real sobre las empresas es mucho más difuso.
La diversificación de las cadenas de suministro fuera de China no siempre es algo sencillo. Las manufacturas globales se han encontrado a menudo con el problema de que hay empresas chinas con productos esenciales para procesos de producción complejos que no son fáciles de reemplazar. Ahora que se aproximan las elecciones estadounidenses, la preocupación por el comercio podría plantear nuevos interrogantes a las empresas chinas. A pesar de las presiones, creemos que los inversores en renta variable selectivos pueden encontrar empresas resilientes en China, con modelos de negocio que siguen formando parte integral del comercio global y que generan sólidos flujos de efectivo que favorecen el potencial de rentabilidad a largo plazo.
