¿Nos espera más volatilidad? Protégete con la renta variable defensiva

24 enero 2023
5 min read

Tras un accidentado 2022, los inversores están esperando que llegue el final del ciclo de endurecimiento monetario, y que con ello se acabe la brutal volatilidad del mercado. Pero, como los beneficios corporativos todavía se están ajustando al nuevo régimen, el camino será accidentado. ¿Qué pueden hacer los inversores de renta variable para reducir el riesgo?

El motivo de la volatilidad del mercado del año pasado fue principalmente la incertidumbre sobre la inflación y los tipos de interés. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no ha dicho cuándo dejará la Fed de subir los tipos de interés, pero sí ha señalado la intención de la Fed de moderar el ritmo de las subidas de tipos en los próximos meses.  

Una vez que veamos el tipo terminal de los fondos federales, pista libre para la renta variable, ¿es así? 

No necesariamente.  

Los riesgos actuales pueden hacer descarrilar los mercados 

Los mercados todavía están ajustándose a la pérdida de las principales fuerzas estabilizadoras que dominaron la era pre-COVID. Esto no significa necesariamente una repetición de 2022, pero desde nuestro punto de vista, los inversores harían bien en prestar atención a los potenciales catalizadores de la volatilidad de mercado—la inflación elevada, los tipos de interés al alza y un sector de tecnología de la información ya maduro que no va a seguir creciendo al mismo ritmo vertiginoso. 

Empecemos por la inflación. 

A pesar de las pruebas de que la inflación se está enfriando, entre ellas la bajada de los precios del gas y la desaceleración de los precios de consumo, la inflación está lejos de haber desaparecido. En noviembre, el Índice de Precios al Consumo de EEUU se elevó un 7,1% interanual —menos de lo esperado, pero no lo bastante poco como para aliviar los temores de inflación.  El indicador preferido de la Fed, el Índice de Precios PCE, también muestra que los aumentos de precios se están moderando, pero persisten. En la zona euro y en Reino Unido, la inflación de precios al consumo todavía excede el 10%, una cifra incómodamente elevada.

Aunque en 2023 llegue el final del ciclo de endurecimiento monetario, los bancos centrales de todo el mundo siguen subiendo los tipos al ritmo más rápido de las últimas dos décadas. Desde nuestro punto de vista, la Fed está en la segunda fase de su ciclo de endurecimiento, y es probable que todavía haya un par de subidas de 25 puntos básicos en 2023. Cuando la inflación se modere, las compañías y los mercados tardarán tiempo en ajustarse a la nueva realidad de tipos más altos y crecimiento económico más lento. Los inversores deben esperar más volatilidad a medida que este proceso se desarrolla.  

Los valores tecnológicos ya no son precursores de crecimiento

En la crisis del año pasado, los valores tecnológicos estuvieron en el epicentro de la volatilidad de mercado. Tras años de avances constantes, los inversores reconocen ahora que no todos los valores tecnológicos van a seguir creciendo siempre. Pero creemos que los temores que abarcan a todo el sector son infundados. 

Hace veinte años, la tecnología estaba marcada por un crecimiento explosivo, pero poca madurez o rentabilidad. Hoy día, la rentabilidad ha mejorado considerablemente junto con la expansión dentro del software, los semiconductores y los servicios de pago. 

Las compañías de hipercrecimiento, entre las que hay muchas firmas tecnológicas de altos vuelos, subieron durante la pandemia, pero fueron rechazadas en la sacudida de 2022. La causa principal de la infrarrentabilidad de las tecnológicas fue una rebaja de la calificación de compañías a las que les faltaba rentabilidad. Tanto en 2020 como en 2021, las acciones de muchas compañías tecnológicas orientadas a crecimiento que carecían de una trayectoria de rentabilidad alcanzaron precios muy elevados. Cuando en 2022 el principal interés del mercado pasó del crecimiento a la rentabilidad, estos valores se estrellaron.

Las empresas tecnológicas rentables han experimentado menos volatilidad 

Pero muchas compañías tecnológicas rentables, de alta calidad, que operan en un segundo plano, no se enfrentan a los mismos riesgos que los gigantes que están de cara a los consumidores. A menudo pasan desapercibidas. Son, por ejemplo, capacitadores tecnológicos de más bajo perfil y firmas de servicios de pago que tienen modelos de negocio sostenibles y corrientes de ingresos fuertes y recurrentes. Aunque suene extraño, creemos que seleccionar valores tecnológicos con estos atributos tiene características defensivas que pueden ayudar a protegerse frente al aumento de la volatilidad del mercado.  

El software es un caso interesante. Muchas compañías de software de alto perfil que estaban creciendo con rapidez, pero no tenían perspectivas de lograr una rentabilidad a medio plazo lograron máximos increíbles en 2021. Mientras el mercado se centraba más en la rentabilidad el año pasado, estos valores perdieron el interés de los inversores de una forma sorprendente. Sin embargo, una serie de empresas estables, de alta calidad que dejaron de estar en el radar de los inversores, evitaron esta montaña rusa. Es este tipo de compañías las que creemos que todavía pueden tener calificaciones atractivas, con menos volatilidad general.  

Además, los sectores tradicionalmente defensivos, como la asistencia sanitaria y los productos básicos de consumo, generalmente han presentado menos riesgo de beneficios durante las crisis económicas (Gráfico).

Los sectores defensivos han sido más resilientes en recesiones anteriores
Los sectores defensivos han sido más resilientes en recesiones anteriores

La rentabilidad histórica no es garantía de resultados futuros.
Las revisiones de 2022 son las revisiones EPS durante el periodo de 12 meses que acaba el 31 de diciembre de 2022.
La recesión económica está representada por un valle en el Índice de Gestores de Compras (PMI), una medida de la producción industrial.  Las fechas valle son: 31 de diciembre de 2008, 30 de noviembre de 2012, 29 de enero de 2016, 30 de abril de 2020. Se asume que la fecha valle para 2023 es el 31 de diciembre de 2022, aunque es posible que el valle real todavía no se haya alcanzado. Media es la media de revisiones EPS a lo largo de los 12 meses anteriores al valle PMI de diciembre de 2008 a diciembre de 2021. 
Datos de 31 de diciembre de 2022
Fuente: FactSet, MSCI y AllianceBernstein (AB)

Calidad, estabilidad y precio: las claves para atravesar tiempos inciertos

¿Cómo pueden entonces los inversores identificar los valores con potencial para capear los brotes de volatilidad del mercado? Creemos que un enfoque disciplinado, de baja volatilidad para comprar compañías estables de alta calidad al precio adecuado (QSP) proporciona a los inversores múltiples formas de mitigar el riesgo mientras siguen participando de los avances del mercado.

Para empezar, los inversores pueden reducir la inflación con calidad. Las compañías de calidad con fuerte poder de fijar precios a menudo demuestran una rentabilidad consistente, incluso en entornos inflacionarios. Ese tipo de firmas normalmente se encuentran en los sectores tradicionalmente defensivos, como las eléctricas y los productos básicos de consumo.

Los inversores también pueden compensar la ralentización del crecimiento con estabilidad. Las compañías estables cuentan con un colchón de protección en las bajadas porque normalmente tienen un menor beta—sensibilidad al mercado general—que las firmas de crecimiento tradicionales. El análisis fundamental puede encontrar compañías con características de estabilidad en una amplia gama de sectores, incluyendo las financieras, energéticas y de tecnología de la información.

Nuestro análisis indica que las compañías que tienen una alta calificación en calidad y estabilidad tienen bastante efectivo y menos deuda en su balance que incluso las grandes compañías defensivas tradicionales.  De hecho, en 20 crisis de mercado entre el 1 de enero de 1970, y el 31 de diciembre de 2021, hemos encontrado que los valores del S&P 500 que han quedado en el quintil más alto según las características QSP se comportaron bien durante las crisis de mercado.

La calidad por sí misma se comportó de forma mediocre en 2022, pero la calidad aparejada con la estabilidad tuvo una mejor rentabilidad, además de mitigar el riesgo.  En el caso de la tecnología, este diferencial de rentabilidad fue particularmente chocante (Gráfico). Las estrategias de baja volatilidad que buscaban equilibrar riesgo y rentabilidad a través de la selección de valores bottom-up en los sectores defensivos tradicionales —además de los sectores como la tecnología, las financieras y la energía —tuvieron más palancas de las que tirar para gestionar la volatilidad.

Dentro de las tecnológicas, la exposición a la calidad, estabilidad y precio mitigó el riesgo en 2022
Dentro de las tecnológicas, la exposición a la calidad, estabilidad y precio mitigó el riesgo en 2022

El análisis histórico y las previsiones actuales no garantizan los resultados futuros.
Las rentabilidades de QSP corresponden al quintil de acciones con mayor Strategic Core Edge. Strategic Core Edge es el rendimiento esperado de un modelo propio que combina una serie de factores de calidad, estabilidad y precio, con una proporción de aproximadamente un tercio de cada componente de calidad, estabilidad y precio. Las rentabilidades de QSP corresponden al quintil de acciones con mayor Strategic Core Edge. Un inversor no puede invertir directamente en un índice o media y no están incluidos los cargos de ventas o gastos de operación asociados con una inversión en un fondo de inversión, lo que reduciría las rentabilidades totales.
Datos de 31 de diciembre de 2022
Fuente: MSCI y AB.

Evidentemente, puede resultar difícil encontrar estas firmas de alta calidad, resistentes a las crisis. Creemos que un enfoque de alta convicción que emplea gestión activa puede ayudar a identificar compañías con características de calidad y estabilidad a precios competitivos que no están plenamente apreciadas por el mercado.

Este marco para la selección de valores puede ayudar a los inversores a reducir las pérdidas durante una crisis mientras participa en la mayor parte de la subida durante la recuperación. Aunque la inflación y la volatilidad sigan siendo elevadas, los modelos de rentabilidad más uniformes pueden animar a los inversores a seguir invertidos en la renta variable a través de las crisis y posicionarse para tener mejores resultados en el largo plazo.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.

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