Esto se debe a que los años de bajos tipos de interés permitieron a las empresas emitir bonos con cupones mínimos y estos valores se negocian ahora con grandes descuentos respecto del valor nominal debido a las posteriores subidas de tipos.
Como resultado, creemos que los potenciales escenarios del mercado de crédito son los más favorables desde hace mucho tiempo. Los profundos descuentos respecto de los valores nominales ayudan a proteger las rentabilidades frente a caídas y ofrecen un mayor potencial de ascenso si el emisor experimenta un evento de crédito positivo. Además, dado que las rentabilidades iniciales han demostrado ser indicadores fiables de las rentabilidades futuras durante los próximos tres a cinco años, creemos que los bonos high yield de corta duración pueden ofrecer actualmente una rentabilidad potencial interesante a los precios actuales.
Los bonos a corto plazo de mayor calidad pueden ayudar a mitigar los riesgos de caída
Centrarse en los bonos de corta duración y alta calidad ayuda a mitigar dos grandes riesgos: la sensibilidad a los tipos de interés y la repercusión de los impagos resultantes de una ralentización económica. Los emisores de mayor calidad ofrecen fundamentales más sólidos y, por consiguiente, son más resilientes a dificultades económicas, como las subidas de tipos. Los bonos de corta duración dejan menos tiempo para que surjan impagos. También se benefician del «impulso del valor nominal» cuando los precios suben hacia el valor nominal al vencimiento, lo que creará una apreciación del capital con independencia de las fluctuaciones de los tipos de interés o de la evolución de la economía.
Por supuesto, con la ralentización de las economías en todo el mundo, lógicamente los fundamentales del crédito se deteriorarán desde los niveles actuales, y probablemente repuntarán los impagos y las rebajas de calificación. Sin embargo, creemos que los mercados ya lo han descontado en gran medida con respecto a las industrias y los créditos en situación de dificultad. En el caso de los emisores mejor situados, los fundamentales de crédito parten de una posición de solidez.
El resultado es un mayor margen de seguridad para proteger a los inversores de las repercusiones de las subidas de tipos o de un crecimiento previsiblemente menor. Una estrategia de crédito high yield de corta duración y alta calidad debería ofrecer una mitigación de pérdidas todavía mejor en caso de que las previsiones para las economías continúen deteriorándose.
Los bonos a corto plazo de mayor calidad pueden mejorar el equilibrio entre riesgo y remuneración
Para los inversores en bonos de perfil defensivo, creemos que ofrece todavía otra ventaja más con el paso del tiempo. Optar por una estrategia de bonos high yield de corta duración y mayor calidad crediticia puede reducir significativamente la volatilidad en comparación con el conjunto del mercado high yield, a cambio de solo una pequeña reducción de la rentabilidad (Gráfico).