Los retos en materia de sostenibilidad potencian las oportunidades para invertir en renta variable

03 agosto 2022
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El entorno de inversión se ha complicado considerablemente para la mayoría de las carteras sostenibles desde el comienzo del cuarto trimestre del año.

Algo que sí sabemos es que los retos para la sostenibilidad vinculados a este tipo de acciones siguen presentes: la crisis sanitaria sigue estando ahí, la crisis climática sigue estando ahí y la crisis social sigue estando ahí. Es más, los retos económicos a los que nos enfrentamos se están agravando, por lo que las oportunidades para que estas empresas ofrezcan soluciones no son menores, sino mayores. Por tanto, sigue habiendo oportunidades para la inversión sostenible.

Sin embargo, en épocas de mayor aversión al riesgo, como en la que claramente nos encontramos, numerosos inversores acortan sus horizontes temporales y numerosas oportunidades sostenibles, como sabemos, son más a largo plazo.

Así pues, nuestro trabajo consiste en valorar oportunidades con horizontes más amplios. He aquí el punto en el que nuestros análisis nos pueden diferenciar del consenso y donde radican las ineficiencias del mercado. Ninguna de las oportunidades de sostenibilidad ha cambiado en los últimos nueve meses: todas siguen ahí.

Podemos fijarnos en las temperaturas en todo el mundo y ver muy claramente que todavía nos enfrentamos a una crisis climática. Lo mismo sucede con las oportunidades: 134 países que representan el 90% del PIB mundial se han comprometido a que avancemos hacia la neutralidad para 2050. Esas oportunidades siguen ahí.

Existe una crisis energética evidente que la guerra en Ucrania ha agravado, pero una de las consecuencias es que Europa se ha comprometido a descarbonizar su economía una década antes de lo previsto antes de que estallara la guerra. Por tanto, la oportunidad que nos brinda la crisis climática no se ha reducido, todo lo contrario.

De manera similar, nuestro tema de la salud mantiene la misma vitalidad de siempre; incluye cuestiones como la innovación médica, el descubrimiento de fármacos y pruebas en laboratorio, que necesitamos desesperadamente porque la crisis de la COVID-19 no ha finalizado. Este tema abarca también la seguridad alimentaria y la provisión de agua limpia. Sucede lo mismo con esta cuestión: en todo el mundo, en parte por el aumento de las temperaturas, en parte por los conflictos globales, la crisis alimentaria no hace sino agravarse.

Invertimos en empresas de alta calidad y una de las características de este tipo de compañías es su resiliencia fundamental. Cuando el entorno es complejo, son más estables y sus beneficios tienden a aguantar mejor que el conjunto del mercado, justo lo que está sucediendo en este momento. A los inversores en empresas sostenibles de alta calidad no se les ha retribuido por eso este año, pero creemos que recogerán sus frutos.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.