Al César lo que es del César
Tras la ampliación registrada en las semanas próximas a los anuncios de aranceles, los diferenciales de crédito se encuentran ahora más cerca de sus máximos históricos, reflejo de un contexto macroeconómico relativamente benigno. En lo que va de año, el crédito ha mostrado gran capacidad de recuperación —más que la renta variable—, y ha sido una fuente importante tanto de rentas como de diversificación para las estrategias multiactivos.
Puede que los diferenciales (o las valoraciones) parezcan caras, pero creemos que es más importante centrarse en los niveles de los yields. De hecho, el yield-to-worst ha sido un mejor predictor de la rentabilidad para los próximos tres a cinco años que el diferencial, incluso en los mercados de bonos más difíciles. Y, en estos momentos, los yields del crédito han alcanzado niveles interesantes. Para gestionar el riesgo de cola, actualmente preferimos a los emisores de mayor calidad, como aquellos con calificación BB, frente a los bonos con menor calificación.
Posicionamiento para una mayor positivación de la curva de tipos
Seguimos viendo la duración, o la sensibilidad a las variaciones de los tipos de interés, como una importante palanca de diversificación dentro de una estrategia de rentas multiactivos. Prevemos que la inflación estadounidense alcance máximos en el tercer trimestre porque las presiones arancelarias han llegado antes. No obstante, teniendo en cuenta que las tendencias del mercado de trabajo y salariales se están enfriando, la Fed debería tener margen para reanudar los recortes de tipos de interés a finales de año.
Entre tanto, los tipos de interés siguen tratando de encontrar un equilibrio entre unas políticas expansivas, por un lado, y un repunte de los yields en los vencimientos más largos, por otro. Esto ha provocado una positivización constante de la curva de tipos. En consecuencia, creemos prudente apostar por bonos con vencimientos cortos e intermedios, un espacio en el que la relación riesgo-remuneración entre los yields y el riesgo de tipos de interés resulta más atractiva.
Ampliar la búsqueda de oportunidades de renta variable
Desde nuestro punto de vista, los mercados probablemente han dejado atrás lo peor de la tormenta de la guerra comercial, y los niveles de los aranceles posiblemente se situarán justo por encima de donde comenzaron el año. Todavía no estamos fuera de peligro, pero ahora que tenemos algo más de información sobre las políticas que hace unos meses, las empresas están en mejores condiciones de trazar planes. Los mercados de trabajo, la producción manufacturera y de servicios, y los beneficios empresariales también han resistido bien.
Seguimos asumiendo la tesis de la excepcionalidad estadounidense, ya que creemos que las características singulares del país siguen favoreciendo la existencia de oportunidades de inversión interesantes y diversas en comparación con otros países. No obstante, también vemos las muchas ventajas que ofrece la diversificación global entre acciones y bonos.
A pesar de su trayectoria volátil en abril, los mercados de renta variable globales alcanzaron máximos históricos a mediados de año. Las rentabilidades han seguido ampliándose más allá del grupo de potentes valores tecnológicos estadounidenses para incluir empresas de todos los sectores, regiones (Gráfico, izquierda) y factores, como growth, value y compañías que reparten altos dividendos (Gráfico, derecha). Esto refuerza nuestra idea de que una combinación amplia de renta variable conduce a estrategias de rentas multiactivos efectivas.