La agitación de los mercados este año ha reforzado importantes lecciones para los inversores sobre temas como las reacciones conductuales ante las caídas del mercado, la diversificación y la forma de hacer frente a cambios de políticas impredecibles.
Resistir la tentación de vender en situaciones extremas de los mercados
Muchos inversores saben que vender en un mercado en descenso puede ser contraproducente. Captura las pérdidas y a menudo provoca que se pierdan las ganancias de una recuperación, porque prever los puntos de inflexión del mercado resulta prácticamente imposible. Sin embargo, no es fácil mantener la entereza cuando los mercados se dejan llevar por el miedo y la incertidumbre.
La volatilidad extrema del segundo trimestre puso a prueba incluso a los inversores más resilientes. El anuncio por parte de Trump de unas medidas arancelarias radicales el 2 de abril provocó un descenso de los mercados del 12% en la semana siguiente. Sin embargo, tras el aplazamiento de los aranceles anunciado el 9 de abril, la renta variable global repuntó casi un 25% hasta el cierre del trimestre.
Los datos históricos nos sugieren que las acciones se han comportado bien con posterioridad a episodios de volatilidad, tanto en mercados desarrollados como en mercados emergentes. Nuestro análisis revela que cuando el índice VIX, que mide la volatilidad del mercado de renta variable de EE. UU., alcanzó niveles extraordinariamente elevados (entre 40 y 50), las rentabilidades medias del MSCI World y del S&P 500 en los 12 meses siguientes alcanzaron el 37,4% y 34,4%, respectivamente. Creemos que los máximos del VIX —observados a comienzos de abril— reflejan un temor a los peores escenarios posibles que generalmente no se materializan. Cuando los mercados se ajustan a resultados menos extremos, normalmente las acciones se recuperan. Este es el motivo por el que es importante mantener la disciplina en condiciones adversas.
Mantenerse atento a los beneficios
Para nosotros disciplina significa mantenerse centrado en los fundamentales. Si bien no podemos controlar los giros y las valoraciones de los mercados, en nuestra condición de gestores activos de carteras de renta variable podemos centrarnos en nuestra referencia de valor: los beneficios.
Los cambios de las políticas arancelarias afectan a los beneficios de formas complejas y la temporada de presentación de resultados del primer trimestre puso de manifiesto cómo se están adaptando las empresas. Algunas reconocieron dificultades en la cadena de suministro y ya estaban acumulando pérdidas a consecuencia del aumento de los aranceles y de las revisiones a la baja de las previsiones de beneficios (Gráfico). Sin embargo, muchas empresas compensan de forma activa la presión, diversificando o regionalizando las cadenas de suministro, concentrando los proveedores para obtener descuentos por volumen, aumentando las compras nacionales y subiendo los precios. Más recientemente, a medida que se han moderado los titulares sobre aranceles y los temores geopolíticos, las previsiones de beneficios y la incertidumbre política han evolucionado en una dirección más favorable.