La reapertura de China es positiva para la renta fija asiática

17 febrero 2023
6 min read

Los mercados han respondido favorablemente a la relajación de la política Covid cero de China, aunque todavía no está claro con qué rapidez y facilidad se recuperará la economía. Aunque es probable que aparezcan obstáculos en el camino, esperamos que la reapertura de China pueda llevar a más avances en la deuda y las divisas asiáticas en 2023.

Tras un 2022 difícil, los inversores globales buscan la luz al final del túnel. La reapertura de China y la consiguiente recuperación en los mercados de materias primas, divisas y renta variable vinculados a China, ofrecen razones para el optimismo (Display).

Los mercados de China han avanzado tras la reapertura
Los mercados de China han avanzado tras la reapertura

El análisis histórico no garantiza resultados futuros. 
El mineral de hierro está representado por el  Iron Ore Spot Price Index 62% Import Fine Ore Qingdao (USD), la deuda High Yield de China está representada por el JPMorgan China High Yield Index, la renta variable china está representada por el Shanghai Stock Exchange Composite Index, y el Renminbi está en el Onshore Spot CNY.
Hasta el 1 de febrero de 2023
Fuente: Bloomberg

También para los inversores de renta fija el tema de la reapertura ha sido el principal motor de la recuperación de los mercados de deuda y divisas de Asia en general. Como sucede a menudo, los mercados están subiendo, anticipando la llegada de tiempos mejores.  

Aunque la medida política de acabar con los confinamientos es decisiva y lleva directamente a un aumento de la actividad económica y la demanda de consumo, todavía no está claro con qué rapidez reabrirá la economía o si lo hará por completo, dado que los índices de contagio de la COVID19 están aumentando. Además, los datos de la perspectiva económica de China siguen poniendo de manifiesto lo difíciles que han sido los últimos años. Estos factores apuntan a que la recuperación será gradual y desigual.  

Pero incluso admitiendo esto, la dirección de la economía está clara, y las implicaciones para la inversión son positivas. Para los inversores de renta fija, vemos una oportunidad en la deuda y las divisas asiáticas, donde esperamos que haya más subidas en 2023.

La reapertura puede liberar la demanda contenida

Las dificultades económicas experimentadas por China en los últimos dos años quedan claras con los descensos de la confianza del consumidor y del sector inmobiliario (Display).

El sector de consumo e inmobiliario de China siguen teniendo dificultades
El sector de consumo e inmobiliario de China siguen teniendo dificultades

El análisis histórico no garantiza resultados futuros.
Datos hasta el 31 de enero de 2023
Fuente: Bloomberg y Departamento Nacional de Estadísticas de China

La culpa no ha sido sólo de la COVID19, ya que la intervención regulatoria también jugó un papel fundamental en el declive inmobiliario. La imagen no es del todo oscura debido a que entre los nubarrones del consumo se atisba un rayo de luz. El ahorro de las familias ha aumentado durante el confinamiento, lo que apunta a que habrá un efecto de demanda pospuesta, que—a medida que la economía reabre y aumenta la confianza de los consumidores—podría apoyar un crecimiento estable del consumo (Gráfico).

El ahorro del confinamiento podría alimentar el crecimiento del consumo
El ahorro del confinamiento podría alimentar el crecimiento del consumo

El análisis histórico no garantiza resultados futuros.
El consumo y el índice de ahorro reales de los hogares son hasta el 30 de septiembre de 2022; las estimaciones son del 31 de diciembre de 2022.
Fuente: Wind y AllianceBernstein (AB)

Desde nuestro punto de vista, la recuperación de la demanda de consumo será positiva para los mercados financieros chinos.  

Los inversores extranjeros, castigados por la volatilidad global y la política de COVID cero, adoptaron posiciones infraponderadas en China y en general siguen así. La demanda de consumo y otros indicios de fortaleza y durabilidad de la recuperación probablemente harán que se reequilibren las carteras en favor de China. 

Sin embargo, existen riesgos para esta perspectiva que se entienden mejor en el contexto del marco político general de China.  

Monitorizar el sector inmobiliario en busca de signos de estabilidad  

El marco se ha modelado respondiendo al deseo del Presidente Xi Jinping de lograr un equilibrio entre el crecimiento y los resultados sociales equitativos. En consecuencia, los inversores deben esperar un crecimiento más moderado y sostenible y centrarse en apoyar la innovación y la fabricación, elevar la renta per cápita, reducir la desigualdad en la repartición de la riqueza, y acometer más reformas del mercado.  

Es posible que el marco político se considere positivo a largo plazo, pero puede conllevar cierto grado de incertidumbre. Como ya hemos mencionado, el mercado inmobiliario de China ha sufrido bastante durante los últimos dos años, debido principalmente a la intervención regulatoria. Esta intervención estaba inspirada por los objetivos de igualdad social del presidente Xi.

Pero el crecimiento sigue siendo una prioridad del gobierno. Esto se confirmó en la última Conferencia Central del Trabajo Económico y se ha puesto aún más de manifiesto con una reapertura más rápida de lo esperado. También es evidente en el sector inmobiliario, donde el Banco Popular de China y la Comisión Regulatoria de la Banca y los Seguros de China implementaron recientemente medidas para ayudar al “desarrollo estable y sólido” del sector.  

Para los compradores e inversores, estas medidas incluyen tipos hipotecarios más bajos, un pago de entrada menor en las hipotecas, relajación de la eligibilidad para comprar casas, y subvenciones en efectivo para la adquisición de viviendas. Para los desarrolladores inmobiliarios, incluyen facilitar el cumplimiento de las restricciones a los créditos introducidas durante la campaña de medidas enérgicas.

Aunque estas medidas son alentadoras, creemos que los inversores deben seguir buscando atentamente signos de estabilidad en el sector de la vivienda a la hora de valorar el balance general de riesgos y oportunidades en la economía.  

La inflación será moderada

Otro riesgo es que la reapertura provoque un aumento de la inflación en China, como sucedió en otros países cuando salieron de la pandemia.  Pero, desde nuestro punto de vista, los efectos inflacionarios probablemente sean moderados. Aunque es posible que el Índice de Precios al Consumo Subyacente aumente, no creemos que se eleve a los niveles que se han visto en los mercados desarrollados.  

Una razón es que, aunque el ahorro de los hogares chinos ha aumentado, el apoyo que el gobierno ha prestado a personas y empresas durante los confinamientos ha sido muy inferior al de EEUU y Australia, por ejemplo.

Otra razón es que las dinámicas de inflación de los alimentos en Asia, incluida China, son diferentes de las de esos países. Por ejemplo, la inflación de los alimentos en mercados emergentes no asiáticos se ha elevado drásticamente durante los últimos dos años debido a la guerra de Ucrania y los problemas de las cadenas de abastecimiento. Lo mismo se puede decir de los precios del trigo y el maíz, alimentos básicos en Occidente. Sin embargo, la inflación de los alimentos en Asia y el precio del arroz han permanecido estables.

Desde nuestro punto de vista, es poco probable que la inflación se eleve de forma muy marcada en China. Por lo tanto, esperamos que los ajustes políticos sigan apoyando el crecimiento.

Los barcos de Asia probablemente se subirán en la marea china  

Por ahora, las rentabilidades de los bonos del gobierno de China están por detrás de las de los bonos del Tesoro de EEUU, debido a la diferente trayectoria de la inflación y de los tipos de interés de ambos países. Debido a esto, la oportunidad a corto plazo creada por la reapertura de China para los inversores de renta fija reside, desde nuestro punto de vista, no tanto en el mercado de bonos de China como en los mercados de deuda y divisas de sus socios comerciales asiáticos.  

El socio comercial más importante de China son los diez países miembros de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), y cuatro países asiáticos que no son miembros del ASEAN están entre los 13 socios comerciales más importantes de China. China, a su vez, es el principal socio comercial de ocho de esos países y, o bien el segundo o bien el tercer socio comercial del resto.  

Esperamos que la reapertura del país relaje las presiones de la cadena de abastecimiento en la región y proporcione un impulso directo a algunos sectores industriales. Un área que probablemente se va a beneficiar es el turismo, a medida que el turismo que China recibe de fuera se recupere del desplome que sufrió debido a la COVID19.

El aumento del comercio con China sería positivo para los mercados de bonos corporativos de estos países y sus divisas también se beneficiarán. Como parece que, a corto plazo, el dólar ha dejado de fortalecerse, la mayor dificultad a la que se enfrentaron las divisas asiáticas durante 2022 se ha disipado, y las divisas asiáticas emergentes se han apreciado significativamente.  

Consideramos que esto es algo positivo para las divisas asiáticas en general. Y, si el dólar estadounidense rebota, esperamos que las divisas de alto rendimiento de Asia batan la rentabilidad de sus homólogas regionales según la rentabilidad total.  

Los mercados asiáticos podrían batir la rentabilidad en 2023

Con la reapertura de China y las dificultades a las que se van a enfrentar el resto de las economías en 2023, creemos que hay amplio espacio para que inversores nacionales y extranjeros asignen a la región. La fortaleza del crecimiento en China llevará a un crecimiento más fuerte en Asia, creando las condiciones que, desde nuestro punto de vista, podrían hacer que los mercados asiáticos batieran la rentabilidad en 2023 y después.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.