La inflación y las subidas de tipos de interés al alza han hecho que muchos inversores de renta variable reconsideren las compañías tecnológicas y de alto crecimiento. Pero este entorno inflacionario es diferente, y también lo son las compañías mejor posicionadas para destacar en él.
Ya ha transcurrido un tiempo desde que las subidas de costes ensombrecieron los mercados de renta variable global. En una recuperación económica es normal que aparezca algo de inflación —y subidas de tipos. Pero después de que los precios al consumo en EEUU aumentaran un 6,2% en octubre, el mayor aumento anual de la inflación en tres décadas, los inversores creen que es posible que esta vez la inflación no sea pasajera. De hecho, la tasa de inflación implícita a 10 años, que mide las expectativas del inversor sobre la inflación en EEUU para la próxima década, alcanzó el 2,70% en noviembre, su nivel más alto desde 2012.
Las presiones inflacionarias pueden ser persistentes, pero positivas para los disruptores
Históricamente, la inflación y los tipos de interés al alza, no favorecen a las compañías de alto crecimiento, cuyos precios se basan en el valor actual de los beneficios futuros. Pero creemos que el tipo de inflación que se está observando en la economía global post-COVID-19 puede suponer un impulso para que las compañías disruptivas de alto crecimiento batan la rentabilidad.
Es posible que algunas presiones inflacionarias sean temporales, especialmente las que se deben a la escasez provocada por los cierres de la producción durante la COVID-19. Cuando las economías reabran gradualmente, la mayor parte de los precios se normalizarán a medida que las dinámicas de la oferta y la demanda empiecen a reequilibrarse.
Sin embargo, en ciertas áreas de la economía, donde los cambios son más duraderos y afectan más, es posible que la inflación sea más permanente. El trabajo, los materiales y la energía, por ejemplo, estaban experimentando, ya antes de la pandemia, cambios que se han acelerado con la crisis. Además, como la subida de costes probablemente persistirá en toda la economía, para superar las presiones añadidas se necesitan modelos de negocio nuevos y con capacidad para cambiar el sector. Se trata de una buena noticia para los inversores que consideran que las innovaciones disruptivas son más que una necesidad, una oportunidad para invertir en el mañana con un importante potencial de crecimiento hoy.
Los disruptores abordan una fuerza laboral diferente y subidas salariales
El aumento de los costes de mano de obra es el producto tanto de la introspección personal como de la propia búsqueda de trabajo. Los salarios normalmente se elevan cuando las economías se recuperan, ya que hay más gente que cambia de trabajo y las compañías tienen que competir por los empleados ofreciendo salarios más altos. No obstante, no estamos ante un boom de contratación normal y, cuando pase esta polvareda, el mercado laboral habrá cambiado para siempre.
El trabajo desde casa, por ejemplo, ha cambiado la forma en que la gente imagina su forma de ganarse la vida. Lo que empezó como una sabia medida de precaución durante la COVID-19 se ha convertido en una prebenda imprescindible para millones de personas. Muchas personas preferirían cambiar de trabajo antes que volver a las oficinas. Otros están reconsiderando la forma de equilibrar trabajo y vida personal o planteándose la posibilidad de jubilarse anticipadamente. Estas y otras serias tendencias ayudan a explicar por qué el 3% de los trabajadores en EEUU, una cifra récord, dejaron su trabajo voluntariamente en agosto.
Muchos de los que han cambiado de trabajo están saltando a la “economía gig” (economía de trabajos esporádicos), que en EEUU aumentó en 2 millones de personas en 2020. La independencia, la flexibilidad y otros beneficios están entre los mayores atractivos para los trabajadores gig, que llegan a los 1.100 millones en todo el mundo. En 2023, el volumen bruto estimado de la economía gig global podría alcanzar los 455.000 millones de dólares, según un estudio realizado por Statista. Estas dinámicas laborales cambiantes proporcionan una abundante fuente de mano de obra para compañías como Uber Technologies, Lyft y DoorDash, y también hacen que aumenten los usuarios de plataformas de trabajo online como Glassdoor, Indeed y Fiverr. Como las startups de nuevos negocios están en un máximo de todos los tiempos—4,4 millones en EEUU en 2020, según la Oficina del Censo de EEUU —aumenta la demanda de sistemas de almacenamiento y soluciones en la nube innovadoras para las pequeñas empresas que proporcionan compañías como Bill.com y HubSpot. La escasez de mano de obra ha aumentado especialmente en la fabricación y el transporte en los últimos años (Diapositiva).