Cómo prepararse antes de que regrese la volatilidad del mercado

25 julio 2023
5 min read

Cuando los mercados suben, no siempre se está preparado para las turbulencias. Creemos que hay que prepararse antes de que golpee la volatilidad. 

Puede que los inversores que apuestan por carteras defensivas de renta variable piensen que para reducir la volatilidad es necesario sacrificar la rentabilidad a largo plazo. Sin embargo, puede que les sorprenda descubrir cómo una estrategia centrada en acciones que perdieron menos durante un retroceso económico puede superar al mercado a lo largo del tiempo. 

La mayoría de los inversores comprenden, de manera implícita, el concepto de riesgo. Como se sabe, el marco se dispuso en el modelo de valoración de activos de capital (CAPM) de la década de 1960, que explicaba la rentabilidad esperada como una función tanto del riesgo específico de una empresa como de la sensibilidad de un activo al conjunto del mercado. Sin embargo, fundamentalmente, se asienta sobre un concepto sencillo: los inversores esperan que se les compense por asumir más riesgo: si el riesgo no diera un beneficio, todos nos limitaríamos a mantener nuestros activos en efectivo, sin más.  

El riesgo relativo frente al riesgo absoluto en un mercado agitado

Demasiado a menudo, los gestores de inversiones se consumen con el riesgo relativo, siguiendo su rendimiento atendiendo a la evolución de un índice de referencia ponderado por la capitalización de mercado. Proceder de este modo puede ser incompatible con lo que realmente les importa a los inversores: la rentabilidad absoluta y lo bien que una inversión aborda objetivos financieros a largo plazo. 

El problema resulta especialmente espinoso en episodios de volatilidad del mercado, como ocurrió durante las caídas sufridas en 2022. El año pasado, en un contexto de inflación persistente y desaceleración económica, el S&P 500 perdió un 18,1% y el MSCI World retrocedió un 16% en moneda local. Aunque las acciones han repuntado con fuerza en 2023, el potencial de aumento de la volatilidad es evidente y supone un peligro en un entorno de incertidumbre macroeconómica y constante preocupación por la inflación y los elevados tipos de interés. 

Cuando los mercados suben, no siempre se está preparado para las turbulencias. Creemos que hay que prepararse antes de que golpee la volatilidad. 

¿Es posible obtener rentabilidades más altas con menos volatilidad?

¿Y si existiera una forma de generar rentabilidades competitivas a largo plazo sin la necesidad de padecer oscilaciones extremas en episodios de volatilidad? 

Esto podría parecer que contradice el CAPM y las demás máximas relacionadas con el riesgo y la rentabilidad. Sin embargo, un acervo cada vez mayor de estudios indica que, con una cartera administrada con esmero, los inversores pueden efectivamente asumir menos riesgos y aun así superar al mercado invirtiendo en acciones de baja volatilidad. De este modo, los inversores pueden ganar confianza para mantener su inversión en acciones durante periodos turbulentos. 

Las estrategias de baja volatilidad pueden adoptar diferentes formas. Nosotros pensamos que una estrategia defensiva efectiva debería asentarse sobre los fundamentales de las empresas y centrarse en compañías que muestren características propias de la calidad —flujos de efectivo sistemáticos y medidas de rentabilidad como el retorno sobre el capital invertido— y la estabilidad —baja volatilidad de las rentabilidades con respecto al mercado—, así como unos precios atractivos que las expongan en menor medida a las fuertes oscilaciones de los mercados. Este concepto lo denominamos «universo QSP», por las siglas en inglés de «calidad», «estabilidad» y «precios». Aunque las empresas de sectores tradicionalmente defensivos como el consumo básico y los suministros son buenos ejemplos, el universo QSP incluye compañías con modelos de negocio destacados de todos los sectores de la economía, que se pueden descubrir analizando fundamentales y con una selección de valores minuciosa. 

Por ejemplo, las empresas que denominamos «quality compounders» presentan modelos de negocio de éxito y beneficios sostenibles, respaldados por una buena administración del capital y un comportamiento ESG acertado. Los activos intangibles como la marca, la cultura, la investigación y el desarrollo y las patentes son también características de valor, en particular, en épocas de tensión. Estas características favorecen el aumento de los beneficios acumulados a partir de factores de crecimiento constantes en los distintos ciclos del mercado.

Limitar los altibajos es clave

Las empresas que presentan estos atributos pueden contribuir a que las estrategias de baja volatilidad limiten su sensibilidad a los retrocesos de los mercados, participando al mismo tiempo en las alzas, pero no totalmente. De la misma manera que subir una colina es más fácil cuando se empieza desde la mitad hacia arriba, las acciones que pierden menos durante retrocesos de los mercados tienen menos terreno que recobrar cuando el mercado se recupera. Así pues, están mejor posicionadas para potenciar esas rentabilidades más altas en alzas posteriores, lo cual se traduce en una rentabilidad a largo plazo mejor.

Este concepto se puede ilustrar concibiendo una cartera de las denominadas «90% / 70%» frente a un índice global de acciones con grado de inversión, en este caso, el MSCI World Index (Gráfico). Esta cartera 90% / 70% teórica se llama así porque captaría el 90% de las ganancias del mercado durante periodos de alza, mientras que cedería solo el 70% de lo que perdería el mercado en épocas de retroceso. 

Empleando datos desde el 31 de marzo de 1986 (fecha de comienzo del índice) hasta el 30 de junio de 2023, concluimos que nuestra cartera 90% / 70% hipotética generaría una rentabilidad anual un 3,1% superior a la del MSCI World Index durante este periodo, con menos volatilidad en el proceso (Display). 

Menor sensibilidad a los retrocesos y aun así superar al mercado
Revalorización de 100 USD
Menor sensibilidad a los retrocesos y aun así superar al mercado

La rentabilidad histórica no es garantía de resultados futuros. 
Las rentabilidades que se muestran revisten fines ilustrativos y no son representativas de ningún fondo de AB. No es posible invertir en un índice.
Rentabilidad calculada multiplicando todas las rentabilidades mensuales positivas (0% o superior) del MSCI World Index por 90% y todas las rentabilidades negativas (inferiores al 0%), por 70%; se muestran en una escala logarítmica.
†Desviación estándar anualizada
Datos desde el 31 de marzo de 1986 (fecha de comienzo del MSCI World Index) hasta el 30 de junio de 2023
Fuente: MSCI y AllianceBernstein (AB)

Pero he aquí el truco: para materializar este excedente de rentabilidad a largo plazo, los inversores tendrían que aceptar que esa cartera 90% / 70% no se comporte de la misma forma que el conjunto del mercado. 

Se trata de algo sencillo de asumir cuando el mercado sufre sacudidas como las del año pasado. Al fin y al cabo, en épocas de retroceso de los mercados, esta estrategia de baja volatilidad solo expondría a los inversores al 70% del descenso del mercado. La prueba de verdad llega con las subidas, momento en que la cartera 90% / 70% rendiría por debajo del mercado. Este es el precio que pagar para conseguir unas rentabilidades a largo plazo que superen al mercado.

Ponemos la volatilidad a prueba: Recesiones 

Entonces, ¿cómo evolucionaría una estrategia QSP de baja volatilidad en una recesión? 

Nuestro análisis señala que las acciones del S&P 500 segregadas en el quintil más alto por sus características QSP evolucionaron relativamente bien durante los retrocesos. Por ejemplo, el quintil superior del S&P 500 según calidad, estabilidad y precios cayó un 36,9% durante la recesión de 1973-1974 provocada por el embargo de petróleo de la OPEP, menos que el descenso del 46,% del S&P 500 (Gráfico). Durante la recesión de 1980-1982, las acciones QSP efectivamente subieron un 8,5%, mientras que el mercado cayó un 16,5%.

Una fórmula defensiva para cada entorno recesionista
Una fórmula defensiva para cada entorno recesionista

La rentabilidad histórica no es garantía de resultados futuros.
El universo es el S&P 500. Rentabilidades del USD en estos periodos correspondientes al S&P 500 y el quintil QSP superior. Las rentabilidades de los quintiles se encuentran ponderadas por la capitalización.
QSP, representados por una puntuación agregada de idéntica ponderación de los quintiles más atractivos de acciones estadounidenses según una rentabilidad alta de los activos (calidad), una beta baja (estabilidad) y unos beneficios altos (precios). 
Datos a 30 de junio de 2023 
Fuente: FactSet, S&P, S&P Compustat y AB 

Redefinición de acciones ofensivas y defensivas

A su vez, puede que a los inversores en acciones defensivas les preocupe quedarse atrás cuando los mercados suben, como ha ocurrido este año con el rally inducido por el sector tecnológico. Creemos que las acciones tecnológicas pueden tener un papel importante en una cartera de baja volatilidad. 

Muchas de las compañías tecnológicas rentables, de alta calidad, que operan en un segundo plano, no se enfrentan a los mismos riesgos que los gigantes que están de cara a los consumidores. Son, por ejemplo, capacitadores tecnológicos de más bajo perfil y firmas de servicios de pago que tienen modelos de negocio sostenibles y corrientes de ingresos fuertes y recurrentes. Aunque suene extraño, creemos que seleccionar valores tecnológicos con estos atributos tiene características defensivas, a la vez que permite una mayor participación en los repuntes del mercado. Dicho de otro modo, creemos que se están redefiniendo los roles ofensivos y defensivos tradicionales en las asignaciones a renta variable.  

Las estrategias de baja volatilidad se pueden adaptar

En cualquier entorno de mercado o macroeconómico, una estrategia de baja volatilidad se puede asociar con otras estrategias activas para responder a la tolerancia al riesgo, el horizonte temporal y los objetivos de inversión de un inversor. Y aunque no es fácil elaborar una cartera 90% / 70% perfecta, la idea principal es reducir la exposición a las oscilaciones del mercado que pueden erosionar las rentabilidades a largo plazo. 

Llevando a cabo análisis fundamentales, consideramos que es posible elaborar una cartera de empresas con valoraciones atractivas con indicadores importantes de calidad y estabilidad capaces de prosperar en periodos alcistas, aguantando, al mismo tiempo, durante episodios periódicos de volatilidad. En momentos como este, puede que más tranquilidad sea lo que los inversores necesitan. 

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.

MSCI no formula declaraciones o garantías, ni expresas ni implícitas, y excluye toda responsabilidad con respecto a cualquier dato de MSCI que figure en este documento. Los datos de MSCI no deberán ser redistribuidos ni utilizados como base para otros índices o valores o productos financieros. Este informe no ha sido aprobado, revisado ni elaborado por MSCI.