Mantener el equilibrio ante un cambio en el ciclo de crédito

26 junio 2023
4 min read

Lograr el equilibrio adecuado entre el riesgo de tipo de interés y de crédito puede tener mucho sentido en las últimas fases de un ciclo de crédito.  Y creemos que esto resulta especialmente recomendable en el ciclo actual. 

¿Por qué? En los últimos 18 meses, los inversores han tenido que lidiar con el endurecimiento más rápido de la política monetaria mundial de los últimos 40 años, además de una crisis bancaria que se ha cobrado tres bancos regionales estadounidenses. Sin embargo, la economía de Estados Unidos ha conseguido, de momento, evitar una contracción. A pesar de que el mercado laboral sigue mostrando fortaleza, la inflación mantiene su senda a la baja desde máximos de 40 años, aunque todavía se encuentra en niveles altos. 

Por su parte, la Reserva Federal afirma estar decidida a bajar la inflación hasta el objetivo a largo plazo del 2%, y cuanto más tarde en hacerlo, más probable será que la economía entre en recesión. De hecho, aunque la Fed ha mantenido intactos los tipos de interés este mes, asegura que prevé subirlos más adelante. 

Una estrategia de bonos para cualquier circunstancia

Sospechamos que estos movimientos nos acercarán más a un cambio en el ciclo de crédito estadounidense. Sin embargo, determinar cuándo podría producirse ese cambio —algo nada fácil incluso en circunstancias óptimas— resulta especialmente difícil en el entorno de mercado actual. Por eso pensamos que ha llegado el momento de que los inversores orientados a rentas consideren la posibilidad de combinar deuda pública y otros valores sensibles a los tipos de interés con activos de crédito sensibles al crecimiento en una cartera gestionada de forma dinámica.

Ambos tipos de bonos son eficaces a la hora de generar rentas, sobre todo ahora que la inflación y el endurecimiento de la política monetaria contribuyen a un aumento de las rentabilidades. Una estrategia barbell diversificada que equilibre el riesgo de tipo de interés y de crédito permite a los inversores inclinarse a un lado o a otro en un momento determinado, un enfoque que consideramos puede ofrecer rentas elevadas con una sólida mitigación de pérdidas. 

Para nosotros, se trata de una estrategia adecuada para cualquier circunstancia, pero puede que ahora sea el momento ideal para dividir la cartera en dos partes, especialmente si en los próximos meses el crecimiento se desacelera lo suficiente como para obligar a bajar los tipos de interés en 2024. 

Los tipos de interés y el riesgo se mueven en dirección contraria 

Las estrategias barbell generalmente funcionan porque los dos tipos principales de riesgos de bonos suelen mantener una correlación negativa. Los bonos de deuda pública generalmente se comportan bien cuando el crecimiento se desacelera, la inflación se enfría y los mercados comienzan a prepararse para una bajada de tipos. Por ello se les considera valores fiables que permiten diversificar las carteras frente a los bonos corporativos y de mercados emergentes que ofrecen rentabilidades elevadas y que, al igual que las acciones, se comportan especialmente bien cuando el crecimiento es sólido y los tipos de interés suben. 

Estas relaciones se rompieron en 2022, cuando los dos tipos de bonos cayeron de manera simultánea. Algunos inversores comenzaron a preguntarse si la época de correlaciones negativas había pasado a la historia. Nada de eso. De hecho, esa relación, medida por la deuda pública y las acciones, se restableció a comienzos de este año (Gráfico).

Las correlaciones entre la deuda pública y las acciones vuelven a ser negativas
Las correlaciones entre la deuda pública y las acciones vuelven a ser negativas

La rentabilidad histórica no es garantía de resultados futuros.
A 31 de mayo de 2023
Fuente: Bloomberg, S&P y AllianceBernstein (AB)

A largo plazo, prevemos que la pauta histórica se restablezca por sí misma. Las corrientes vendedoras correlacionadas de las deuda pública y los activos de crédito han sido muy raras en los últimos 30 años. Sin embargo, cuando los dos tipos de activos caen de manera simultánea, una estrategia barbell podría ayudar a minimizar los daños. En esas situaciones, aquellos inversores que segreguen los activos sensibles a los tipos de interés y de crédito en carteras distintas o se los confíen a gestores diferentes podrían tener la tentación de vender —y sufrir pérdidas—.

La deuda pública y el crédito no suelen caer al mismo tiempo
La deuda pública y el crédito no suelen caer al mismo tiempo

Los análisis actuales no garantizan resultados futuros.
La deuda high yield está representada por el Bloomberg US Corporate High Yield. TSY está representada por Bloomberg US Treasury. Los inversores no pueden invertir directamente en un índice y su rentabilidad no refleja la rentabilidad de ninguna de las carteras de AB. 
Refleja las rentabilidades trimestrales desde el 1 de abril de 1993 hasta el 31 de marzo de 2023. Es posible que las sumas no sean exactas debido al redondeo.
Fuente: Bloomberg y AB

Caminar por la cuerda floja

¿Qué significa todo esto para los inversores en la actualidad? 

Para empezar, creemos que el ciclo de crédito dará un giro a finales de este año, cuando la política monetaria estrangule el crecimiento. Si la recesión comienza a ser un escenario probable, los inversores querrán mantener la liquidez y una sana dosis de duración: una medida de la sensibilidad a las variaciones de los niveles de tipos de interés. La deuda pública aporta ambas cosas de manera excelente.

A su vez, la exposición a «sectores con spread», como los bonos high yield, determinados bonos corporativos de mercados emergentes y valores respaldados por hipotecas comerciales, puede aportar equilibrio a la cartera y permite que los gestores incrementen el potencial de rentas. No obstante, dado que los diferenciales de crédito se sitúan actualmente por debajo de la media, creemos que hay que tener especial cautela con los bonos corporativos con calificación CCC, ya que podrían ser especialmente vulnerables en caso de recesión.

Las condiciones de mercado actuales son complicadas, especialmente si se comparan con el largo período de baja volatilidad y tipos de interés reducidos anterior a la pandemia. Cuando la incertidumbre es elevada, creemos que lo mejor que pueden hacer los inversores es guardar munición y prepararse para múltiples desenlaces. Creemos que un enfoque equilibrado respecto a la generación de rentas les ayudará a conseguirlo.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.