Los responsables políticos han adoptado medidas importantes para respaldar la economía, entre ellas, bajadas de tipos y un reciente paquete de deuda por valor de 10 billones de yuanes (1,4 billones de USD) para aliviar las maltrechas finanzas municipales. No obstante, creemos que estas iniciativas están diseñadas para gestionar el ritmo de desaceleración y no para favorecer un crecimiento más rápido de la economía. Además, China es vulnerable a un conflicto comercial con Estados Unidos, especialmente en un momento en el que la economía del gigante asiático hace aguas.
Menor incertidumbre por las elecciones, mayor gasto presupuestario
Es fácil señalar la política comercial beligerante como posible riesgo bajista para le economía mundial. Sin embargo, hay otros factores que podían apuntar a un crecimiento más rápido.
En 2024, el entorno político ha estado plagado de sucesos que han creado un halo de incertidumbre en numerosos frentes, y es probable que ello haya afectado a la inversión empresarial. Ahora que hemos dejado atrás casi todos esos acontecimientos políticos, esperamos ver cierta aceleración de la inversión de capital, lo que debería ayudar a impulsar el crecimiento.
Es improbable que la trayectoria prevista de la política fiscal ralentice el crecimiento. De hecho, ha sido un baluarte de la economía mundial al permitir que esta siguiera expandiéndose incluso cuando los bancos centrales subieron los tipos de interés para reducir la inflación. Además, no hay muchos motivos para prever una reducción de los déficits presupuestarios en 2025. El gasto deficitario probablemente incrementará la carga de la deuda, y esperamos que mantenga los yields de la deuda del Tesoro por encima de los niveles prepandemia.
Panorama global: resiliencia frente a contratiempos y vicisitudes
Por manida que parezca, la afirmación de que el próximo año nos sorprenderá a todos de muchas maneras no deja de ser cierta. La variedad de resultados para la economía es extraordinariamente amplia y excepcionalmente sensible a los posibles cambios en las políticas económicas. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, la situación sólida de partida nos indica que la economía mundial probablemente resistirá frente a los inevitables contratiempos y vicisitudes.