La economía mundial seguirá reequilibrándose en 2025

06 diciembre 2024
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Existe una amplia variedad de posibles resultados para la economía, pero la sólida situación de partida es señal de resiliencia.

La economía mundial se ha comportado bien en 2024. De hecho, incluso ha superado nuestras expectativas, que ya eran relativamente optimistas. Puede que el crecimiento mundial no haya sido formidable —nuestra estimación del crecimiento del PIB real para el año es del 2,6%—, pero la economía global ha avanzado considerablemente hacia su reequilibrio tras la volatilidad registrada en el período pospandemia. Prevemos que continúe ese proceso de reajuste, y que tanto el crecimiento como la inflación regresarán al equilibrio en todo el mundo.

No obstante, unos cambios sustanciales en las políticas económicas podrían alterar el panorama para 2025 y años venideros. Si se imponen aranceles de forma amplia, como ha prometido la próxima administración estadounidense, podría producirse una desaceleración más intensa de lo que prevemos actualmente, y cabe la posibilidad de un sobrecalentamiento mayor de lo esperado de la inflación. Todavía hay muchas dudas en torno a las medidas políticas, lo que hace que la variedad de resultados para la economía resulte extraordinariamente amplia a punto de que termine el año.

El gasto de los consumidores estadounidenses se ralentizará, pero lo hará de forma gradual y moderada

En todo caso, el comportamiento de los consumidores sigue siendo el factor clave para las perspectivas económicas de Estados Unidos. Un mercado de trabajo sólido en 2025 debería mantener el crecimiento de la renta de los hogares por encima de la tasa de inflación, lo que impulsaría el consumo real. El ritmo de contratación se está ralentizando (Gráfico), por lo que prevemos que el consumo también disminuirá en 2025. No obstante, lo hará de forma gradual y moderada, a menos que haya un súbito desplome del mercado de trabajo.

El ritmo de contratación en Estados Unidos se está desacelerando
Variación del empleo no agrario de EE. UU. (miles)
El ritmo de contratación en Estados Unidos se está desacelerando

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
Datos hasta el 6 de diciembre de 2024
Fuente: LSEG Data & Analytics y AllianceBernstein (AB)

El crecimiento es solo una parte del proceso de reequilibrio. La inflación también se está normalizando, o al menos se dirige hacia lo que podría llamarse la nueva normalidad (Gráfico). La Reserva Federal ha fijado como objetivo de inflación el 2%, pero prevemos que termine contentándose con un nivel cercano al 2,5%. A nuestro juicio, la inflación podría alcanzar esa cota en 2025, aunque la imposición de nuevos aranceles podría retrasar ese momento hasta por lo menos 2026. A pesar de que la incertidumbre sobre las políticas afecta a las perspectivas de inflación, seguimos previendo que la Fed recorte los tipos de forma gradual en los próximos trimestres, y que, con el tiempo, el tipo de interés de referencia se acerque al 3%.

La inflación parece dirigirse hacia la nueva normalidad
Índice de precios al consumo de EE. UU., variación porcentual de 12 meses
La inflación parece dirigirse hacia la nueva normalidad

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
Hasta el 31 de octubre de 2024; Fuente: LSEG Data & Analytics

Europa, que presenta un crecimiento débil, es vulnerable a los conflictos comerciales

Mientras que la economía estadounidense va bien encaminada para cerrar 2024 con excelentes resultados, no ocurre lo mismo en Europa, donde el crecimiento sigue siendo débil. De hecho, el margen de divergencia económica en la región parece haberse ampliado.

Todo apunta a que esa tendencia continuará en 2025. La demanda de los consumidores europeos no se recupera (Gráfico), el sector manufacturero ya está en recesión y los mercados de trabajo se están debilitando. Dado que el gasto de los consumidores no influye tanto en la demanda final como en Estados Unidos, la región tiene mayor dependencia de motores de crecimiento externos, en particular, del comercio.

En ese frente, la eventual imposición de aranceles a Europa por parte de Estados Unidos podría fácilmente empeorar todavía más unas perspectivas de crecimiento ya de por sí débiles para la región. Su impacto en el producto interior bruto (PIB) probablemente sería muy dispar en función de los sectores y los países: algunos de los principales sectores exportadores de la región, incluidos los de automoción, maquinaria, productos químicos, productos farmacéuticos y alimentación, se verían muy castigados.

La demanda privada sigue siendo débil en la zona euro
Variación porcentual interanual
La demanda privada sigue siendo débil en la zona euro

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
GFCF: formación bruta de capital fijo
Hasta el 30 de septiembre de 2024
Fuente: Eurostat y AB

Teniendo en cuenta las débiles perspectivas de crecimiento, prevemos que el Banco Central Europeo seguirá bajando los tipos. Eso debería bastar para evitar, de momento, una recesión.

China crece a un ritmo moderado

China, que representa cerca del 20% de la economía mundial, ha registrado una caída del PIB nominal hasta su nivel más bajo en casi diez años. En términos reales, es probable que en 2025 crezca a un ritmo más moderado de lo normal para esta economía. Nuestras previsiones sitúan el crecimiento del PIB real en el 4,5%. China, que carece de red de protección social, tiene dificultades para desbloquear el ahorro de los hogares (Gráfico), y esto reduce la capacidad de los consumidores para arrimar el hombro y apuntalar el crecimiento. Por ello, es el sector público el que debe asumir la carga más pesada.

China tiene dificultades para desbloquear el ahorro de los hogares
Depósitos de los hogares como porcentaje del PIB
China tiene dificultades para desbloquear el ahorro de los hogares

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
La línea discontinua representa una línea de tendencia de datos de depósitos de los hogares
Hasta el 30 de septiembre de 2024
Fuente: Oficina Nacional de Estadísticas de China y AB

Los responsables políticos han adoptado medidas importantes para respaldar la economía, entre ellas, bajadas de tipos y un reciente paquete de deuda por valor de 10 billones de yuanes (1,4 billones de USD) para aliviar las maltrechas finanzas municipales. No obstante, creemos que estas iniciativas están diseñadas para gestionar el ritmo de desaceleración y no para favorecer un crecimiento más rápido de la economía. Además, China es vulnerable a un conflicto comercial con Estados Unidos, especialmente en un momento en el que la economía del gigante asiático hace aguas.

Menor incertidumbre por las elecciones, mayor gasto presupuestario

Es fácil señalar la política comercial beligerante como posible riesgo bajista para le economía mundial. Sin embargo, hay otros factores que podían apuntar a un crecimiento más rápido.

En 2024, el entorno político ha estado plagado de sucesos que han creado un halo de incertidumbre en numerosos frentes, y es probable que ello haya afectado a la inversión empresarial. Ahora que hemos dejado atrás casi todos esos acontecimientos políticos, esperamos ver cierta aceleración de la inversión de capital, lo que debería ayudar a impulsar el crecimiento.

Es improbable que la trayectoria prevista de la política fiscal ralentice el crecimiento. De hecho, ha sido un baluarte de la economía mundial al permitir que esta siguiera expandiéndose incluso cuando los bancos centrales subieron los tipos de interés para reducir la inflación. Además, no hay muchos motivos para prever una reducción de los déficits presupuestarios en 2025. El gasto deficitario probablemente incrementará la carga de la deuda, y esperamos que mantenga los yields de la deuda del Tesoro por encima de los niveles prepandemia. 

Panorama global: resiliencia frente a contratiempos y vicisitudes

Por manida que parezca, la afirmación de que el próximo año nos sorprenderá a todos de muchas maneras no deja de ser cierta. La variedad de resultados para la economía es extraordinariamente amplia y excepcionalmente sensible a los posibles cambios en las políticas económicas. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, la situación sólida de partida nos indica que la economía mundial probablemente resistirá frente a los inevitables contratiempos y vicisitudes.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.