Bajo el paraguas de Saudi Vision 2030 —un plan integral para diversificar y economía y promover el crecimiento del sector privado—, el país está reorientando su economía con iniciativas como The Line y el Proyecto del Mar Rojo. The Line es una megaciudad de estructura lineal que, según su diseño original, se extendería a lo largo de 450 kilómetros de la costa noroccidental saudí. El Proyecto del Mar Rojo representa una inversión en una cartera de 50 complejos hoteleros para impulsar el turismo impulsado por la tecnología.
La apertura de los sectores culturales y del entretenimiento ya se ha traducido en un aumento del gasto en viajes y del turismo. En 2022, 77,8 millones de turistas de la región visitaron Arabia Saudí, frente a los 46,4 millones de 2015.
Se están realizando importantes inversiones en proyectos de infraestructuras y turismo con miras a facilitar la transición energética. El objetivo es que estos proyectos se abastezcan de energía 100% renovable generada por instalaciones solares que cuentan con la mayor capacidad de almacenamiento de baterías del mundo.
Desarrollar un ecosistema turístico y de la inversión
El Gobierno saudí no solo destina enormes cantidades de dinero a estos proyectos, sino que también construye de manera estratégica un ecosistema que atraiga tanto a turistas como a inversores.
Por ejemplo, el país ha tomado medidas para reducir los trámites administrativos y la burocracia, simplificar la inscripción registral de las sociedades, mejorar el acceso a permisos y licencias e incrementar la transparencia en general. Además, la nueva legislación en materia de inversión extrajera permite que la titularidad de las empresas privadas sea 100% extranjera (un 49% de las sociedades cotizadas) y ofrece incentivos a los inversores mediante exenciones fiscales y permisos de residencia. Con estas reformas se pretende crear un entorno más favorable para la inversión extranjera que ayude a diversificar la economía saudí e impulsar un crecimiento sostenible a largo plazo.
Los inversores en renta variable empiezan a darse cuenta de las oportunidades, aunque muchos siguen infraponderados en Arabia Saudí, un país que no entró a formar parte del MSCI Emerging Markets Index (MSCI EM) hasta 2019. Ante la pérdida de atractivo de China y las sanciones que mantienen a Rusia fuera del Índice, Arabia Saudi se perfila como potencial beneficiario. El MSCI Saudi Arabia ganó un 10,7% en 2023, mientras que el MSCI China retrocedió un 11,2%, ambos en USD. Por otra parte, la ponderación de Arabia Saudí en el MSCI EM ha pasado del 1,4% en mayo de 2019 a más del 4% en la actualidad. El hecho de que Oriente Próximo represente más del 7% del MSCI EM pone de relieve el crecimiento saudí.
EAU emprende iniciativas similares
Al igual que Arabia Saudí, EAU ha puesto en marcha iniciativas para diversificar su economía. Ubicado en la confluencia de Europa, Asia y África, este país constituye una plataforma para el comercio. Su emplazamiento estratégico facilita el acceso a los mercados mundiales, lo que le convierte en un destino atractivo para las empresas multinacionales que tratan de establecerse en la región.
Emiratos Árabes Unidos ha realizado fuertes inversiones en infraestructura y tecnología. Proyectos como Expo 2020 Dubái, el plan urbanístico de la isla de Yas en Abu Dabi y el distrito aeroportuario ubicado al sur de Dubái ponen de relieve el compromiso del país con la mejora de sus infraestructuras para impulsar el crecimiento económico y atraer inversión extranjera.
También se han puesto en marcha otras iniciativas que demuestran la determinación de EAU de promover la innovación y atraer la inversión tecnológica. Entre ellas figuran el proyecto de Ciudad Inteligente de Dubái, el ecosistema de start-ups Hub71 de Abu Dabi y la creación de centros de investigación y parques tecnológicos.
Para atraer inversión extranjera, EAU ha reformado su política de visados y los programas para obtener el estatuto de residente. La iniciativa «visados dorados» ofrece permisos de residencia de 10 años cuyo propósito es que los profesionales más demandados forjen lazos más estrechos con la región.
El turismo y la inmigración también están creciendo. Dos indicadores contundentes son el incremento de las matrículas en centros educativos privados de Dubái (Gráfico), que representa el crecimiento de la comunidad de expatriados, y el aumento del volumen de turistas. La tasa de crecimiento anual compuesto de los viajes turísticos a Dubái fue del 5% entre 2014 y 2019, y para finales de 2023 se preveía que dicha tasa se situara un 3% por encima de los niveles de los años de pandemia.