La inversión baja en carbono no solo pone el foco en las renovables, sino también en la eficiencia energética

22 abril 2021
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En el sector industrial, la inversión baja en carbono se inclina lógicamente por las oportunidades que brindan las energías renovables, como la energía eólica y solar. Pero puede no limitarse solo a las renovables y las empresas más industriales están dando un paso más para reducir las emisiones, con tecnologías de eficiencia energética y a través de una medición más exacta de su huella de carbono.

Invertir en empresas comprometidas a mantener unas bajas emisiones de carbono es beneficioso para el medio ambiente y potencialmente rentable al mismo tiempo. La mayoría de las actuaciones de las empresas orientadas a disminuir la huella de carbono implican limitar las emisiones actuales o futuras centrándose en la gestión y la reducción. Pero el reloj avanza hacia el objetivo internacional de la neutralidad de carbono, o cero neto, para 2050. Y un pequeño pero cada vez mayor número de empresas está ampliando el alcance de sus esfuerzos de descarbonización para incluir el ahorro y la prevención de las emisiones, especialmente en la construcción de sus instalaciones, que por sí solas son responsables del 40% de todas las emisiones de CO2 globales.

Las empresas encuentran cada vez más incentivos para ahorrar y prevenir emisiones de carbono

A pesar de que actualmente son pocas las empresas que miden el ahorro de emisiones de carbono, creemos que esta cifra se incrementará de forma rápida. El crecimiento de las ventas dependerá cada vez más de la capacidad de una empresa para acelerar el logro o la adopción de objetivos de ahorro, especialmente teniendo en cuenta que los gobiernos de todo el mundo y el sector privado están más unidos que nunca en esta causa.

Unos 200 países ya apoyan el Acuerdo de París y sus agresivos objetivos para combatir el calentamiento global. Las nuevas políticas para conseguir los objetivos del Acuerdo de París y combatir el cambio climático dan lugar a un constante aumento del gasto público para ayudar a los países y a las empresas a cumplir y para crear una demanda de obras públicas, parques de oficinas y fábricas más inteligentes, por nombrar algunos. Se estima que el Pacto Verde Europeo, por ejemplo, elevará la inversión anual en sistemas energéticos e infraestructuras relacionadas en unos 175.000-300.000 millones de euros y en los países de mercados emergentes se prevé un gasto en iniciativas bajas en carbono por valor de 2,2 billones de dólares para las dos próximas décadas.

Creemos que esto incentiva en gran medida un mayor número de soluciones del sector privado para la gestión energética, que continuarán desplegándose en áreas históricamente nuevas, como el transporte, la industria y las estructuras de construcción. Y dado que tan solo un 1% de los edificios se aproxima, en el mejor de los casos, al objetivo del cero neto del Acuerdo de París, la demanda de mejoras y rehabilitaciones crecerá de forma exponencial en la próxima década.

Las emisiones de alcance 4 ayudan a medir la huella de carbono real

Desde el sector de los servicios hasta la industria pesada, la mayoría de las empresas producen carbono, sea directamente o en algún punto de su cadena de valor. Los niveles y tipos de emisiones de carbono varían; sin embargo, nosotros nos inclinamos por considerar el impacto de las emisiones de CO2 sobre el resultado final, lo que también se conoce como el precio del carbono.

En su condición de fundamental básico, el precio del carbono es más exacto cuando todos los tipos, o alcances, de CO2 se someten al mismo escrutinio. En general, las emisiones de alcance 1 y 2, respectivamente, son producidas directamente por una instalación e indirectamente por su consumo de energía. Por otra parte, es importante tener en cuenta algunas emisiones de alcance 3 durante las valoraciones de los títulos, por ejemplo cuando se valora una empresa minera de carbón y las emisiones que se liberan cuando sus clientes queman el carbón que esta produce.

Por razones más que justificadas, un mayor número de empresas está valorando y mejorando estos reveladores parámetros. Esto incluye al sector industrial, donde el número de empresas que confían en objetivos de emisiones de base científica alcanzó las 500 en 2020 y probablemente esta cifra se duplicará con creces en 2021, frente a las aproximadamente 15 de hace tan solo cinco años (Gráfico superior). Los ingresos verdes del sector —que miden la exposición de una empresa a productos y servicios respetuosos con el medio ambiente— ya se sitúan de media en torno al 50% (Gráfico inferior).

Industrial firms with clear emissions targets may top 1,000 in 2021 and more companies tie their revenues to sustainability.

Hay un parámetro cada vez más relevante pero que todavía no se ha adoptado de forma generalizada, aunque debería, que son las emisiones de alcance 4 —ahorro de energía generado por terceros—. La metodología de presentación de información sobre las emisiones de alcance 4 sigue siendo menos relevante, pero por lo general determina el ahorro o la prevención total de emisiones de una empresa. Además, a pesar de que normalmente las emisiones de alcance 4 no se incluyen en los procesos de valoración, pueden realizar una contribución fundamental a los objetivos de descarbonización y rentabilidad de una empresa, y por consiguiente ser muy interesantes para las inversiones de gestión activa bajas en carbono.

Schneider Electric es un ejemplo del alcance 4 en la práctica, ya que contribuye a reducir las emisiones de carbono ayudando a los demás a reducir las suyas. Schneider desarrolla redes eléctricas inteligentes y edificios digitalizados, que utilizan la tecnología y centros de datos para optimizar el consumo de electricidad y agua, con el fin de ayudar a los clientes a ahorrar o evitar la producción de carbono, preservar el agua y minimizar los residuos. Según sus estimaciones más conservadoras, solo en 2019 lograron un ahorro de 89 millones de toneladas métricas de CO2 de sus clientes. De forma similar, Legrand and Signify, que fabrica sistemas de iluminación interconectados de bajo consumo energético, también logró adoptar de forma temprana la asistencia a los clientes en la gestión de las emisiones de alcance 4.

Al aumento del número de empresas que consiguen ayudar a ahorrar o prevenir las emisiones, le seguirá un aumento de la transparencia, lo que beneficiará de forma significativa a las inversiones de gestión activa bajas en carbono. Tan solo unas cuantas empresas divulgan sus emisiones de alcance 4 actualmente. Volvo —con su fuerte presencia en el mercado de los vehículos eléctricos— y el conglomerado industrial Siemens destacan entre los pioneros en la divulgación de las emisiones de alcance 4.

Pocas empresas, y mucho menos las del sector industrial, conocen su huella de carbono real. Sin embargo, en un entorno de inversión cada vez más sensible al medio ambiente, creemos que todas ellas deberían concederle prioridad y controlarla. Mientras tanto, los inversores deben prestar gran atención a la forma en la que las emisiones de alcance 4 afectan a los objetivos de emisiones totales de una empresa para obtener una perspectiva más exacta de su potencial de rentabilidad y competitividad a largo plazo.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.