Nunca ha sido fácil generar un alfa significativa mediante la selección de valores. Una nueva puntuación del crédito podría cambiar las cosas.
Debido a la amplitud y diversidad del universo del crédito corporativo, seleccionar valores individuales de forma manual puede resultar ineficiente. Por eso hemos desarrollado una nueva metodología de puntuación que utiliza sistemáticamente el análisis cuantitativo y fundamental para generar nuevas fuentes de rentabilidad relativa superior (alfa).
El tamaño del universo de bonos hace que la selección de valores sea todo un reto
La complejidad del mercado de crédito y su enorme tamaño ponen de relieve los retos de generar alfa mediante la selección de valores. El universo global de crédito corporativo abarca cerca de 20.000 bonos, por lo que la selección de valores puede resultar lenta y demasiado subjetiva. En parte por este motivo, muchos gestores de carteras no son capaces de generar un alfa significativa con la selección de valores, y en su lugar apuestan más por estrategias como el beta timing y la rotación sectorial.
Creemos que al actuar de esta forma están dejando pasar una oportunidad. En cualquier mercado —pero sobre todo en el actual—, la selección de valores tiene el potencial de generar un alfa significativa. La historia nos dice que el aumento de la volatilidad y la desincronización que tenemos actualmente han contribuido a una mayor dispersión y generado oportunidades idiosincráticas tanto a nivel de emisores como de valores.
Afortunadamente, creemos que los gestores de inversiones tienen la posibilidad de generar alfa combinando métodos cuantitativos con el análisis fundamental bottom-up. La dificultad reside en convertir con eficacia enormes cantidades de datos en resultados de inversión.
Por ello, nuestro enfoque canaliza sistemáticamente los datos derivados del análisis fundamental y cuantitativo en un modelo interno de puntuación que clasifica los bonos y su atractivo. Es lo que llamamos «core score» (o puntuación central).
A continuación explicamos su funcionamiento.
Equilibrar los resultados de los datos del análisis fundamental y cuantitativo
La metodología «core score» se basa en el análisis fundamental tradicional. Los analistas de crédito llevan a cabo la diligencia debida de los emisores y los valores, y evalúan distintos resultados para cada bono, incluyendo una hipótesis de base, una hipótesis alcista y una hipótesis bajista. A continuación, este conjunto de resultados se utiliza en nuestro modelo de valor razonable para determinar el atractivo de un bono en relación con el precio de mercado actual. Esta información se utiliza para determinar la puntuación fundamental de cada valor.
En la segunda parte del proceso interviene el análisis cuantitativo. Los analistas someten a los bonos a un cribado basado en distintos factores predictivos que tengan una relación demostrable con un comportamiento relativo superior en el pasado, como, por ejemplo, momentum, valor relativo o probabilidad de impago. Una vez que los valores han sido evaluados desde la perspectiva de los factores, a cada uno de los bonos se le asigna una puntuación cuantitativa que refleja su atractivo según nuestro equipo de análisis cuantitativo.
A continuación se combinan las puntuaciones del análisis fundamental y cuantitativo. El resultado es un único «core score» para cada bono (Gráfico). El «core score» refleja nuestra visión del potencial de rentabilidad de un bono con respecto a su riesgo y permite a los gestores de carteras aplicar sistemáticamente nuestras mejores ideas a las carteras de sus clientes. Creemos que esto aumenta las probabilidades de generación de alfa a partir de la selección de valores.