A pesar de que el perfil de la esclavitud moderna ha aumentado en los últimos años, los equipos de dirección de los diferentes sectores todavía presentan un nivel de concienciación relativamente bajo, tanto de la esclavitud moderna en sí misma como de las maneras más efectivas de hacerle frente. En estos sectores, incluidos la pesca y las finanzas, nuestras interacciones iniciales se han centrado en concienciar en este sentido y en identificar medidas para hacer frente a los abusos más importantes. Es nuestra intención avanzar en nuestro programa de prácticas óptimas en nuestras próximas rondas de diálogo con las empresas.
La pesca permite que la esclavitud moderna florezca sin ser vista
En el océano, los buques están lejos de la supervisión de las autoridades, lo cual hace que la pesca ilegal, no declarada y no regulada sea un grave problema en todo el mundo y un importante factor propiciador de la esclavitud moderna en el mar.
Los buques industriales se adentran cada vez más en los océanos para dar con sus capturas, pero también para evitar el escrutinio. La pesca de altura se produce fuera de las zonas económicas exclusivas de los países, motivo por el cual los buques pueden escapar de la jurisdicción de las naciones costeras y cometer actividades ilegales, como la esclavitud moderna. Dado que los buques de pesca pueden transferir sus capturas a otros barcos y reabastecerse sin regresar a puerto, pueden permanecer en el mar durante largos periodos, reduciendo los costes y manteniendo aisladas a sus tripulaciones.
Lejos de tierra y confinadas abordo de los barcos, las víctimas se enfrentan a los peores excesos de la esclavitud moderna. Una encuesta reciente de Greenpeace Sudeste Asiático destacó varios indicadores principales de trabajos forzosos, a saber: retención de los salarios (87% de las denuncias), condiciones laborales y de vida abusivas (82%), fraude (80%) y abuso de una situación de vulnerabilidad (67%). Incapaces de escapar, las víctimas sufren palizas y acoso y, si muestran resistencia, en el peor de los casos sus captores los pueden tirar por la borda.
Cómo los inversores se pueden enfrentar a la esclavitud moderna en la pesca
La mayoría de las empresas pesqueras son sociedades no cotizadas que escapan del alcance de los inversores, pero estos, de todos modos, pueden dar con puntos de presión eficaces para combatir la esclavitud moderna en el mar. Las empresas minoristas de alimentación que sí cotizan son el último eslabón de la cadena de suministro y deberían desempeñar una función clave trabajando con los proveedores para hacer frente a este problema. Al poner de manifiesto los problemas que plantea la esclavitud moderna en el mar, los inversores pueden impulsar mejoras.
En nuestras interacciones con los equipos de dirección de las minoristas de alimentación, vemos que están dispuestos a abordar el tema, pero las medidas para implementar las estructuras necesarias para hacer frente a los problemas son lentas. Las mejoras resultantes son limitadas en este momento.
Sin embargo, algunas grandes empresas de venta de alimentación al por menor han instaurado mecanismos de rastreabilidad para determinadas especies de pescado, así como normas de sostenibilidad, con el fin de contribuir a verificar la obtención responsable del pescado que venden en consonancia con sus propias normas y las de terceros. Sin embargo, este enfoque protege principalmente el entorno marino y el pescado más que a las personas.
Algunas empresas minoristas de alimentación también han comenzado a divulgar si su pescado se obtiene de países con riesgo de esclavitud más alto como Tailandia y Vietnam. Se trata de un paso positivo, pero solo uno del enorme número de prácticas óptimas que promovemos para contribuir a ayudar a evitar posibles abusos. Conjuntamente, estas prácticas tienen como fin reforzar las políticas de las minoristas con diferentes modelos de negocio, las medidas para la protección de los trabajadores y las auditorías de las cadenas de suministro (véase el gráfico).