Perspectivas para multiactivos 2024: aprovechar la mayor normalidad

29 enero 2024
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Tras los extremos de la pandemia, el crecimiento y la inflación deberían acercarse a sus medias históricas. Así es como pueden responder los inversores.

Las turbulencias del período pospandemia deberían seguir calmándose este año y dar paso a un entorno «menos excepcional» para los inversores. La inflación se está enfriando en la mayoría de las principales economías, lo que constituye una noticia especialmente positiva. En Estados Unidos, el índice de precios al consumo de diciembre registró un repunte interanual del 3,3%, muy por debajo de máximos del 8,9% que marcó en junio de 2022, pero todavía por encima del objetivo de la Fed del 2%. Los bancos centrales comienzan a mostrar su disposición a rebajar los tipos si esta tendencia continúa.

Ya no se habla de recesión, sino de expectativas de bajo crecimiento

El temor a una contracción económica que predominó en 2023 se ha disipado. El consenso actual es de un crecimiento lento, pero positivo, para los mercados desarrollados (Gráfico 1, izquierda). Las empresas también se muestran cada vez más optimistas: ahora, la palabra «recesión» se menciona en menos presentaciones de resultados, a diferencia de «crecimiento lento» y «resiliencia», que se citan con más frecuencia (Gráfico 1, derecha).

Mejoran las expectativas de crecimiento
Mejoran las expectativas de crecimiento

Los análisis históricos no garantizan los resultados futuros.
MD: mercados desarrollados. Los períodos de recesión en Estados Unidos están marcados en gris en el gráfico de la derecha.
Gráfico de la izquierda a 30 de noviembre de 2023; gráfico de la derecha a 5 de noviembre de 2023
Fuente: AlphaSense, Bloomberg y AllianceBernstein (AB)

En los últimos años, la economía mundial ha soportado una serie de situaciones extraordinarias en lo que se refiere a crecimiento económico, inflación y respuesta de política monetaria. A la fuerte caída del crecimiento mundial registrada en 2020 le siguió una robusta recuperación en 2021 coincidiendo con la reapertura de las economías y el comienzo de un ingente apoyo de la política monetaria (Gráfico 2, izquierda). Luego se produjo un repunte histórico de la inflación en 2022 (Gráfico 2, centro) que condujo a un endurecimiento agresivo de la política monetaria en las economías desarrolladas, donde las variaciones extremas de las tasas de inflación comenzaron a situarse en niveles más normales entre 2022 y 2023 (Gráfico 2, derecha).

El crecimiento y la inflación se están normalizando tras los extremos registrados en la época de la pandemia
El crecimiento y la inflación se están normalizando tras los extremos registrados en la época de la pandemia

Los análisis históricos no garantizan los resultados futuros.
Las medias prepandemia mostradas corresponden a los datos entre 2015 y 2019; los datos de 2023 son estimaciones.
Datos a 30 de noviembre de 2023.
Fuente: Bloomberg, Fondo Monetario Internacional y AB

En 2023 comenzamos a ver un retorno gradual hacia la normalidad. El poder adquisitivo de los consumidores fue mejorando a medida que descendía la inflación, el sector servicios se recuperó, aumentó la creación de empleo, se redujo el exceso de inventarios y se enfriaron los precios de las materias primas y la vivienda. De cara a 2024, prevemos que continúe el tránsito hacia esta «nueva normalidad» y que tanto el crecimiento como la inflación regresen a las tendencias anteriores a la pandemia. 

Los consumidores han aumentado su gasto, mientras que las empresas lo han recortado  

De momento, la resiliencia del consumo de los hogares ha sido un fenómeno que básicamente se circunscribe a Estados Unidos. Los consumidores estadounidenses se han visto beneficiados por un efecto riqueza más potente y una baja exposición al repunte de los tipos de interés, y han estado dispuestos a reducir sus ahorros para mantener el gasto. Por el contrario, los consumidores de la UE y el Reino Unido han aumentado sus tasas de ahorro en previsión de un aumento de sus obligaciones de pago por las subidas de tipos. Por consiguiente, ahora que tanto la inflación como los tipos inician una senda descendente, creemos que aumentará el apetito de gasto más allá de Estados Unidos.

Prevemos que los mercados de trabajo seguirán resistiendo en 2024, aunque la creación de empleo se ralentizará para situarse en niveles más sostenibles. Esta circunstancia también debería seguir impulsado el consumo.

La inversión de las empresas se está desacelerando en los mercados desarrollados tras un período sólido y prolongado al comienzo de la recuperación pospandemia. Las intenciones de gasto se han desplomado (Gráfico 3, izquierda) y las estimaciones bottom-up ahora apuntan a un crecimiento de un dígito bajo. Aunque cabe prever una desaceleración de la inversión en equipos y estructuras, la recuperación gradual de la inversión tecnológica en Estados Unidos —en particular, software y equipos— debería contribuir a limitar ese descenso (Gráfico 3, derecha).

El gasto de las empresas podría disminuir, menos en tecnología
El gasto de las empresas podría disminuir, menos en tecnología

Los análisis históricos no garantizan los resultados futuros.
La previsión de la inversión en software y equipos es una media y se basa en las estimaciones de J.P. Morgan, Morgan Stanley, UBS y Wolfe Research para 2024.
A 7 de diciembre de 2023. 
Fuente: Goldman Sachs, Haver Analytics, J.P. Morgan, Morgan Stanley, UBS, Wolfe Research y AB

Es probable que las políticas fiscal y monetaria se normalicen

La combinación de un crecimiento económico que se aproxime a los niveles normales y el descenso de la inflación será fundamental para la normalización de las políticas monetaria y fiscal en 2024. El fuerte gasto fiscal ha apuntalado la economía estadounidense, pero su impacto en el crecimiento se desvanece. El Fondo Monetario Internacional prevé una política fiscal moderadamente contractiva en la mayoría de las principales economías para 2024.

También debería comenzar a extinguirse la era de una política monetaria excepcionalmente restrictiva. Es probable que los tipos de interés hayan tocado techo y se prevén recortes en 2024. Esto reduciría los tipos hipotecarios e impulsaría la inversión residencial. Los mercados estadounidenses prevén una política más laxa de lo que muestran las proyecciones de la Fed (Gráfico 4), supuesto que podría ponerse a prueba si el crecimiento sigue aguantando.

Las expectativas de tipos siguen inclinándose a la baja
Las expectativas de tipos siguen inclinándose a la baja

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
Tipo oficial implícito calculado utilizando futuros de los fondos federales estadounidenses 
A 31 de diciembre de 2023. 
Fuente: Bloomberg y AB

¿Qué significa la «normalización» para los inversores en multiactivos?

Prevemos que la normalización económica se traduzca en un escenario de regreso al crecimiento para los beneficios empresariales. Aunque el crecimiento económico ha sido positivo, en 2023 los beneficios empresariales se vieron afectados por los ajustes de inventarios, la volatilidad de precios de las materias primas y una falta de apalancamiento operativo para las empresas de servicios. Estos factores adversos han desaparecido, lo que a nuestro juicio crea un entorno favorable para la renta variable y otros activos de riesgo. De hecho, las acciones superan a otros activos cuando las rebajas de tipos se producen en contextos no recesivos, algo que parece cada vez más probable.

Apostar por acciones growth y quality. La renta variable repuntó en 2023, liderada por un grupo de empresas tecnológicas. Prevemos que esta dinámica se mantenga en 2024, teniendo en cuenta que el panorama económico es más positivo. Creemos que la renta variable estadounidense se beneficiará de una mejora de las perspectivas de crecimiento, así como de las previsiones de una recuperación gradual de la inversión en tecnología e IA. Teniendo en cuenta las débiles previsiones de crecimiento en China, seguimos siendo prudentes con los mercados emergentes.

La renta fija ofrece mayor potencial. Los bonos repuntaron a finales de 2023 y los yields se sitúan actualmente muy por debajo de máximos de octubre. Aunque los mercados han descontado varias rebajas de tipos en 2024, creemos que los bonos pueden aportar una buena diversificación en caso de no cumplirse las previsiones de crecimiento. Teniendo en cuenta que nuestras perspectivas para la economía son relativamente benignas, creemos que es sensato permanecer cerca de la neutralidad en cuanto a asignaciones a duración o riesgo de tipo de interés. Creemos que los bonos soberanos de Estados Unidos y el Reino Unido son relativamente atractivos, dado que existe mayor margen para la normalización de la política monetaria.

La diversificación entre clases de activos sigue siendo un elemento importante. En el entorno actual, creemos que la mejor forma de actuar es mantener una exposición neutral a materias primas. Los precios han ido retrocediendo hacia los niveles prepandemia debido al descenso de la demanda de bienes y los débiles estímulos en China, aunque los actuales riesgos geopolíticos podrían generar ciertos repuntes de precios en determinados escenarios.

La era de la pandemia ha traído consigo una volatilidad excepcional en el crecimiento económico, la inflación y la rentabilidad de los activos. Prevemos que este panorama cambie para ajustarse a unos términos más «normales» desde una perspectiva histórica, creando así un entorno más favorable para los inversores en multiactivos. Como siempre, es importante seguir siendo flexibles y selectivos para afrontar la transición.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.