La ratio de rentabilidad indica negocios de calidad
Aunque este cálculo pueda parecer técnico, en realidad es un indicador muy importante de la calidad del negocio. Esto se debe a que las empresas que se prevé muestren una ratio de rentabilidad muy superior a 1.0 suelen realizar una gestión de sus negocios que les permite ofrecer unos beneficios sostenibles sobre los activos.
La teoría económica sugiere que, en mercados perfectamente competitivos, las ratios de rentabilidad se reducirían a 1.0. Dicho de otro modo, un aumento de la competencia reduciría las ventajas competitivas de una empresa y, por tanto, su rentabilidad. De hecho, los datos reales confirman esta tesis. Nuestro análisis indica que la mediana de la ratio de rentabilidad sobre una muestra amplia de empresas estadounidenses en el período comprendido entre 1982 y 2024 era de aproximadamente 1.0 (Gráfico de arriba)
El análisis fundamental puede identificar un crecimiento persistente
Algunas empresas tienen un resultado mucho mejor que ese, y unas ratios de rentabilidad sostenible más elevadas generalmente aumentan el valor del negocio para los accionistas. Lógicamente, son muchos los factores que pueden influir en los precios de las acciones a corto y medio plazo, incluso si la empresa tiene una ratio de beneficios atractiva. Sin embargo, seguimos pensando que los mercados de renta variable son intrínsecamente prospectivos y siempre evalúan las ratios de rentabilidad a largo plazo de las empresas. Por tanto, incluso si la volatilidad a corto plazo provoca que una acción pierda el rumbo, creemos que las acciones de empresas con ratios de rentabilidad más elevadas conseguirán soportar los shocks del mercado y ofrecer unas rentabilidades del precio de las acciones a largo plazo en sintonía con sus beneficios de alta calidad.
Evaluar la sostenibilidad de las ratios de rentabilidad no solo es un ejercicio matemático. Un análisis fundamental exhaustivo, basado en conocimientos expertos sobre las empresas y los sectores, es fundamental para saber si el negocio de una compañía es capaz de sostener una rentabilidad persistentemente elevada. Las ventajas competitivas, el poder de fijación de precios, la innovación y las capacidades de gestión influyen a la hora de determinar la resiliencia subyacente de un negocio.
Atención a los extremos y la reversión a la medida
Aunque los inversores tengan una idea bastante precisa de las ratios de rentabilidad, es fundamental que eviten algunos peligros comunes. En primer lugar, deben tener cuidado de no confundir un mal negocio con un buen negocio. Este problema puede darse cuando los inversores persiguen tendencias que están de moda sin examinar la rentabilidad económica de las empresas.
En segundo lugar, deben tener cuidado con las ratios excesivamente elevadas. Los índices de renta variable de gran capitalización están actualmente muy concentrados en empresas con unas ratios de rentabilidad extraordinariamente altas, pero no todas ellas resistirán el paso del tiempo. Los inversores no deberían dejarse seducir por unas ratios de rentabilidad sospechosamente altas; es necesario analizar los fundamentales empresariales para evaluar si esa rentabilidad es sostenible o si, por el contrario, hay riesgo de reversión a la media.
Tanto en los mercados calientes como en los fríos, creemos que los inversores activos deben buscar empresas rentables respaldadas por negocios de calidad en los distintos sectores. Permanecer atentos a esos atributos, así como guiarse por los beneficios económicos y las ratios de rentabilidad, es una fórmula magnífica para captar el potencial de rentabilidad de la renta variable de empresas con un poder de crecimiento verdaderamente persistente que les permita resistir frente a las cambiantes condiciones del mercado.