Rentabilidad con responsabilidad: mejores valores para un mundo mejor

Qué necesita saber

Numerosos inversores en renta variable desean contribuir a lograr avances sociales, al tiempo que se generan rentabilidades sólidas. Para alcanzar este objetivo doble, es necesario adoptar un enfoque de inversión coherente. En este documento describimos el proceso diseñado para integrar de manera efectiva los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo en una estrategia sostenible de renta variable. Exponemos distintos ejemplos de valores para mostrar cómo identificar empresas que respaldan los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU y ofrecen fuentes de rentabilidades potenciales a largo plazo.

En las polvorientas afueras de Lucknow, en el estado rural de Uttar Pradesh, en el norte de la India, está al fin arraigando una atención sanitaria moderna que podría cambiar vidas y prolongar la esperanza de vida. Allá donde el sistema sanitario público de la India no ha estado a la altura, Apollo Hospitals ha contribuido a cubrir las carencias en uno de los rincones más pobres del planeta. Para los inversores responsables, la empresa es un gran ejemplo de oportunidad con la que avanzar hacia el logro de avances sociales al tiempo que se generan beneficios.

Apollo explota la cadena más importante de farmacias y hospitales privados. Juega a favor de la empresa, que cuenta con una de las marcas sanitarias más sólidas de la India, el aumento de la demanda de camas de hospital. Su innovador modelo de negocio incluye un centro de control de telemedicina para conectar clínicas rurales con médicos de ciudades más grandes. Nuestro estudio de 2017, que incluyó un encuentro “de base” con consumidores, nos permitió considerar con confianza que Apollo estaba posicionada para un crecimiento sostenible de los ingresos y los beneficios.

Un prototipo para la inversión responsable en renta variable

Dar con empresas como Apollo no es tarea fácil: exige un proceso exhaustivo capaz de cribar miles de compañías de todo el mundo para dar con las que realmente suponen un cambio en cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). También es importante adoptar un análisis financiero disciplinado para garantizar que una empresa seleccionada centrada en las cuestiones ESG represente una buena inversión a largo plazo.

En este documento, explicamos por qué importa la renta variable en una agenda de inversión responsable (IR) y cómo los inversores pueden integrar de manera efectiva factores ESG en una cartera de acciones. Invertir en acciones es importante para lograr resultados responsables porque las empresas cotizadas son ingentes: emplean a la mayoría de las personas en todo el mundo, son las que más recursos naturales consumen, generan la mayor parte de la contaminación y suponen un gran impacto en los sistemas políticos por sus iniciativas de presión y su capacidad económica. En consecuencia, sus actuaciones suponen un efecto profundo para los países, las sociedades y la sostenibilidad en general. Los accionistas que despliegan un enfoque coherente a la hora tanto de realizar inversiones como de ejercer influencia pueden suponer una gran diferencia.

Para justificar la presencia de acciones en un plan de IR, los inversores pueden empezar con los Principios para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés), una red independiente que cuenta con el respaldo de las Naciones Unidas y más de 1.800 signatarios del sector financiero de todo el mundo. En un informe publicado en octubre de 2017, los PRI destacaron tres pilares de prácticas de IR: integración, propiedad activa y asignación temática de activos (Gráfico). Ofrecemos un modelo para utilizar estos tres pilares y plasmar las palabras “ESG” en hechos invirtiendo en renta variable.

A lo largo de varios años, hemos desarrollado un proceso disciplinado coherente con los tres pilares, diseñado para identificar valores que pueden marcar una diferencia y generar rentabilidad a largo plazo, en una cartera sostenible concentrada.

Nuestro marco de asignación temática de activos se basa en los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, introducidos en 2015. Los 17 objetivos y las 169 metas específicas abordan ámbitos de máxima importancia para la humanidad, como la erradicación de la pobreza y el hambre, la mejora del acceso a la educación y la sanidad y la mitigación de los efectos negativos del cambio climático. Sin embargo, sería poco factible que un inversor intentara centrarse por igual en los 17 objetivos porque las oportunidades de inversión para el sector privado no están distribuidas de forma equitativa entre todos los ODS. Por el contrario, creemos que la mejor forma de utilizar los ODS es identificar aquellos que ofrecen las mejores oportunidades de inversión y centrarse en esas áreas concretas. Este enfoque temático también permite al inversor desarrollar conocimientos técnicos que pueden favorecer una asignación efectiva del capital.

Consideramos que los inversores en renta variable pueden lograr un cambio importante adoptando una agenda sostenible coherente. Una asignación temática de activos orienta los valores objetivo de una cartera hacia los problemas de desarrollo más importantes destacados por la ONU. Al integrar factores ESG en las investigaciones, se formulan previsiones financieras y análisis de riesgos más integrales para cada valor. Además, una implicación activa contribuye a fomentar un cambio positivo en las empresas, lo cual también puede propiciar rentabilidades más sólidas.