La conexión entre cambio climático y esclavitud moderna

03 octubre 2023
5 min read

El cambio climático suele considerarse un problema medioambiental, pero también amenaza los derechos humanos, con consecuencias para los inversores.

El cambio climático es uno de los retos más acuciantes de nuestra era, pero suele considerarse como un problema puramente medioambiental. No obstante, creemos que esta percepción debe cambiar, ya que también es un problema de derechos humanos que amenaza la vida y el sustento de todos. Es más, provoca que los más vulnerables corran mayor riesgo de ser víctimas de tráfico de personas y esclavitud moderna. 

Por otro lado, el hecho de no tener en cuenta los riesgos de esclavitud moderna que están relacionados con el cambio climático puede suponer un riesgo financiero sustancial para los inversores. AllianceBernstein ha colaborado recientemente con Walk Free, un grupo internacional de derechos humanos que trabaja para acelerar el fin de todas las formas de esclavitud moderna, en el informe Bridging ESG Silos: The Intersection of Climate Change and Modern Slavery, que analiza en profundidad los riesgos de esclavitud moderna relacionados con el clima.

La conexión entre el clima y los derechos humanos 

Cerca de 50 millones de personas eran víctimas de esclavitud moderna un día cualquiera de 2021. Sin embargo, a pesar de esta cifra impactante, la conexión entre cambio climático y esclavitud moderna no se comprende adecuadamente. Según las previsiones del Banco Mundial, en 2050, 216 millones de personas se verán obligadas a migrar dentro de sus propios países debido exclusivamente al cambio climático. Esta migración forzosa les hará más vulnerables al riesgo de tráfico de personas y esclavitud moderna.

Hemos formulado recomendaciones y elaborado herramientas para ayudar a los inversores a evaluar, divulgar y gestionar los riesgos de esclavitud moderna relacionados con el clima. El primer paso consiste en identificar los riesgos. 

Riesgos físicos y de transición para los derechos humanos

El cambio climático plantea dos tipos de riesgos principales para los derechos humanos:

Riesgos físicos. Los riesgos físicos agudos se refieren a eventos de «aparición súbita», como las tormentas y los incendios. Los riesgos físicos crónicos conllevan cambios graduales a largo plazo o eventos de «aparición lenta», como las sequías, la desertificación, la subida del nivel del mar y la acidificación de los océanos. 

Los eventos de aparición súbita y lenta pueden destruir viviendas, infraestructuras, fuentes de alimentos y de agua, así como medios de vida. Las personas afectadas por fenómenos meteorológicos graves pueden sufrir condiciones laborales deficientes o verse obligadas a migrar en busca de un nuevo empleo. Esta circunstancia aumenta su susceptibilidad a ser víctimas de traficantes de personas y también puede derivar en explotación laboral. 

Riesgos de transición. El cambio de los combustibles fósiles con altas emisiones de carbono a fuentes de energía renovable descarbonizadas plantea dos tipos de riesgos de transición:

  • La eliminación gradual de los combustibles fósiles puede afectar a aquellos trabajadores que, bien carecen de las capacidades necesarias para la economía verde, bien no se encuentran en el lugar adecuado.  Esto aumenta su vulnerabilidad a unas condiciones laborales deficientes y al tráfico de personas. 
  • La incorporación de energías renovables puede crear riesgos para los derechos humanos en las etapas de ejecución de los proyectos y de la cadena de suministro, como, por ejemplo, adquisición de terrenos, extracción de recursos, procesamiento de  materiales y fabricación de equipos. A este respecto, se han notificado prácticas de trabajo infantil en las minas de cobalto y trabajo forzoso en la producción de silicio policristalino.

La esclavitud moderna y los riesgos para los derechos humanos relacionados con el clima también pueden suponer una amenaza para las empresas y los inversores. Entre ellos estarían los riesgos jurídicos (infringir la legislación relativa a la divulgación de información sobre esclavitud moderna o no realizar la diligencia debida en materia de derechos humanos), los riesgos reputacionales (perjuicios a una marca por incumplir las expectativas de los clientes, los accionistas y los consumidores) y los riesgos operativos (desestabilización de las operaciones y las cadenas de suministro de una empresa).

Estos riesgos pueden dar lugar a costas legales, multas, sanciones y deterioro del valor para los accionistas, y desviar recursos que de otro modo se utilizarían en las actividades principales de la empresa (Gráfico). 

El cambio climático plantea riesgos significativos
El cambio climático plantea riesgos significativos

A 31 de agosto de 2023
Fuente: Walk Free y AllianceBernstein 

Lógicamente, la transición hacia la energía renovable también presenta oportunidades para mejorar los resultados económicos y sociales. Las innovaciones tecnológicas relacionadas con dicha transición pueden ayudar a las comunidades a adaptarse mejor a los fenómenos meteorológicos, a la vez que crean empleos relacionados con las energías limpias y abren nuevas vías para el desarrollo económico No obstante, este cambio resulta difícil—especialmente en los mercados emergentes, donde la vulnerabilidad de los trabajadores del sector de los combustibles fósiles podría ser mayor—, y los inversores deben ser conscientes de los riesgos. 

Cambio climático y riesgos para los derechos humanos: ejemplos reales

A fin de poner en contexto los riesgos del cambio climático para los derechos humanos cabe analizar dos casos prácticos reales, uno relacionado con el riesgo físico y el otro con el riesgo de transición.

Caso práctico: Supertifón Haiyan
 

El supertifón Haiyan se cobró la vida de 6.300 personas y provocó 4,4 millones de desplazados tras golpear Filipinas en noviembre de 2013. Las Bisayas Orientales, la región más castigada, era una de las más pobres del país y su población figuraba entre la más susceptible al tráfico de personas.

El supertifón obligó a decenas de miles de residentes a abandonar las zonas arrasadas y muchos de ellos se dirigieron a Manila, la capital filipina. Tras la tormenta se disparó el tráfico de personas. De hecho, en un 54% de los pueblos donde se realizaron encuestas se informó de casos de niños que trabajaban en condiciones peligrosas y en un 39% de ellos se notificó un aumento del número de casos trabajo infantil. 

Caso práctico: extracción de cobalto para energía renovable
 

El cobalto es un mineral importante que se utiliza en las baterías de iones de litio que impulsan el sector de la energía renovable. No obstante se ha informado de graves violaciones de los derechos humanos en las minas donde se extrae. Se estima que al menos 35.000 niños trabajan en minas de cobalto en todo el mundo. Estas explotaciones generalmente funcionan de forma ilegal y los mineros están expuestos a polvo tóxico que puede provocar enfermedades pulmonares por inhalación de metales pesados. 

Las empresas que utilizan la esclavitud moderna —ya sea directa o indirectamente— en las cadenas de suministro de energía renovable podrían enfrentarse a consecuencias legales, como multas, sanciones y pleitos. En 2019 se presentó una demanda judicial colectiva contra cinco grandes empresas tecnológicas, alegando que se habían beneficiado conscientemente del uso del trabajo infantil en sus cadenas de suministro de cobalto. Más allá de los riesgos de litigio, un mayor control normativo puede dar lugar a requisitos más rigurosos relativos a la presentación de información y auditorías sobre las cadenas de suministro, con la imposición de graves sanciones a las empresas infractoras. 

Un plan de acción para que los inversores identifiquen los riesgos

La relación entre cambio climático y riesgos para los derechos humanos no puede ser opaca. A la vista de su importancia, creemos que los inversores deberían adoptar un enfoque que permita identificar de manera sistemática los riesgos de esclavitud moderna relacionados con el cambio climático y garantizar que su diligencia debida incluye lo siguiente: 

  • Identificar si las operaciones más intensivas en mano de obra de las empresas se encuentran en regiones susceptibles a eventos climáticos de aparición lenta y súbita. 
  • Evaluar de qué modo las empresas ubicadas en las regiones de alto riesgo tienen en cuenta consideraciones laborales, como el riesgo de migración a gran escala tras eventos climáticos de aparición súbita o el riesgo de trabajo forzoso en las cadenas de suministro de energía renovable.
  • Comprender el modo en que las empresas ubicadas en regiones de alto riesgo llevan a cabo la diligencia debida en materia de derechos humanos a fin de identificar los riesgos de esclavitud moderna, y las medidas que adoptan para reducir dichos riesgos. 
  • Estudiar el modo en que las empresas se implican y colaboran con los empleados, los proveedores, los clientes y las comunidades afectadas para evaluar el impacto de los planes de descarbonización y responder al mismo. 

Aparte de sus consecuencias medioambientales, el cambio climático puede tener repercusiones complejas y de gran alcance para los derechos humanos. Creemos que estos riesgos pueden, y deben, ser un componente integral del análisis fundamental que realicen los inversores. Con información y herramientas que incluyan marcos pertinentes y parámetros complementarios, los inversores pueden  mejorar las evaluaciones de riesgos y tomar decisiones de asignación de capital con mayor conocimiento de cauda. 

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.