Por otra parte, en comparación con el mercado en general, las acciones growth están mucho más caras que en 2016. A su vez, las acciones defensivas —representadas por el MSCI USA Minimum Volatility Index— se negocian a valoraciones relativamente baratas con respecto al mercado en general.
Las condiciones macroeconómicas también han cambiado: EE. UU. tiene una inflación más alta que en 2016 y su déficit fiscal ha aumentado considerablemente hasta el 6,7%.
A nuestro juicio, el mercado actual y las condiciones macroeconómicas exigen cautela por parte de los inversores y preparan el terreno para que se produzcan posibles episodios de volatilidad de mercado, sobre todo teniendo en cuenta los riesgos que se vislumbran en el horizonte.
Riesgo n.º 1: la agenda política de Trump genera incertidumbre
La administración Trump es favorable a las empresas, pero la incertidumbre política es elevada. En sus primeras órdenes ejecutivas, el nuevo presidente ha tomado medidas para desregular la industria energética, ha reiterado su compromiso con la reducción de los impuestos a las empresas y ha impuesto aranceles a China, Canadá y México. Este tipo de medidas tienen por objeto aumentar la ventaja competitiva de las empresas estadounidenses.
Sin embargo, se tardará un tiempo en definir los detalles de las políticas, y sus efectos en las empresas de EE. UU. y del resto del mundo no serán evidentes de forma inmediata. Por ejemplo, la finalidad de los aranceles es hacer que las importaciones a Estados Unidos sean menos competitivas. No obstante, sus efectos serán distintos en función de los sectores y las empresas.
Según nuestro análisis de los componentes del MSCI World, los ingresos de las empresas manufactureras están expuestos en mayor proporción a unos posibles aranceles que los de las empresas de servicios. En el sector tecnológico, las empresas de semiconductores y hardware son mucho más vulnerables a los aranceles que las empresas de software.
Prevemos que la volatilidad aumente conforme los mercados se esfuerzan en comprender el impacto que tendrán los aranceles en cada empresa. Esto podría crear oportunidades en empresas consideradas erróneamente víctimas de los aranceles (Gráfico). De hecho, hay empresas que han tomado medidas para optimizar sus cadenas de suministro en los últimos años y que podrían ser capaces de superar el riesgo arancelario y ofrecer sorpresas positivas en términos de beneficios y rentabilidad.