Los tipos de interés seguirán descendiendo en Europa
Creemos que los tipos de interés de la zona euro muestran una tendencia descendente más definida que en EE. UU., con un nivel de volatilidad potencialmente inferior. A corto plazo, la incertidumbre que rodea a los aranceles y la política estadounidense seguirá pesando sobre las economías europeas. Por otra parte, es posible que surjan nuevas fuerzas desinflacionarias procedentes de China, cuyas exportaciones probablemente se redirigirán en parte a los mercados europeos. Estas presiones podrían hacer que la inflación caiga por debajo del objetivo del BCE, allanando el camino para más recortes de tipos que la rebaja única que incluye nuestra previsión actual.
Por otra parte, las perspectivas de crecimiento a medio plazo de la región han mejorado, gracias a la flexibilización fiscal a gran escala de Alemania, la mayor economía de Europa. A nuestro juicio, probablemente esto favorecerá al crédito.
El crédito corporativo europeo resulta atractivo
A pesar de que el arancel del 15% acordado recientemente por EE. UU. supera la principal hipótesis del BCE, creemos que no causará grandes perturbaciones en los mercados de crédito, y los bonos europeos high-yield y con grado de inversión nos siguen pareciendo atractivos. Las empresas europeas arrancaron la ralentización económica con balances sólidos y márgenes saneados, y creemos que podrían seguir capeando el aumento de la debilidad económica.
Los mercados de crédito europeos también se benefician de un fuerte soporte técnico, ya que los compradores intervienen siempre que aumentan los diferenciales y los yields. Dado que los tipos del efectivo están descendiendo progresivamente en Europa, esperamos mayores salidas de capital de los depósitos y de los fondos del mercado monetario, que seguirán favoreciendo a los mercados de crédito europeos.
El crédito y los tipos europeos mantienen una correlación negativa
A pesar de que los mercados de crédito y los tipos estadounidenses han experimentado giros periódicos en su correlación, en Europa estas dos clases de activos han mantenido constantemente una correlación negativa (Gráfico).