Asimismo, el posicionamiento defensivo no solo se refiere a los suministros públicos y el consumo básico. Las empresas con ventajas competitivas diferenciadas pueden mantener mejor sus márgenes. Aquellas empresas que se gestionan con una sólida generación de flujo de caja libre y con balances saneados mantienen la flexibilidad necesaria para capear períodos de debilidad macroeconómica. Creemos que buscar crecimiento en áreas respaldadas por tendencias seculares y resiliencia a través de empresas con fundamentales robustos puede ser una fórmula poderosa para que los gestores activos generen rentabilidades sólidas a largo plazo.
¿El riesgo real está en la valoración o en los beneficios empresariales?
Aunque las noticias sobre cuestiones macroeconómicas suelen influir en los mercados, el comportamiento a largo plazo de la renta variable depende en última instancia de dos variables: los beneficios o el flujo de caja de las empresas en cartera, y el precio que se está dispuesto a pagar por ello.
Algunas de las acciones de megacapitalización estadounidenses que se han disparado este año cuentan con un sólido potencial de beneficios debido a la preeminencia de sus negocios y sus posiciones de liderazgo en IA. ¿Pero el acceso a las fuentes de beneficios justifica unas valoraciones muy elevadas? En algunos casos sí. Ahora bien, la respuesta varía en función de la empresa y sigue siendo demasiado pronto para entender completamente la sostenibilidad de los beneficios impulsados por la IA. Para los inversores expuestos al grupo completo mediante asignaciones pasivas, creemos que el riesgo de valoración es superior al riesgo de beneficios.
Las valoraciones elevadas pueden acabar sufriendo una dolorosa corrección, como ocurrió en el mercado bajista de 2022. Y unos tipos de interés más altos justifican prestar mayor atención a la valoración, no solo entre distintos estilos de renta variable, sino también dentro de ellos. Si las subidas de tipos terminan ejerciendo presión sobre las valoraciones de megacapitalización, otras empresas growth podrían resultar más atractivas. En las condiciones actuales, creemos sumamente importante buscar una amplia variedad de empresas que presenten un menor riesgo de valoración y ofrezcan buenas perspectivas de beneficios.
¿Es posible encontrar un mejor equilibrio entre el riesgo de valoración y el riesgo de beneficios? Creemos que sí. Dentro de un conjunto de sectores, hemos visto que, generalmente, los balances están ahora en unas condiciones mucho mejores que en períodos anteriores de desaceleración económica, de manera que los beneficios podrían resistir mejor en caso de deterioro macroeconómico. Creemos que es posible encontrar acciones con valoraciones razonables y un potencial atractivo de crecimiento a largo plazo en distintos sectores.
Un ejemplo sería el sector salud, que ha mostrado un peor comportamiento relativo en lo que va de año. Las acciones estadounidenses de las empresas sanitarias se negocian con un ratio precio-beneficios futuros de 16,5x, basándose en las estimaciones de beneficios de 2024. Esto supone un descuento del 5,5% respecto a la valoración del índice de referencia, el S&P 500. El sector también ofrece unos rendimientos del flujo de caja libre atractivos en comparación con el mercado. Dentro del sector salud, los inversores activos pueden evitar empresas biotecnológicas de menor tamaño, no rentables y con mayor riesgo, y centrarse en una selección de acciones que ofrecen una sólida combinación de crecimiento a largo plazo y características defensivas.
A escala global, las acciones value no han gozado del favor de los inversores en 2023. Se trata de valores que se negocian con fuertes descensos respecto al mercado en general y que se perciben como más expuestas a una desaceleración cíclica. Sin embargo, las empresas value pueden resultar menos vulnerables a una recesión y beneficiarse de tendencias a largo plazo, como la relocalización, la transición energética e incluso la IA. En el sector tecnológico, muchas empresas rentables de alta calidad que operan entre bastidores no se enfrentan a los mismos riesgos que los gigantes que operan de cara al consumidor y ofrecen valoraciones más atractivas.
Las estrategias de inversión en estos tipos de empresas podrían haberse quedado rezagadas en el mercado estrecho reinante en lo que va de año, pero creemos que ofrecen a los inversores unas bases más sólidas para el futuro. Si los inversores han centrado su atención en un pequeño grupo de valores, creemos que deberían ampliar su búsqueda a empresas que se beneficien de tendencias seculares y estén menos expuestas a una desaceleración económica, y estas pueden encontrarse en sectores fuera del foco. Centrarse en empresas con valoraciones atractivas, que cuenten con fuentes diversificadas de crecimiento de ingresos y beneficios, puede proporcionar acceso a todo el poder que ofrece la renta variable a largo plazo, reduciendo a su vez parte de los riesgos a corto plazo.