Perspectivas de renta fija: que los árboles no te impidan ver el bosque

01 abril 2024
5 min read

Los inversores en renta fija que se centran demasiado en datos individuales pueden perder de vista el panorama más amplio de oportunidades 

Tal y como se preveía, el primer trimestre de 2024 ha planteado un camino accidentado a los inversores en bonos. Los mercados siguen experimentando una fuerte volatilidad, ya que sus participantes están muy atentos a la publicación de cualquier dato económico nuevo, intentando adivinar los plazos de los primeros recortes de tipos de los bancos centrales. Sin embargo, los inversores demasiado centrados en detectar sorpresas en los datos podrían perder de vista el panorama general: los recortes de tipos de los bancos centrales se acercan y con ellos una importante oportunidad para los inversores en bonos.

Mirar más allá del día a día

Los datos macroeconómicos mensuales, como el empleo no agrario y la inflación, están sujetos a fuertes revisiones y ajustes estacionales, pero sus componentes también pueden ser volátiles. Creemos que es más importante analizar las tendencias macroeconómicas con el paso del tiempo.

En nuestros análisis, estas tendencias favorecen claramente los recortes de los tipos de interés oficiales en los próximos meses. La inflación general de la zona euro está descendiendo más rápidamente de lo que se esperaba y el Banco Central Europeo podría comenzar a bajar los tipos este verano. En EE. UU., donde el descenso de la inflación se ha ralentizado, creemos que la Reserva Federal no comenzará la relajación como mínimo hasta el mes de junio.

Mientras tanto, los yields de los bonos de deuda pública siguen siendo muy atractivos: el yield del bund alemán a 10 años, con calificación AAA, se sitúa actualmente en el 2,4% y el del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años, en el 4,3%.

Saque ventaja: anticípese a la acción

Para los inversores en bonos, estas condiciones son prácticamente ideales. Después de todo, con el tiempo la rentabilidad de un bono procede en gran medida de su yield. Y el descenso de los yields —que prevemos para el segundo semestre de 2024— impulsará los precios de los bonos. Este impulso podría ser particularmente fuerte, teniendo en cuenta la cantidad de capital que continúa al margen, a la espera de un punto de entrada. Más de 6 billones de dólares continúan en fondos del mercado monetario, una secuela de la estrategia «T-bill and chill»  que se popularizó en 2022, cuando los bancos centrales subían agresivamente los tipos de interés.

Históricamente, cuando los bancos centrales han relajado la política monetaria, el capital ha salido de los mercados monetarios para regresar a la deuda a más largo plazo. El aumento de la demanda de bonos resultante de estos giros de los flujos ha contribuido a reforzar el descenso de los yields que acompaña a los recortes de tipos de los bancos centrales. Dado que el volumen de capital que se mantiene al margen en estos momentos no tiene precedentes, el potencial aumento de la demanda de bonos es excepcionalmente elevado.

Para evitar perderse el potencial de rentabilidad que esto representa, creemos que los inversores deberían anticiparse al traslado del efectivo hacia los bonos. Eso significa que hay que hacer el cambio ahora, porque los yields de los bonos de deuda pública suelen descender —y los precios subir— antes de que los bancos centrales entren en acción. Históricamente, en los tres meses previos al primer recorte de tipos de la Fed, el yield del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años ha caído una media de 90 puntos básicos. Ese es el motivo por el que, en el pasado, los inversores capturaron las mayores rentabilidades cuando invirtieron varios meses antes del comienzo del ciclo de relajación (Gráfico).

Históricamente, «los madrugadores» fueron los que más se beneficiaron de las rentabilidades del mercado de bonos
Bloomberg US Aggregate Bond Index: Rentabilidad media a plazo de 12 meses (porcentaje)
The US Aggregate averaged 13.8% for the year starting 3 months before the 1st rate cut, and 8.6 starting one month after it.

Los análisis históricos no garantizan los resultados futuros.
La media se basa en las siguientes fechas de los primeros recortes de tipos de la Fed: 20 de septiembre de 1984; 7 de junio de 1989; 6 de julio de 1995; 3 de enero de 2001; 18 de septiembre de 2007; y 1 de agosto de 2019.
A 31 de diciembre de 2023
Fuente: Bloomberg, Reserva Federal estadounidense y AB

Analizar el panorama a más largo plazo

Dar un paso atrás en la variabilidad diaria de los datos nos ayuda a obtener una mejor perspectiva a medio plazo y también a analizar el panorama a más largo plazo. Y ese panorama está cambiando.

Durante los últimos 40 años, las fuerzas deflacionarias han prevalecido en todo el mundo, facilitando un régimen de baja inflación de equilibrio. Sin embargo, el aumento de las presiones de tres potentes motores macroeconómicos —desglobalización, demografía y cambio climático— apunta a una mayor inflación estructural y a una mayor volatilidad de la inflación en la próxima década.

De hecho, creemos que es probable que el 2% se convierta en un umbral mínimo de inflación, más que en el objetivo de los bancos centrales, en los próximos 10 años. Es más que posible que ya hayamos entrado en este nuevo régimen, aunque la reciente desinflación desde máximos cíclicos ha enmascarado las evidencias que lo demuestran.

Una mayor inflación implica unos yields nominales más altos y una mayor volatilidad de la inflación implica unas curvas de rendimientos más pronunciadas. En la pasada década, las primas a plazo prácticamente se habían evaporado. En la próxima década, creemos que las primas a plazo aumentarán para compensar a los inversores por el riesgo de mantener en cartera bonos con vencimiento a más largo plazo en un entorno de expectativas de inflación más inciertas.

Tras más de dos décadas de tipos excepcionalmente bajos y escasas asignaciones a renta fija, un nuevo régimen de mayor inflación de equilibrio, yields nominales más elevados y aumento de la volatilidad podría revolucionar la forma en la que los inversores asignan su capital a largo plazo, con un mayor protagonismo de las asignaciones a renta fija de gestión activa y de las estrategias de inflación que en los últimos años.

Estrategias para el entorno actual

Creemos que los inversores en bonos pueden obtener buenos resultados en el entorno favorable actual si aplican estas estrategias:

1. Estar invertidos. Si todavía sigue estancado en el efectivo o en equivalentes de efectivo, como sustitutos de los bonos, estaría perdiéndose las rentas diarias que aportan los bonos con yields más elevados, además de las potenciales ganancias resultantes de las subidas de precios por el descenso de los yields. Además, tal y como se ha señalado, los yields generalmente han descendido en los meses previos a la primera acción de tipos de los bancos centrales. Este es el motivo por el que resulta tan importante que los inversores en bonos abandonen los márgenes e inviertan.

2. Alargar la duración. Si la duración de su cartera (es decir, la sensibilidad a los tipos de interés) ha virado hacia el extremo ultracorto, plantéese alargarla. La duración suele beneficiar a las carteras cuando la economía se desacelera y los tipos de interés bajan. La deuda pública, que es la fuente más pura de duración, también ofrece una elevada liquidez y ayuda a contrarrestar la volatilidad del mercado de renta variable.

3. Mantener crédito. A pesar de que los diferenciales siguen siendo estrechos, los yields de los activos sensibles a la evolución del crédito, como los bonos corporativos y la deuda titulizada, son más elevados ahora que en los últimos años, lo que ofrece a los inversores orientados a las rentas una oportunidad de abastecimiento que llevaban mucho tiempo esperando. Dado que los fundamentales partían de una posición históricamente sólida, no prevemos un tsunami de impagos y rebajas de calificaciones de las empresas. Además, el descenso de tipos más avanzado el año debería ayudar a aliviar las presiones de refinanciación de los emisores corporativos.

No obstante, los inversores en crédito deben ser selectivos y prestar atención a la liquidez. Los bonos corporativos con calificación CCC y la deuda titulizada de menor calificación son los más vulnerables en una ralentización económica. Los bonos corporativos con grado de inversión y vencimiento a largo plazo también pueden ser volátiles y actualmente, a nuestro juicio, están sobrevalorados. Por el contrario, la deuda high yield de corta duración ofrece yields más elevados y un menor riesgo de impago que la deuda a más largo plazo gracias a la curva de tipos invertida.

4. Adoptar una postura equilibrada. Creemos que tanto los bonos de deuda pública como el crédito tienen un papel que desempeñar en las carteras actuales. Entre las estrategias más efectivas se encuentran aquellas que combinan deuda pública y otros activos sensibles a los tipos de interés con activos de deuda corporativa orientados al crecimiento en una única estrategia gestionada de forma dinámica. Este tipo de combinación también ayuda a mitigar riesgos ajenos a nuestra hipótesis de escenario más probable —de crecimiento ralentizado—, tales como la rentabilidad de la inflación extrema o un colapso económico.

5. Protección frente a la inflación. Dado el riesgo aumentado de futuros repuntes de la inflación, el efecto corrosivo de la inflación y la asequibilidad de la protección explícita contra la inflación, creemos que los inversores deberían plantearse ahora aumentar su asignación a estrategias contra la inflación.

6. Considerar un enfoque sistemático. El actual entorno de debilitación del crecimiento económico también aumenta el alfa potencial de la selección de valores de renta fija. Los enfoques de inversión sistemática en renta fija de gestión activa, que son sumamente adaptables, pueden ayudar a los inversores a aprovechar esas oportunidades.

Los enfoques sistemáticos dependen de una serie de factores predictivos, como el momentum, que no se capturan eficazmente con la inversión tradicional. Dado que los enfoques sistemáticos se basan en distintos detonantes de los resultados, sus rentabilidades posiblemente diferirán —y complementarán— las estrategias activas tradicionales.

Invierta para anticiparse

Los inversores activos deberían prepararse para sacar ventaja de los cambios de la dinámica del mercado a medida que avance el año. Sobre todo, creemos que los inversores deberían abandonar los márgenes e invertir plenamente en los mercados de bonos para no perderse los elevados yields actuales ni las excepcionales oportunidades de rentabilidad potencial.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.