Mejor ser prudentes con los préstamos bancarios en 2023

04 mayo 2023
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A medida que los tipos de interés subían en 2022, los inversores buscaron refugio en los préstamos bancarios de alta rentabilidad, cuyos cupones variables suelen considerase un antídoto contra los incrementos de tipos. Sin embargo, la situación se perfila distinta en 2023, y estos activos podrían enfrentarse a retos. Creemos que los inversores que buscan rentas deberían decantarse por un enfoque más diversificado que equilibre los riesgos de tipos y crediticios. Explicamos por qué.

Los préstamos bancarios son vulnerables cuando se produce un cambio de ciclo crediticio

Los préstamos bancarios a tipo de interés variable suelen comportarse bien cuando se dan condiciones adecuadas, es decir, cuando la Reserva Federal sube los tipos y la economía crece. Sin embargo, esas condiciones no suelen durar demasiado. De hecho, pensamos que pronto podría haber un cambio de rumbo: la crisis bancaria está endureciendo las condiciones financieras, puede que la subida de tipos de la Fed en mayo sea la última y todo apunta a una desaceleración del crecimiento del PIB estadounidense en el segundo semestre del año.

Resulta arriesgado tener exposición a préstamos bancarios en esta etapa tardía del ciclo crediticio. Tradicionalmente, los préstamos bancarios han mostrado un peor comportamiento relativo en épocas de recesión económica (Gráfico).

Los préstamos bancarios se han comportado peor en épocas de recesión económica
Rentabilidad total de 12 meses: Enero 2022 – Abril 2023
Los préstamos bancarios se han comportado peor en épocas de recesión económica

Los análisis históricos y actuales no garantizan los resultados futuros.
Los bonos high yield de EE. UU. están representados por el Bloomberg US Corporate High Yield Index, los bonos del Tesoro de EE. UU. por el Bloomberg US Treasury 10–Year Bellwether y los préstamos bancarios de EE. UU. por el Credit Suisse Leveraged Loan Index.
Hasta el 30 de abril de 2023
Fuente: Bloomberg, Credit Suisse, National Bureau of Economic Research and AllianceBernstein (AB)

En parte, esto se debe al efecto cíclico exagerado que se genera cuando los inversores acuden rápidamente al mercado una vez que los tipos comienzan a subir y huyen despavoridos cuando comienzan a caer.  No obstante, también es achacable al hecho de que los préstamos bancarios pueden comportar un riesgo crediticio sustancial, y parece que esto es justamente lo que sucede ahora.

En primer lugar, dado el incremento que registraron los cupones de los préstamos bancarios en 2022, las empresas emisoras sufrieron un repunte de sus costes de capital, lo que provocó tensiones financieras. En otras palabras, las empresas prestatarias asumieron el riesgo de tipos de interés que los inversores deseaban evitar.

Los emisores deberían al menos haber cubierto en parte esa exposición a tipos con swaps de tipos de interés, pero muchos no lo hicieron. En consecuencia, nuestro análisis señala que el emisor medio de préstamos bancarios con calificación B3 probablemente obtenga flujos de caja libre negativos en 2023 debido a la infrafinanciación de sus pasivos de deuda a tipo variable. Según S&P, casi la mitad de los préstamos con calificación B están en riesgo de morosidad y de rebaja de la calificación crediticia.

Pero eso no es todo. Para empezar, dado que los préstamos bancarios suelen ser una opción de financiación más barata para las operaciones de crédito menos sólidas, el mercado de préstamos bancarios de alta rentabilidad representa más deuda con baja calificación que el mercado de bonos high yield. De hecho, desde 2009, la calidad crediticia de los préstamos bancarios se ha ido deteriorando, mientras que la calidad de los bonos high yield ha mejorado (Gráfico).

La proporción de deuda con baja calificación que representan los préstamos bancarios ha aumentado a lo largo del tiempo
Proporción del mercado por calificación crediticia
La proporción de deuda con baja calificación que representan los préstamos bancarios ha aumentado a lo largo del tiempo

Los análisis históricos y actuales no garantizan los resultados futuros.
Las calificaciones de los préstamos bancarios se muestran como porcentaje del valor nominal; las calificaciones de los bonos se muestran como porcentaje del valor de mercado.
**No se muestran los préstamos sin calificación o aquellos con calificaciones superiores a BB
Hasta el 31 de enero de 2023.
Fuente: Barclays, Bloomberg, Pitchbook, S&P y AB

Por tanto, conforme la economía estadounidense se dirige hacia una fase de bajo crecimiento, los préstamos bancarios comportan mayor riesgo de impago que los bonos high yield. Además, la proporción del mercado de bonos high yield que está garantizada —31% a 31 de diciembre de 2022— es relativamente elevada, lo que podría traducirse en unas tasas de recuperación más altas en caso de impago.

Tres motivos para alcanzar un mayor equilibrio

Creemos que los inversores deberían plantearse prescindir de los préstamos bancarios y apostar por un enfoque más equilibrado a la hora de invertir en rentas. Entre las estrategias activas más efectivas se encuentran aquellas que combinan deuda pública y otros activos de alta calidad sensibles a los tipos de interés con activos de deuda corporativa orientados al crecimiento en una única estrategia gestionada de forma dinámica.

Este enfoque puede ayudar a los inversores a hacerse una idea de la interacción entre los riesgos de tipos y de crédito, de manera que puedan tomar mejores decisiones sobre qué dirección seguir en un determinado momento. La capacidad de volver a equilibrar activos que mantienen una correlación negativa ayuda a generar rentas y rentabilidad potencial, al tiempo que limita el alcance de las caídas cuando se producen oleadas de ventas de activos de riesgo.

En el entorno actual, adoptar una estrategia barbell aporta tres ventajas principales:

1) Generación de rentas
. Los rendimientos de los activos de riesgo son más elevados ahora que en los últimos años, lo que ofrece a los inversores que buscan rentas una oportunidad de abastecimiento que llevan mucho tiempo esperando. Los inversores deberían tratar de diversificar sus carteras no solo internacionalmente, sino también por sectores. Los sectores como la deuda corporativa high yield, la deuda de mercados emergentes y los activos titulizados —entre ellos los bonos de titulización hipotecaria respaldados por inmuebles comerciales y los títulos de transferencia de riesgo de crédito— también pueden servir de protección contra la inflación al aportar una mayor fuente de ingresos corrientes. A nuestro juicio, los inversores deberían apostar por crédito de mayor calidad, ser selectivos y prestar atención a la liquidez. El crédito con bajas calificaciones en cualquier sector es más vulnerable en un contexto de recesión económica.

2) Duración
. Mientras que los préstamos bancarios de alta rentabilidad suelen tener nula o escasa duración —una medida de la sensibilidad a la variación de los tipos de interés—, los bonos de deuda pública pueden ser una fuente de duración excelente. Además, pensamos que, en estos momentos, una duración moderada con deuda pública de alta calidad podría ser especialmente positiva para las carteras. La duración suele comportarse bien cuando la inflación cae y la economía se ralentiza, y permite contrarrestar la volatilidad de los activos growth.

3) Correlaciones negativas
. En 2022, los mercados de renta fija y variable rompieron con la convención y cayeron a la vez, dejando a los inversores sin apenas sitios donde esconderse. Algunos observadores del mercado planteaban la posibilidad de que hubiera pasado ya la época de correlaciones negativas entre los bonos del Tesoro estadounidense y los activos de riesgo. Sin embargo, los últimos acontecimientos del mercado han demostrado que esa tesis era errónea. A medida que en marzo se vendían masivamente activos de riesgo, los bonos del Tesoro experimentaron una fuerte subida, restableciéndose así la correlación negativa entre las clases de activos en un entorno de aversión al riesgo. Creemos que esa relación restaurada persistirá.

Cuidado con el cambio de ciclo

Conforme el ciclo va acerándose a su fin, los inversores que buscan rentas deberán sopesar detenidamente sus opciones. Creemos que una estrategia barbell que equilibre los riesgos de tipos de interés y crédito podría tener éxito allí donde los préstamos bancarios no lo conseguirán. Sobre todo, pensamos que es el momento de ser prudentes con los préstamos bancarios. A medida que avanza la marea, puede que los inversores descubran que los préstamos bancarios a tipo variable son castillos de arena.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.