¿Qué ocurre tras una rentabilidad superior de los 10 grandes valores?

15 noviembre 2024
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En épocas pasadas, el liderazgo de los principales valores ha dado paso a una ampliación de las rentabilidades del mercado
En épocas pasadas, el liderazgo de los principales valores ha dado paso a una ampliación de las rentabilidades del mercado

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
Los 10 principales valores del S&P son las 10 acciones de mayor tamaño por capitalización de mercado. Los períodos de rentabilidad muestran rentabilidades acumulativas.
A 30 de septiembre de 2024
Fuente: Bloomberg, S&P y AllianceBernstein (AB)

Los 10 principales valores estadounidenses han liderado las rentabilidades del mercado durante buena parte de los dos últimos años. No obstante, ahora que hay señales de un cambio en los patrones de rentabilidad, puede que los inversores deseen evaluar detenidamente lo que ha ocurrido en períodos anteriores de rentabilidades fuertemente concentradas.

Desde principios de 2023, los mercados estadounidenses han recibido un poderoso impulso a raíz del entusiasmo por la inteligencia artificial y la fortaleza de los sectores tecnológico y de consumo discrecional. En el período comprendido entre enero de 2023 y junio de 2024, los 10 principales valores del S&P 500 rindieron nada menos que un 104,6%, duplicando con creces la rentabilidad del índice general (Gráfico). Sin embargo, desde julio, el S&P 500 ha avanzado un 5,9% y superado a los principales valores, que han tenido un comportamiento muy irregular en el tercer trimestre.

Nadie sabe si se mantendrá esta tendencia, pero no es demasiado pronto para extraer lecciones de episodios pasados similares. 

Tres mercados concentrados anteriores. 

Hemos analizado tres períodos de los últimos treinta años durante los cuales que se registró un comportamiento especialmente positivo de los 10 principales valores estadounidenses. En 1996, las empresas de los sectores tecnológico y de salud estuvieron fuertemente representadas en el grupo de los 10 grandes valores debido a la confluencia de condiciones económicas y de mercado favorables. Diez años después, el boom de las puntocom propició unas rentabilidades impresionantes de estos valores, con un peso sustancial del sector tecnológico. Ya en 2020, las acciones tecnológicas también se situaron en cabeza, aunque en circunstancias muy diferentes. En esa ocasión fue la pandemia de COVID-19 lo que aceleró la adopción de los servicios digitales, el comercio electrónico, el trabajo remoto y la computación en la nube.

¿Qué pasó a continuación? En el período de 12 meses que comenzó en mayo de 1997, la renta variable estadounidense subió con fuerza, pero en 2000-2001 y 2022 sufrió descensos. Hubo un denominador común: en cada período, el mercado general se comportó mejor que los 10 principales valores. Cuando los mercados sufrieron descensos, el S&P 500 cayó mucho menos que los 10 pesos pesados.

Estos episodios ilustran por qué resulta peligroso tener en cartera a todo el grupo con las ponderaciones del índice, sobre todo después de unas subidas tan pronunciadas. Aunque entre los principales valores figuran negocios magníficos, creemos que los gestores de carteras deben invertir en cada uno de ellos atendiendo a la filosofía de una estrategia y con ponderaciones muy estudiadas

Posicionarse de forma activa para el cambio

El grado de concentración que ha registrado el mercado en los dos últimos años ha sido excepcional desde una perspectiva histórica. Por tanto, creemos que un posicionamiento pasivo en mercados de renta variable no es la mejor forma de prepararse para el futuro. Teniendo en cuenta los mayores riesgos macroeconómicos y geopolíticos actuales, un posicionamiento activo de las carteras basado en el análisis fundamental del perfil de riesgo/rentabilidad resulta especialmente importante. La mayor dispersión de fundamentales entre sectores e industrias podría ayudar a perpetuar la ampliación registrada en el tercer trimestre.

Hoy en día existen numerosas oportunidades que no se ven a simple vista. En los últimos años, muchas empresas de diversos sectores con negocios de alta calidad han quedado en un segundo plano y ahora se negocian a valoraciones atractivas. Hay distintos tipos de carteras que pueden acceder a esas empresas de diversas formas: desde carteras de renta variable growth o value hasta carteras temáticas, pasando por estrategias defensivas que tratan de reducir la volatilidad. Aunque las filosofías y los procesos aplicados sean distintos, el objetivo estratégico debe ser captar potencial de rentabilidad a largo plazo en mercados que pueden estar impulsados por fuerzas que difieren sustancialmente de lo observado en el pasado reciente.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.