Deuda soberana europea: ¿supone algún problema la periferia?

22 febrero 2024
3 min read

La deuda soberana se disparó en la pandemia y podría parecer que la periferia de la zona euro presenta un riesgo elevado. ¿Son solo apariencias?

Aunque podría parecer que la crisis de deuda que sufrió la zona euro en 2008 es algo ya lejano, los inversores siguen temiendo que vuelva a producirse una situación similar y les pone nerviosos unos niveles de endeudamiento elevados.

Durante la pandemia, la contracción de las economías y unas políticas fiscales más intervencionistas incrementaron los ratios de deuda/PIB en toda Europa. Esta circunstancia colocó a los países periféricos de la zona euro en una situación de mayor vulnerabilidad a posibles crisis económicas. Aunque los ratios de deuda ya se han estabilizado, la Comisión Europea prevé que no descenderán demasiado en los próximos dos años y que, en su mayor parte, se mantendrán muy por encima del límite que exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) de la Unión Europea (UE). El escenario parece alarmante, pero no cuenta toda la historia.

Las economías están sanando tras la pandemia

En general, los países periféricos de la UE —Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España— ya han reducido notablemente sus ratios de deuda/PIB desde la pandemia y siguen haciéndolo progresivamente (Gráfico). Italia es la única excepción: se prevé que su ratio de deuda/PIB siga siendo elevado (140%) hasta 2025 como mínimo, y sus perspectivas de crecimiento son las más bajas de los países periféricos. 

Los niveles de deuda/PIB se reducen conforme se recupera el crecimiento
Ratios de deuda/PIB y crecimiento económico annual
Debt ratios are down substantially since the pandemic peak; GDP growth has rebounded too, from negative levels.

Los análisis históricos y actuales no garantizan los resultados futuros.
Las líneas de puntos indican datos provisionales y previsiones.
Datos reales a 30 de septiembre de 2023
Fuente: Comisión Europea

A pesar de sus altos niveles de deuda, las perspectivas de crecimiento de los países periféricos de la UE parecen relativamente favorables. Estos países han mostrado últimamente un comportamiento más positivo que sus vecinos del norte de Europa, como Alemania y los Países Bajos, ya que sus economías están más enfocadas a los servicios y dependen menos de la energía y el comercio mundial.

Las mejoras en sus calificaciones crediticias reconocen esas tendencias más positivas (Gráfico). Las principales agencias de rating han mejorado la calificación de Grecia, que ahora se sitúa en grado de inversión. Lo mismo ha ocurrido con Portugal, que está cerca de obtener la calificación A. Irlanda se aproxima a AA, España permanece en una sólida A e Italia, con una calificación de BBB, todavía tiene que mejorar su calificación tras la pandemia.

Recuperación de las calificaciones de la periferia de la UE
Calificaciones de S&P para los países periféricos
All five peripheral countries’ credit ratings were cut during the pandemic, but four have staged a partial recovery.

Los análisis históricos y actuales no garantizan los resultados futuros.
A 31 de enero de 2024.
Fuente: S&P Global Ratings

Las nuevas estructuras abordan los riesgos sistémicos

Desde la crisis de 2008, las instituciones europeas y mundiales han creado y mejorado toda una serie de estructuras para una gestión más eficaz de los riesgos sistémicos. En la zona euro, los programas de compra de deuda soberana —entre los que figuran el programa de compra de activos (APP, 2004) y el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP, 2020) del Banco Central Europeo (BCE)— han ayudado a reducir los diferenciales de la deuda soberana en períodos de gran preocupación entre los inversores. Posteriormente, la introducción del Instrumento para la Protección de la Transmisión  (TPI, 2022) ha aliviado las tensiones del mercado y reducido los diferenciales. Cuando se active, el TPI permitiría al BCE realizar compras específicas para respaldar la deuda de Estados miembros concretos.

En respuesta a la emergencia pandémica, la Comisión Europea asumió capacidades de endeudamiento para otorgar préstamos y subvenciones a países concretos de la zona euro a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (2021). Era la el primer paso hacia una estructura de deuda común para el conjunto de la UE destinada a atender mejor las necesidades de cada Estado miembro y reducir sus costes de financiación.

Actualmente, la Comisión Europea está revisando su modelo de control de la deuda soberana. Aunque las reglas originales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) establecían umbrales máximos inamovibles para los ratios de déficit y deuda (en ningún caso superiores al 3% y el 60% del PIB, respectivamente), las revisiones acordadas recientemente permitirán aplicar un sistema más flexible para reducir los niveles de deuda específico para cada país.  Prevemos que este nuevo enfoque contribuya, por un lado, a mejorar la disciplina fiscal y, por otro, a contener las tensiones en los mercados en caso de que un país incumpla sus objetivos en un año determinado, sin que ello suponga un grave perjuicio para el crecimiento económico del país en cuestión.

Unos bancos más fuertes son sinónimo de menos tensiones

Un sistema bancario más sólido también ha ayudado a reforzar la estabilidad financiera. Si bien es cierto que el año pasado la crisis de los bancos regionales estadounidenses y la quiebra de Credit Suisse nos recordaron los riesgos omnipresentes del sector bancario, los balances de las entidades son ahora mucho más sólidos que antes de la crisis financiera mundial. El aumento de los ratios de liquidez y un marco normativo más riguroso en general han contribuido a evitar que las crisis regionales alcancen una dimensión global.

En Europa, las reformas en el ámbito de la supervisión bancaria emprendidas desde 2014 han ayudado a mejorar el control y a incrementar la solvencia del sector bancario. Aunque en 2022 aumentaron las tensiones sistémicas, fue un episodio relativamente corto, en parte por los reducidos riesgos de contagio del sector financiero a la economía real.

El precio de los bonos refleja una nueva realidad

Al contar con estas protecciones adicionales, las primeras etapas del endurecimiento de la política monetaria del BCE han transcurrido según lo previsto: el endurecimiento cuantitativo (QT) del APP que comenzó en marzo de 2024 avanza sin contratiempos, y el anuncio del fin del PEPP no ha alterado los diferenciales de la deuda soberana.

Los diferenciales de la deuda pública de los países periféricos continúan en torno a sus niveles mínimos desde la crisis de 2008, lo que indica tanto unas condiciones económicas estables en dichos países como una menor sensibilidad al cambiante sentimiento del mercado (Gráfico). Italia vuelve a ser aquí la excepción. Aunque los diferenciales BTP-bund son menores que durante la crisis de deuda soberana, siguen acusando volatilidad como consecuencia de los retos estructurales que encara el país. Aun así, prevemos que dichos diferenciales sigan fluctuando en torno a los niveles actuales a medida que la QT avance sin contratiempos.  

Los mercados muestran pocas tensiones
Diferenciales de la deuda pública periférica e indicador de tensión del BCE
Government bond spreads are well down from the 2008 crisis peak and systemic stress is returning towards pre-crisis levels.

Los análisis históricos y actuales no garantizan los resultados futuros.
A 31 de enero de 2024.
Fuente: Bloomberg, Banco Central europeo y AB

«La Periferia» está pasando a la historia

Prevemos un futuro más halagüeño para la deuda soberana de la UE. Unas condiciones estructurales y normativas más favorables deberían ayudar a disuadir a los países de recurrir a un endeudamiento excesivo y, de esta forma, evitar crisis sistémicas. También prevemos que el BCE comience a bajar los tipos este verano, lo que con el tiempo se traduciría en una reducción de los costes de financiación para los emisores de deuda soberana de la zona euro.

En vista de estos cambios, creemos que los inversores no deberían centrarse en los riesgos sistémicos, sino en las cualidades de cada uno de los emisores de la zona euro. Aunque puede que las economías de periféricas de la UE tuvieran un comportamiento más uniforme en 2008, actualmente se observan amplias diferencias entre ellas, por lo que no procede verlas como un bloque homogéneo. De hecho, cada vez es más frecuente que se clasifique a los miembros más sólidos de este grupo como «semi-core».

Italia sigue siendo la excepción, creemos que por motivos idiosincráticos, más que sistémicos. A nuestro juicio, el comportamiento de la economía del país obedece principalmente a cuestiones políticas, por lo que los inversores deberían estar atentos a los acontecimientos en este terreno. Si Italia sufriese ahora un revés, los efectos podrían notarse en los diferenciales de la deuda soberana, pero no vemos probable que se desatara una tormenta.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.