Liberar el potencial de inversión de la "S" de ESG

¿La clave? Más investigación y datos en cuestiones sociales

24 abril 2023
6 min read

Las cuestiones sociales son quizás las más difíciles de investigar y las que peor conocen los inversores con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).  Sin embargo, los riesgos y oportunidades que plantean son cada vez mayores y los inversores deben asumir el reto.

Desde la esclavitud moderna hasta la representación femenina en las plantillas, la lista de preocupaciones sociales que afectan a las empresas no para de crecer. Estas cuestiones representan una mayor proporción de controversias empresariales que las relativas al medio ambiente y al gobierno corporativo (Gráfico). Sin embargo, los inversores orientados a cuestiones ESG, cada vez más sistemáticos y sofisticados a la hora de incorporar factores medioambientales y de gobierno corporativo en sus decisiones de inversión, no disponen de unos procesos igual de sólidos para abordar los factores sociales.

Las cuestiones sociales son las que más peso tienen en el conjunto de controversias
Las controversias sociales graves son más comunes
Las cuestiones sociales son las que más peso tienen en el conjunto de controversias

*Basado en el sistema de puntuaciones de controversias de MSCI aplicado a 2.796 empresas del MSCI ACWI Index y 708 empresas del Bloomberg High Yield Index. En deuda high yield estadounidense, el cálculo excluye a 303 empresas del índice que no tienen cobertura de puntuaciones de controversias MSCI. La evaluación global de controversias indica si una empresa tiene una controversia importante relacionada con sus operaciones o productos y la gravedad del impacto ESG de dicha controversia. 
Las controversias se refieren a aquellas que siguen teniendo relevancia para una empresa, aunque algunas de ellas se hubieran detectado por primera vez en años anteriores. 
A fecha de enero de 2023
Fuente: Bloomberg, MSCI and AllianceBernstein (AB)

¿El motivo? Los datos sobre factores sociales son relativamente escasos, imprecisos y difíciles de integrar en un análisis y en el proceso de inversión. Dado el interés que acaparan las tendencias sociales y la nueva legislación en este ámbito, los inversores no pueden ignorar los riesgos para las empresas y la rentabilidad de las inversiones.

A nuestro juicio, los inversores pueden asumir este reto —y aprovechar las oportunidades derivadas del mismo— si entienden cómo aplicar los datos disponibles, y profundizar en ellos, dentro de un marco de análisis que recoja tres dimensiones críticas del cambio social a escala global.

¿Por qué hay escasez de datos sociales?

Una reglamentación más rigurosa y el control cuasigubernamental de las cuestiones «E» y «G» han contribuido a una mejora muy significativa de los datos en estos ámbitos. Está aumentando el interés oficial por las cuestiones sociales. Esto debería contribuir a reparar los desequilibrios de información, caracterizados por una escasez relativa de datos sobre factores sociales en comparación con los relacionados con la «E» y la «G» (Gráfico).

Hay una menor disponibilidad de datos sociales en comparación con los relativos a la «E» y la «G»
Hay una menor disponibilidad de datos sociales en comparación con los relativos a la «E» y la «G»

La rentabilidad histórica y los análisis actuales no garantizan los resultados futuros.
A 31 de enero de 2023
Fuente: MSCI

Los datos sociales que suelen estar más disponibles se refieren a la diversidad de género de las plantillas, la salud y la seguridad, las retiradas de productos y las políticas de derechos humanos. Sin embargo, la calidad de esos datos sigue siendo insuficiente. Por ejemplo, el hecho de que una empresa disponga de una política de derechos humanos no significa que esta sea buena o que se aplique correctamente.

También resulta difícil comparar parámetros sociales entre distintas empresas y sectores. A diferencia de las huellas de carbono y las normativas públicas, que permiten comparar fácilmente empresas o sectores, las cuestiones sociales no son las mismas para todos los sectores. 

En el sector de las prendas de vestir, por ejemplo, entre los principales problemas figuran el trabajo forzoso o el trabajo infantil, la proporción de empleados con cobertura sindical o sujetos a convenios colectivos, mecanismos de presentación de reclamaciones y códigos de conducta de proveedores.

En la banca minorista, los préstamos abusivos generan una gran preocupación social, junto con el acceso a servicios para clientes con bajos ingresos, la privacidad y seguridad de los datos, y la imposición de multas por incumplimiento de las normativas.  Las empresas de alimentación y bebidas deberían ser juzgadas por la calidad y las retiradas de sus productos, la inversión en sistemas de seguridad y calidad, y el tiempo de producción perdido por accidentes laborales o incidentes de seguridad.

Dado que el control oficial de los factores «S» es cada vez más intenso, estas cuestiones irán adquiriendo mayor importancia.

Los inversores se enfrentan a un tsunami de legislación relacionada con la «S»

Nuestro análisis demuestra que, entre 2011 y 2022, los gobiernos y los organismos cuasigubernamentales de importantes países occidentales tomaron 23 medidas destacadas —como la introducción de legislación o principios rectores e investigaciones parlamentarias— para frenar el trabajo forzoso y los abusos en materia de derechos humanos. La mayoría de las medidas (17) se aplicaron en la segunda mitad de dicho período.

Este lento tsunami de legislación obligará a las empresas a realizar una diligencia debida de sus operaciones y cadenas de suministro, y a informar sobre los resultados. Ya se están poniendo en marcha iniciativas gubernamentales para prohibir productos fabricados con mano de obra forzosa, como en Estados Unidos, y pronto lo hará la Unión Europea.

La concienciación popular sobre cuestiones sociales adquiere cada vez más fuerza. La COVID-19 ha puesto de relieve las desigualdades en la distribución de las vacunas y las tensiones sobre los sistemas de salud. Asimismo, las alteraciones de las cadenas de suministro provocadas por la pandemia y la guerra en Ucrania evidencian las difíciles condiciones de ciertos países que producen bienes para la exportación. El incremento de la inflación y la crisis del coste de la vida están aumentando la concienciación social sobre los problemas sociales. 

A nuestro juicio, los inversores deberían tomar dos medidas para incorporar la creciente importancia de los factores «S» en sus carteras.

Elaboración de perspectivas mediante la ciencia de datos y los análisis cualitativos

Lo primero es subsanar los problemas de calidad y disponibilidad de los datos. Cuando se dispone de datos es necesario definir adecuadamente su materialidad para diversos sectores. A continuación, la ciencia de datos y los análisis cualitativos pueden ayudar a generar unas perspectivas más correctas. 

Por ejemplo, es posible que los proveedores terceros especializados tengan un conocimiento más exhaustivo de los factores «S» que los analistas de valores en plantilla, pero generalmente abarcan menos empresas. Con la ciencia de datos, los inversores pueden acceder a nuevas fuentes de información con ayuda de la inteligencia artificial.

Es importante entender los datos para evitar extraer conclusiones falsas. Las controversias «S» son más comunes en algunos sectores, como el de la automoción. Sin embargo, no hay que dar por sentado que los sectores con menos datos presentan un nivel de controversias proporcionalmente menor. Asimismo, el análisis fundamental puede verificar que la política de derechos humanos de una empresa es eficaz y se aplica correctamente. 

Tres dimensiones para entender las cuestiones «S»

El segundo paso consiste en elaborar un marco de análisis que pueda señalar los principales riesgos y oportunidades relacionados con la «S».

Hemos definido tres temas amplios para ayudar a los inversores a comprender el entorno de inversión cambiante relacionado con la «S»: un mundo en proceso de cambio, un mundo justo y un mundo saludable (Gráfico).

Las tres dimensiones de las cuestiones sociales
Las tres dimensiones de las cuestiones sociales

Fuente: AllianceBernstein (AB)

Estos temas abarcan cambios diversos y de gran alcance. Desde la perspectiva de un mundo en proceso de cambio, hablaríamos, por ejemplo, de entender de qué manera la gestión del capital humano puede aportar ventaja competitiva a las empresas, las consecuencias del envejecimiento de la fuerza laboral y el riesgo de que se pierda el 30% de los empleos a causa de la automatización en 2030.

Pensar sobre el mundo en términos de justicia social puede hacer que los inversores se centren en las crecientes pruebas que constatan una correlación positiva entre el liderazgo empresarial femenino y los resultados empresariales. También puede alertarles de los costes para todo un sector de las prohibiciones a las importaciones de productos fabricados mediante trabajo forzoso.

La transición global hacia una economía hipocarbónica obliga a los gobiernos a elaborar políticas que ayuden a las personas a adaptarse conforme se pierden los empleos antiguos y se crean los nuevos. La capacidad de los gobiernos para afrontar correctamente estas cuestiones tendrá consecuencias para los inversores en bonos soberanos. 

La salud también es importante para las empresas y los inversores. De hecho, se estima que la mala salud cuesta al mundo 12 billones de USD anuales, lo que equivale al 15% del PIB anual mundial.1

Hay que evitar estar entre la espada y la pared 

Las empresas y los inversores se ven sometidos a una presión creciente por parte de los gobiernos y la sociedad para identificar los problemas sociales derivados de sus operaciones comerciales y sus carteras de inversión, y asumir su responsabilidad. 

Teniendo en cuenta los problemas de disponibilidad de datos, algunos inversores pueden sentirse entre la espada y la pared. No obstante, creemos que esa presión puede reducirse recopilando y cotejando los datos disponibles, extrayendo mejores perspectivas gracias a la ciencia de datos y los análisis cualitativos, y aplicando dichas perspectivas mediante un marco de análisis integral.

1 Jaana Remes et al., “Prioritizing Health: A Prescription for Prosperity», 8 de julio de 2020, McKinsey.com

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.

MSCI no formula declaraciones o garantías, ni expresas ni implícitas, y excluye toda responsabilidad con respecto a cualquier dato de MSCI que figure en este documento. Los datos de MSCI no deberán ser redistribuidos ni utilizados como base para otros índices o valores o productos financieros. Este informe no ha sido aprobado, revisado ni elaborado por MSCI.