La solidez de estos fundamentales hace que veamos las oportunidades más interesantes en los tramos BBB y BB, un espacio ideal que podría ofrecer yields a los inversores sin sacrificar en términos proporcionales la calidad crediticia. En él se incluyen determinados ángeles caídos —bonos que han perdido la calificación con grado de inversión— que bien se han estabilizado como emisores de bonos high yield o que cuentan con una vía de retorno a la calificación con grado de inversión. Además, a diferencia del crédito high yield CCC, las tasas de impago entre los tramos BBB y BB han sido históricamente bajas. Una vez más, la selección de valores de crédito es un aspecto fundamental.
Encontrar valor en la parte intermedia de la curva
No creemos que los estrechos diferenciales que existen actualmente disuadan a los inversores de invertir en crédito. Tradicionalmente, los diferenciales estrechos han permanecido cierto tiempo en ese estado.
No obstante, el 2025 ha comenzado con valoraciones heterogéneas, por lo que es de recibo adoptar un posicionamiento juicioso en la curva de tipos. Las valoraciones son especialmente elevadas en el extremo largo de la curva, donde los inversores institucionales están impulsando la demanda, lo que se traduce en un estrechamiento de los diferenciales de yield entre los bonos corporativos y los bonos del Tesoro estadounidense.
Más adelante en la curva, los diferenciales son más amplios y las valoraciones más atractivas. Los vencimientos entre 5 y 10 años —la parte intermedia de la curva— nos parecen especialmente interesantes, ya que ofrecen un buen equilibrio entre yield atractivo y diferencial sin el riesgo de duración de los vencimientos más largos.
El sólido contexto técnico debería apuntalar los precios de los bonos.
Prevemos que la oferta y la demanda sigan brindando apoyo al conjunto de bonos corporativos con grado de inversión y high yield a escala global, a lo que en parte contribuiría la positivización de las curvas de tipos, los flujos de salida de los fondos del mercado monetario y unos niveles manejables de emisiones netas.
En Europa, los flujos de entrada en el segmento de grado de inversión perdieron fuelle a finales de 2024, pero todavía se encuentran en niveles muy superiores a los de 2023. En Estados Unidos, los flujos de entrada en el segmento con grado de inversión cerraron 2024 en máximos desde 2020 (Gráfico), incluso a pesar de que todavía hay cerca de 7 billones de USD en efectivo aparcados en fondos del mercado monetario.